Primero de Mayo

Los sindicatos amenazan con un "rosario" en cada convenio ante el bloqueo del pacto salarial

La CEOE rechaza las cláusulas de revisión salarial que piden CCOO y UGT para evitar que la inflación reste poder adquisitivo

CCOO y UGT presentan el Primero de Mayo

CCOO y UGT presentan el Primero de Mayo / Marta Fernández Jara / Europa Press

Gabriel Ubieto

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Cada negociación de un nuevo convenio colectivo, un "rosario". Este ha sido el mensaje que CCOO y UGT han lanzado a la patronal si no acepta generalizar cláusulas de revisión salarial, diseñadas para acompasar los futuros incrementos salariales con la imprevisible subida del IPC -hoy en el 9,8%-. Las centrales pasan a la ofensiva a partir de este Primero de Mayo con el fin de evitar que los costes de la espiral inflacionista los paguen exclusivamente los bolsillos de los trabajadores, tal como han presentado este lunes los máximos dirigentes sindicales en los actos previos al Día Internacional del Trabajo.

La fórmula que abanderan las centrales para salvaguardar el poder adquisitivo de los trabajadores ante la inflación son las cláusulas de revisión salarial. El funcionamiento de las mismas ha sido históricamente el siguiente. Una empresa y sus trabajadores pactan un incremento fijo, pongamos del 2%, además de la cláusula. Cuando acaba el año hacen cuentas y miran como ha acabado la inflación. Imaginemos que esta cierra con un IPC medio del 3%. Entonces la empresa tiene la obligación a 1 de enero de subir un punto adicional los salarios y abonar los incrementos pendientes del año anterior, compensando así a los empleados.

Dichas cláusulas llevan en claro retroceso durante la última década, pues las patronales recelan de ellas al alegar que les disparan los costes laborales y les dificultan el cálculo de masas salariales. Ya que en tanto que no pueden saber cómo quedará la inflación, no saben qué tendrán que pagar a final de año. Actualmente, según datos del Ministerio de Trabajo, solo cubren al 16% de los asalariados en España.

Y las centrales, en el actual contexto de volátil inflación, no quieren renovar convenios si no incluyen dichas cláusulas. Algo que rechazan frontalmente desde la CEOE. Ante el bloqueo de las mesas bipartitas, CCOO y UGT abren ahora un periodo de "tensión" con las empresas que promete sacudir la paz social, obligada en los últimos años por la pandemia. El festejo de la derogación parcial de la reforma laboral materializada este mismo año no será el elemento central (o no el único) de las manifestaciones previstas para este domingo.

Tensión en las mesas

"[Las empresas] están tratando que todo el incremento de los precios vaya a las espaldas de los trabajadores. [...] Vamos a tensionar la negociación colectiva si las patronales continúan con su cerrazón", ha declarado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. "La CEOE tiene que ser consciente de que si no hay acuerdo en el AENC la situación de conflictividad en nuestro país va a crecer de forma exponencial. [...] A nuestra gente le diría que no tengamos prisa para firmar los convenios colectivos", ha aseverado su homólogo de UGT, Pepe Álvarez.

Tras dos meses de contactos entre las cúpulas de los agentes sociales, el acuerdo no ha sido posible y las partes reconocen que el pacto salarial se encuentra actualmente bloqueado. La ausencia de ese pacto provoca que las empresas se enroquen y esperen a que la inflación baje para intentar pactar incrementos salariales menores. Mientras los trabajadores ven como sus sueldos no se actualizan y ello va en detrimento de su poder adquisitivo, lo que les deja en la disyuntiva de aguardar y resistir esa 'mordida' o lanzarse al conflicto laboral y tratar de obligar a las empresas a ceder márgenes. Lo que están planteando ahora CCOO y UGT es pasar a ese segundo escenario.

De momento, la inercia de la negociación colectiva no deja un buen balance para los bolsillos de los trabajadores: se firman pocos convenios y con subidas salariales sustancialmente por debajo del IPC. Según los últimos datos actualizados de marzo, el incremento salarial medio por convenio estaba en el 2,4%, frente al 9,8% de la inflación. Y en los tres primeros meses del año se actualizaron convenios que cubrían a 4,9 millones de trabajadores, cuando para esas mismas fechas en 2019 la tasa de cobertura era de 6,7 millones de asalariados.

Primera oleada de huelgas

Una situación que ya ha desatado un primer fogonazo de huelgas por la escalada del IPC, especialmente en las contratas públicas (desde la limpieza de Barcelona hasta los autobuses de Lleida). Aunque también grandes sectores de la economía tienen sus convenios colectivos bloqueados, a la espera de esas recomendaciones que a cada sector le llegue desde las cúpulas de sus organizaciones. Oficinas y despachos, industria del metal, comercio, supermercados o consultorías son solo algunos de los frentes abiertos entre sindicatos y patronales.

Otro de los problemas que señalan desde los sindicatos es que pactar esas cláusulas de revisión salarial que demandan no es garantía de que luego la patronal la cumpla. Como ejemplo ponen el convenio del metal de Barcelona, que cubre directamente a unos 200.000 trabajadores y es de referencia luego para muchos otros en toda España. En el mismo, la patronal se ha negado a actualizar los salarios tal como tenían pactado y el caso está en el Tribunal Laboral de Catalunya a la espera de juicio. "La mayoría de empresas están subiendo precios pero no salarios, ellos los incrementos de costes se los están imputando a otros y a nosotros nos exigen contención", ha afirmado el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros. "Lo que plantea la patronal es una espiral perniciosa que nos llevaría a otra crisis. Les espera un rosario en cada negociación", ha alertado su homólogo de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco.