Mercado laboral

La hostelería busca camareros en Catalunya mientras 13.000 constan registrados en el paro

Se busca camarero

Se busca camarero / Ferran Nadeu

Gabriel Ubieto

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"Se busca camarero". Si uno pasea estos días por las abarrotadas terrazas barcelonesas o por alguno de los clásicos costeros del turismo de Catalunya donde los turistas extranjeros vuelven a llegar en masa no será raro que se encuentre con un cartel de estos. El clamor del sector hostelero por la falta de mano de obra a las puertas de la campaña de verano ha sonado con fuerza en las últimas semanas. Y mientras los empresarios proclaman la escasez de profesionales en el gremio e incluso las grandes cadenas empiezan a peinar los mercados latinoamericanos o marroquí en busca de ellos, 13.357 parados están inscritos en el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) como camareros en busca de empleo.  

El sueldo medio en la hostelería es de 1.150,7 euros brutos, según el INE

Camareros sin empleo y empresarios sin trabajadores. El sinsentido económico está servido en la reactivación de la hostelería una vez olvidado el covid. Si bien parte de los profesionales que hasta ahora sostenían el sector han migrado a otros gremios en busca de empleos mejor pagados y con más posibilidades de conciliar la vida laboral y familiar, el ‘ejército de reserva’ en la restauración sigue superando con creces las plazas disponibles. Y en todo ello las oficinas públicas de empleo se muestran inútiles a ojos de los hosteleros para servirles de profesionales.

Entre enero y mayo de este año los restaurantes, hoteles y demás empresas del sector en Catalunya han registrado un total de 230 ofertas de empleo en el SOC para buscar camareros. "El SOC no lo usa nadie, aquí lo que funciona es el boca oreja y está costando mucho. Faltan camareros, faltan ayudantes de cocina, faltan recepcionistas… faltan manos en la hostelería. Tanto en la costa como en el interior", afirma el vicepresidente de Pimec Turisme y gerente de la FIHRT, Daniel Brasé. Mientras, en la ventanilla de al lado, 13.357 parados están inscritos como camareros en busca de empleo. Una cifra que se sitúa en estándares muy similares a los registrados en los mayos prepandemia. 

Si bien el SOC no es referencia para las empresas a la hora de buscar candidatos, en portales de empleo de uso masivo como Infojobs el número de camareros dispuestos a trabajar multiplica varias veces las plazas disponibles. Según datos facilitados por el portal, En España, el número de vacantes de camareros publicadas en el mes de mayo ascendió a 9.465 puestos. De estos, 2.818 se localizan en Catalunya. Y en el otro lado de la moneda hay 360.000 inscritos para camareros de toda España, situándose el ratio de inscripciones por oferta en 37 candidatos por cada oferta. 

¿Por qué el sector se queja de falta de camareros si hay tantos parados que dicen tener experiencia en el gremio? “Siempre se ha hablado del sector de la hostelería como un sector abusivo y eso se ha dado. Muchos no han hecho lo que tenían que hacer y otros llevan muchos años haciendo las cosas bien. Pero la mala fama de unos la pagamos todos”, afirma Brasé. Que el sueldo medio en el sector sea de 1.150,7 euros brutos, según la última encuesta de costes laborales del INE, no contribuye a atraer talento. No todos en el sector se atreven a pronunciarse sobre ello, como es el caso del Gremi de Restauració de Barcelona, que a preguntas de este medio ha declinado realizar declaraciones.  

Seguridad Social abre la puerta a buscar fuera

Mientras en Catalunya y el resto de España sobran camareros y faltan plazas por cubrir, parte del sector gira su mirada hacia el extranjero para traer de allí la mano de obra. Para esta campaña ya no será posible, pero el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está ultimando una reforma del reglamento de extranjería para permitir "la incorporación de perfiles altamente demandados por múltiples sectores económicos que actualmente encuentran dificultades para la cobertura de vacantes", según recoge el texto presentado ya a consulta pública.

La justificación oficial del Gobierno para cambiar la ley es para mejorar la regularización de los migrantes y reducir al máximo (o suprimir) el tiempo que pasan sin permiso de trabajo. Y hacerlo en aquellos nichos de empleo donde las empresas no encuentran profesionales nativos. "La prioridad, como no puede ser de otra forma, es la generación de empleo para los españoles, para nuestros jóvenes. Y eso es perfectamente compatible con que determinados cuellos de botella, determinados ámbitos del mercado laboral, se puedan atajar de otra forma", afirmó esta semana el ministro José Luís Escrivá en un desayuno informativo.  

Una de las modificaciones que pretende introducir la norma es la elaboración de un "catálogo de profesiones de difícil cobertura" para cada provincia o demarcación territorial. Esta se basaría en los datos remitidos desde el SEPE y deberá ser aprobado por patronales y sindicatos. Y cuando se identifique una profesión sin personal, se abrirá la posibilidad de que las empresas traigan a gente de fuera para trabajar. A falta del redactado final, que debe todavía negociarse en las mesas del diálogo social, la abundancia de camareros parados y la falta de ofertas inscritas por las empresas no encaja con la definición que pretende Seguridad Social para este gremio. 

"¿Representamos el PIB que representamos y no tenemos personal? Nos lo tenemos que hacer mirar. Hemos de mejorar en salarios y en conciliación familiar, trabajar a dos turnos y en fin de semana no ayuda. ¿Hemos de tener a gente esperando hasta la una de la mañana a que una mesa se levante porque se están tomando un 'gin-tonic'? Pues a lo mejor a partir de determinada hora si alguien se quiere quedar tomándose ese 'gin-tonic' lo va a tener que pagar doble", reflexiona el vicepresidente de Pimec Turisme.  

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