Inversión pública

Una veintena de obras del Estado están paralizadas o retrasadas en Catalunya

Obras pendientes en Catalunya

Obras pendientes en Catalunya

Agustí Sala

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Alrededor de una veintena de obras del Estado en carreteras y red ferroviaria en Catalunya se encuentran en la actualidad paralizadas o acumulan importantes retrasos, según ha podido comprobar EL PERIÓDICO con datos de fuentes del sector. En este apartado están desde tramos de la N-II o la A-27 Valls-Montblanc al desdoblamiento de la N-340/A-7 o el de la línea R-3 de Rodalies Montcada-Vic, con 25 años de retraso.

El catálogo es largo y coincide con la polémica que ha estallado con los datos de la baja ejecución presupuestaria en 2021 por parte del Estado en Catalunya, con apenas el 35,8% de lo previsto, 10 puntos por debajo de la media española, mientras que en Madrid superó el 180%. Y el problema es que esta cuestión, que se ha enquistado y que hace que Catalunya reciba solo el 9% de la inversión territorializada del Estado mientras que aporta alrededor del 19% del producto interior bruto (PIB) y representa el 16% de la población, ha generado un clamor general en contra, desde las patronales a los sindicatos y entidades económicas y sociales.

95,1 euros por habitante

Según los datos a los que ha tenido acceso este diario, Catalunya es el tercer territorio con un gasto más bajo por habitante en esta materia, con solo 95,1 euros. Solo quedan por debajo la Comunitat Valenciana, con 92,7 euros y Navarra (territorio foral), con 75,6 euros. Expertos consultados destacan que es preocupante "el recurrente incumplimiento presupuestario" pese a la evolución positiva de la licitación pública.

El problema, según los datos a los que ha tenido acceso este diario, no es solo de paralización de proyectos sino de demoras. Un ejemplo: la A-27 Valls-Montblanc, de 7,3 kilómetros, con una inversión de 150 millones, se licitó en 2008 y está previsto que entre en funcionamiento en 2023, 11 años después de las primeras previsiones. O el Pla de Rodalies. Del plan para el periodo 2008-2015 se ha ejecutado el 14% de los 4.000 millones inversión prevista en 2015 y no se han realizado líneas nuevas, ni desdoblamientos ni la mayoría de las estaciones previstas. En la actualidad está en vigor un nuevo plan de 2021 a 2030, que según diversas fuentes va a mejor ritmo. Del "plan de choque" de 2014 a 2016 se ejecutaron el 35% de los trabajos, de una inversión total de 306 millones.

Hay proyectos que acumulan retrasos históricos, como es el caso del desdoblamiento de la línea R-3 de Rodalies Montcada-Vic, cuya puesta en marcha está prevista en el tramo Parets del Vallès-La Garriga, una cuarta parte del proyecto con un presupuesto de 650 millones, y 25 años después de su licitación o el soterramiento de la línea de tren en Montcada, con las obras licitadas en Montcada y con el proyecto redactado en Vallbona y en fase de supervisión. Esta inversión de 300 millones, que debía estar lista en 2015, se espera que sufra un retraso de 10 años con respecto a los planes iniciales.

Sin fecha para L'Hospitalet

Lo mismo sucede con el soterramiento de las vías de tren en L'Hospitalet de Llobregat, con una inversión prevista de 608 millones y que 20 años después del primer protocolo para ejecutarla solo se ha redactado el proyecto constructivo, que además ha de volverse a hacer y no hay previsión de puesta en marcha.

Otro de los ejemplos es el acceso ferroviario a la T-1 del aeropuerto de Barcelona. Está previsto que entre en servicio en 2024. Su primera adjudicación fue en 2010 y las obras se reiniciaron en 2015. De unas características similares, las obras en el aeropuerto de Madrid se adjudicaron en 2007 y acabaron en 2011, 13 años antes de lo que, en principio, entrará en funcionamiento una obra similar en el aeropuerto de Barcelona. En cuanto a los accesos viarios y ferroviarios al Puerto de Barcelona, la previsión es que entren en funcionamiento en 2028, con 16 años de retraso. También se mantiene el cuello de botella del tramo de vía única en el nudo de Vilaseca, del Corredor Mediterráneo y un retraso de 9 años en la adptación del ancho de vía en el tramo Castelló-Tarragona-Martorell, con un presupuesto de 425 millones.

En otros casos, las obras se están ejecutando pero a un ritmo muy bajo. Es el caso de la B-40 Olesa-Viladecavalls, un tramo de seis kilómetros de una infraestructura de 15 kilómetros. Se licitó en 2006, los trabajos empezaron 10 años más tarde y actualmente se ejecutan tramos por 9 millones en 2022 y 14 millones en 2023, año en el que se espera que esté finalizado, de una inversión total prevista de 264 millones. Según fuentes del sector, el ritmo medio de ejecución de esta obra es de un kilómetro al año para todo el tramo Abrera-Terrassa.

Hay otras veces que las demoras se deben a protestas de los territorios, que se oponen a determinadas obras. Es el caso del desdoblamiento de la N-340 / A-7. En el tramo del Penedès, con una inversión prevista de 237 millones, tras liberarse el peaje de la AP-7 y el compromiso de ampliar con un cuarto carril esta vía, no hay prevista una fecha para las obras.

Existen actuaciones comprometidas en 2005 que están paralizadas, como la A-14 Almenar-Alfarràs; las variantes de la N-420 Gandesa, Riudecols y Corbera, o la A-26 de Besalú a Figueres, entre otras. También está paralizada, con 12 años de retraso la conexión Ronda Litoral / C-32 en Sant Boi, un tramo de dos kilómetros con una inversión prevista de 68 millones.

En lo que respecta a la N-II de Maçanet a La Jonquera, está paralizado el enlace en Vidreres, un tramo de dos kilómetros y 24,4 millones. Carece de fecha prevista de puesta en marcha. En la misma vía también está paralizado el tramo Vilademuls-Orriols. La supresión del peaje en la AP-7 prevé desdoblar solo la variante de Figueres y se ha aprobado un nuevo proyecto.

La estación de la Sagrera, una de las grandes obras, se adjudicó en 2010. Los trabajos se pararon en 2014 y se reiniciaron en 2017. El estado de ejecución se sitúa en torno al 60%. Está previsto que las obras, con una inversión total de 744 millones acaben en 2025.

El Gobierno, a través de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, argumenta ha insistido en que que el Gobierno está poniendo "toda la carne en el asador para poder acelerar el ritmo de las ejecuciones" de las inversiones en Catalunya, y ha asegurado que el Ejecutivo actual es el que más ha invertido en esta comunidad en los últimos años.

La ministra, que ha mantenido una reunión breve con el 'president' Pere Aragonès ha insistido en que próximamente se convocará la comisión de seguimiento de Infraestructuras, para analizar proyecto a proyecto la situación de la ejecución de las infraestructuras en Catalunya.

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