Futuro enquistado

Silence lanza un ultimátum a la comisión de reindustrialización de Nissan

La empresa de motos eléctricas participada por Acciona se planta, pide una decisión a la situación antes del viernes y avisa que si no se soluciona el tema se irán a otra parte.

Centro de intercambio de baterías de Silence.

Centro de intercambio de baterías de Silence.

Xavier Pérez

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La reindustrialziación de la planta de Nissan en la Zona Franca se está conviertiendo en un parto, equistado y con dolor. La demora en la toma de decisiones por parte de la comisión encargada de validar las opciones de futuro, demostrada una vez más con el cambio de la última reunión prevista para hoy a este viernes, ha hecho que Silence opte por lanzar un ultimatum que caduca ese día. La compañía especializada en la fabricación de vehículos eléctricos, la primera que había manifestado su interés en estar en el proyecto tal y como adelantó EL PERIÓDICO en junio de 2020, mandará una carta a la comisión de reindustriualización encargada de gestionar las prpopuestas para los terrenos de Nissan en Zona Franca en la que pedirá de forma contundente que o se toma una solución al respecto o se bajarán del proyecto. "Del viernes no puede pasar", reclaman desde la marca participada por Acciona.

Silence se había postulado desde el principio de las negociaciones como uno de los candidatos firmes a ocupar una de las plantas que dejó Nissan. Inicialmente apostaban por Montcada, pero finalmente aceptaron adaptarse a una porción de las instalaciones de Zona Franca. El proceso se está dilatando ante la falta de proyectos claros y vaivenes políticos, por lo que la compañía ya hace un tiempo que tenía en mente bajarse de la ecuación. De hecho, fuentes cercanas a la empresa señalan que ya disponen de al menos cuatro ubicaciones alternativas (una de ellas fuera de Catalunya). A Silence no le gustaría abandonar el proyecto cerca de Barcelona, pero necesitan poner en marcha la construcción de su planta para producir el Silence 04, un microcar eléctrico que debería empezar a ser una realidad a finales de este mismo año.

Hace unos días los sindicatos ya alertaron también de la demora del proyecto de reindustrialización. "Estamos en uno de los momentos más decisivos del proceso y no estamos dispuestos a consentir el menosprecio que han mostrado la parte de las administraciones", afirman los sindicatos. Su estado de ánimo se está agitando provocado por "la lentitud en las decisiones está dilatando el arranque de los proyectos seleccionados, y esto es algo que no vamos a permitir", afirmaban las centrales en una carta abierta. Ahora es Silence quien les dice que, o la comisión decide, o se van.

Espacio compartido

El proyecto de Silence es el que se encuentra más avanzado y, en teoría, estaba claro que era el único listo para ponerse en marcha. Posteriormente se sumaron más alternativas como la del hub de electromovilidad liderado por QEV, que recientemente presentó su proyecto de fabricación de furgonetas eléctricas con la marca Zeroid. No obstante, los terrenos son más grandes (en total son 517.000 metros cuadrados) y desde la comisión deben encontrar una solución a ese espacio. Desde el Consorcio de la Zona Franca abogan por el alquiler del espacio restante para actividades de logística. Un 50% sería un reparto ideal. No obstante, fuentes cercanas a la negociación estiman que si se hubiese destinado todo a logística no habría tantos problemas.

El microcoche S04 es una realidad y la empresa está empezando a desarrollar propuestas alternativas de negocio en torno a la suscripción de baterías y servicios de recarga. Ayer mismo mostraron en Barcelona su sistema de 'swap' de baterías (intercambio de baterías) que por 15 euros al mes y 5 euros por cada recarga en los puntos habilitados permite al cliente comprar la moto sin batería y cambiarla por otra (ya cargada) gracias a la suscripción. Con ello el precio se reduce unos 2.400 euros (queda por 3.850 euros). La propuesta para el microcoche también sería similar, aunque con dos baterías. La intención es dotar a las principales ciudades de estaciones de baterías. Actualmente ya hay una en Barcelona, donde se abrirán cuatro más, y en breve harán lo propio en Madrid con cinco instalaciones.

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