Apoyo público

Celsa rechaza la propuesta de los fondos acreedores

El grupo siderúrgico exige un nuevo plan para poder acceder al fondo de rescate público, que tiene como límite el 30 de junio

La empresa entiende que la propuesta en vez de reducir la deuda supondría elevarla a unos 1.700 millones de euros

La fundición Celsa, de Castellbisbal

La fundición Celsa, de Castellbisbal / Robert Ramos

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Celsa, la siderúrgica de la familia Rubiralta, ha rechazado la propuesta de Deutsche Bank y Goldman Sachs y los fondos oportunistas SVP y Cross Ocean sobre su deuda. Según una nota de la compañía, una vez conseguida la aprobación por la banca española, "los fondos acreedores, entre los que se incluyen los bancos, han formulado, sin embargo, una propuesta incompatible con el marco de la ayuda pública solicitada" de unos 550 millones al fondo de rescate de la SEPI para empresas estratégicas. Para acceder a los recursos es necesario el apoyo de los acreedores y el limite para ello es el 30 de junio.

Los fondos han cambiado su propuesta anterior en la que exigían el 49% del capital. Ahora Además de la aplicación de 450 millones de euros procedentes de la ayuda pública y aportación privada al repago de deuda y el mantenimiento de una deuda de 662 millones, la propuesta de los fondos exige la creación de un nuevo instrumento convertible por importe de 900 millones con un tipo de interés anual del 10% y emitido fuera de España, según explica la compañía. La empresa ve esa proposición inasumible.

De esta manera, la concesión de la ayuda pública "no serviría para reducir el endeudamiento de la compañía, toda vez que al término del plazo de la ayuda volvería a tener una deuda convertible incluso superior a la actual, en torno a 1.700 millones de euros". A juicio de Celsa, de aceptarse los términos de la propuesta realizada, "los fondos que no financiaron al Grupo Celsa, sino que compraron su deuda en el mercado secundario con descuentos de hasta el 90%, obtendrían, gracias a la concesión de una ayuda pública, rentabilidades del 80% anual multiplicando por más de cinco la inversión realizada".

Además, la propuesta de los fondos, que exige el desplazamiento del centro de decisiones y de su órgano de administración fuera de España, "es incompatible con la ayuda pública estatal y la vocación estratégica, industrial e inversora del Grupo Celsa que ha constituido uno de los pilares esenciales para la concesión de la ayuda pública, comprometiendo el cumplimento de su plan estratégico". Por todo ello, la propuesta de los fondos "ha suscitado el rechazo unánime y expreso del comité ejecutivo y del consejo de administración el Grupo Celsa, quienes han urgido a los fondos a reconsiderar su posición y no impedir la consecución de la ayuda pública solicitada".