Medidas anticrisis

Celsa recibe el apoyo sindical a su plan de rescate

El 'conseller' de Empresa se suma a la presión a que los fondos acreedores mejoren su propuesta

Las instalaciones de Celsa, en Castellbisbal.

Las instalaciones de Celsa, en Castellbisbal. / ARCHIVO / JOSEP GARCIA

Agustí Sala

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La siderúrgica Celsa, propiedad de la familia Rubiralta, ha recibido el apoyo explícito de los sindicatos, así como el del 'conseller' de Empresa, Roger Torrent, a su plan de rescate. El representante de la Generalitat ha destacado el papel "clave" de la compañía en la economía y ha abogado por "velar por la industria nacida y comsolidada aquí". 

CCOO y UGT-FICA han emplazado a los fondos acreedores de Celsa a aceptar las condiciones fijadas por el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI, para inyectar 550 millones de euros a la empresa y garantizar así el mantenimiento de 4.500 empleos directos y unas 7.500 pymes proveedoras.

En un comunicado conjunto, los sindicatos piden a los fondos que se adhieran al principio de acuerdo alcanzado por la dirección de la compañía y la SEPI para la concesión de esta cuantiosa ayuda pública, que se canalizaría a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones de euros y otro ordinario de 269,5 millones. El 30 de junio vence el plazo para una solución.

Celsa rechazó el lunes la última propuesta del Deutsche Bank y Goldman Sachs y los fondos oportunistas SVP y Cross Ocean sobre su deuda. A juicio de la empresa, en vez de reducirla la aumentaría y además exigen cuestiones que la SEPI no aceptaría como el traslado a otro país del centro de decisión de la compañía.

Para obtener dicha ayuda, la siderúrgica debía llegar a un acuerdo previo con sus acreedores, lo que no ha sido posible hasta el momento. Los sindicatos ven también con buenos ojos la entrada de capital público en Celsa, lo que consideran "fundamental para el mantenimiento del modelo industrial que impulsa la compañía" y "garantiza la reinversión de recursos y la generación y mantenimiento de empleo estable".

Para UGT FICA y CC.OO., "los fondos acreedores nunca han sido una solución" para Celsa "por su bajo perfil industrial" y ahora su presencia "está acarreando muchos problemas para el devenir de la compañía". "Los fondos están mostrando su perfil real con una propuesta que pretende obtener un rendimiento del 80 % anual", afirman las organizaciones sindicales.

Por todo ello, los sindicatos exigen a los acreedores "que se adhieran a los acuerdos que ya han sido suscritos por el resto de los grupos de interés de la compañía y que no bloqueen la entrada de capital público con el mantenimiento de una posición basada en la búsqueda de un rédito financiero voraz e injustificable".

En caso de materializarse, la ayuda a Celsa será la más cuantiosa de las concedidas hasta ahora con cargo al fondo de la SEPI, relevando a Air Europa, que recibió 475 millones de euros.