La recogida de residuos, clave para la política ambiental local

La gestión de los residuos municipales es un servicio clave en la política ambiental local y, por ello, los municipios le dedican, de media, un 8% de su presupuesto anual. Según datos del 2020 de los 'Círculos de comparación intermunicipal de gestión de residuos y limpieza viaria' que realiza la Diputación de Barcelona, se ha logrado una reducción del 6% en la generación de residuos respecto al 2010, un porcentaje todavía muy alejado del objetivo del 15% que se había fijado el Programa general de prevención y gestión de residuos y recursos de Catalunya para ese año. Ante esta situación, la entidad considera necesario que las administraciones públicas actúen de manera firme para mejorar unos resultados que, sin duda, serán beneficiosos desde muchos ámbitos. 

El actual modelo económico basado en extraer, fabricar, usar y tirar –que conocemos como sistema lineal– debe dejar paso a un nuevo modelo de economía circular, que sea capaz de generar valor con una menor explotación de los recursos naturales, porque los recursos del planeta son limitados. En este sentido, es importante poner en evidencia que es posible generar valores y puestos de trabajo con una estrategia más sostenible.

Nueva normativa de resiudos

La nueva ley española de residuos y suelos contaminados para una economía circular –la Ley 7/2022– pretende transitar hacia la circularidad de la economía alargando la vida útil de los materiales o de los productos, bien a partir de su reutilización o incorporándolos nuevamente en el sistema económico a partir de su reciclaje. 

Es en esta línea que la Diputación de Barcelona ofrece apoyo permanente a los ayuntamientos de la provincia para reducir la generación de residuos, mejorar los niveles de recogida selectiva, optimizar el valor de los recursos y minimizar el impacto ambiental. 

Estrategias de disminución

El objetivo principal es disminuir la generación de residuos, que sigue siendo muy elevada en Catalunya, con 1,4 kilos por habitante y día, aunque en el medio centenar de municipios barceloneses que han participado en los círculos de comparación las cifras son un poco más bajas, con 1,22 kilos por habitante y día. 

Con este objetivo definido, uno de los ámbitos de actuación donde los entes locales pueden aplicar estrategias de economía circular es el servicio de recogida y tratamiento de residuos, en el cual los residuos entran de nuevo en el sistema económico a partir de su valorización. 

En línea con la reducción de generación de residuos, la nueva normativa ha adoptado medidas relevantes como la prohibición de los plásticos de un solo uso, tipo platos, cubiertos y vasos, entre otros productos. Además, se propone que los ayuntamientos establezcan sistemas de pago por generación, es decir, pagará más aquel que más residuos genere.

Nuevos modelos

Para cumplir con los objetivos dentro del calendario establecido, hay que implementar sistemas de recogida más eficientes, como la recogida puerta a puerta o el uso de contenedores cerrados o inteligentes. La Diputación de Barcelona ha aprobado el Programa sectorial de actuaciones para afrontar la emergencia climática, dotado con 12 millones de euros, que ofrece una línea de apoyo económico a los ayuntamientos para aumentar los porcentajes de recogida selectiva mediante la utilización de sistemas de identificación de usuarios a través de los contenedores. Este modelo, que supone la pérdida del anonimato, se convierte en un mecanismo disuasorio para evitar que se tiren los residuos mezclados en los contenedores. 

Un ejemplo significativo en esta línea es el Berguedà, donde los niveles de reciclaje se sitúan en el 69% –de los más altos de Catalunya a nivel comarcal– a partir de la implantación de un sistema de recogida puerta a puerta en 12 municipios. Para apoyar este programa, la Diputación de Barcelona aportará 700.000 euros entre 2021 y 2022. 

Puntos limpios

En este camino hacia la reutilización y la economía circular, los puntos limpios adquieren un papel clave como equipamientos que irán transformándose en espacios para la reutilización y el intercambio. La Diputación de Barcelona ha creado el Servei d’Assessorament i Suport a les Deixalleries (ASDE), que ofrece soporte técnico a los entes locales para adecuar estas instalaciones para que puedan alcanzar buenos niveles de reutilización y de reciclaje. Desde este servicio también se organizan actividades dirigidas a la ciudadanía y a los centros educativos para concienciar acerca de la necesidad de la reutilización y la economía circular.

En definitiva, es evidente que la reducción de residuos contribuye a disminuir la huella de carbono y a luchar contra el cambio climático, y que la gestión municipal para enfrentar la emergencia climática debe llevar a cabo actuaciones complementarias como: mejorar la calidad del aire con la creación de zonas de bajas emisiones, aumentar la resiliencia de los municipios con la renaturalización de espacios, crear refugios climáticos o implantar nuevas zonas verdes. Un conjunto de acciones que forman parte de nuestra contribución como sociedad frente a la emergencia climática que estamos viviendo.

Esta acción de la Diputación de Barcelona responde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que fueron proclamados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015 y forman parte de la Agenda global para 2030. La Diputación de Barcelona asume su cumplimiento y despliega su acción de apoyo a los gobiernos locales de la provincia de acuerdo con estos ODS.