Junta de accionistas

Botín pide acelerar los fondos europeos para paliar el efecto de la guerra

El Santander mantiene sus objetivos para este año pese a la invasión y limita su exposición directa al conflicto a 80 millones

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en la Junta General ordinaria de Accionistas

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en la Junta General ordinaria de Accionistas / EFE / JAVIER VÁZQUEZ

Pablo Allendesalazar

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El Santander ha confirmado este viernes que prevé cumplir los objetivos financieros para este año que anunció a principios de febrero a pesar de la invasión de Ucrania por Rusia, que comenzó unas semanas después, y bajo el supuesto de que no habrá una mayor escalada con la invasión de otros territorios. El banco ha recordado que no tiene presencia en ninguno de estos dos países y ha precisado que su exposición directa a través de clientes de ambas nacionalizadas a los que tiene concedidos créditos es muy pequeña: apenas 80 millones de euros.

Pese a ello, su presidenta, Ana Botín, ha advertido de que no se debe "minimizar el efecto indirecto" que la invasión va a tener en forma de mayor inflación, menor crecimiento e "impactos que van más allá del fuerte aumento de los precios de la energía". En este sentido, ha pedido al Gobierno que, "además de proteger a las empresas y a las familias, especialmente a las pymes y a los más vulnerables", genere "confianza" para impulsar la inversión privada con el "impulso" de los fondos europeos

Ante la junta de accionistas de la entidad, la banquera también ha considerado imprescindible reducir la dependencia de la UE del petróleo y el gas ruso. Por ello, ha pedido a las autoridades comunitarias que "definan cuanto antes qué préstamos son compatibles" con los objetivos de descarbonización y que "clarifique" los plazos a empresas y sectores, ya que ello permitirá a los bancos financiar la transición energética.

"Primero la pandemia y, ahora, la invasión de Ucrania han puesto de manifiesto la necesidad de reducir la dependencia de Europa y España de sectores estratégicos", ha alertado antes de recordar que el peso de Rusia y Ucrania en la producción de diversas materias primas podría agravar a medio plazo las crisis del sector de la automoción y la energética, además de estar incrementando los precios de los alimentos y otras materias primas agrícolas a nivel mundial.

Diversificación

Botín ha destacado que el consenso de los analistas espera un crecimiento más bajo de lo previsto a comienzos de año en Europa (impacto de aproximadamente 1-1,5 puntos porcentuales de PIB), un caída menor en el crecimiento de Estados Unidos (0,25-0,5 puntos porcentuales menos) y un efecto entre "neutral y ligeramente positivo" en las economías latinoamericanas. Este distinto comportamiento por regiones explica en buena medida que el banco haya mantenido sus objetivos.

"Nuestro modelo de negocio, y en especial nuestra diversificación, nos proporciona una base muy sólida para crecer. Esperamos mantener una alta rentabilidad en América y mejorar la rentabilidad en Europa. Como consecuencia de ello y basándonos en el consenso económico actual, confiamos en alcanzar los objetivos financieros de 2022", ha sostenido.

El banco, así, se va a beneficiar de su fuerte presencia en América (Brasil, Estados Unidos y México, principalmente), ya que esta región está sufriendo menos que Europa los impactos económicos de la guerra. De hecho, en anteriores conflictos bélicos en el viejo continente, Latinoamérica ha registrado incrementos de actividad. En Europa, su banco polaco no tiene conexiones económicas con Rusia pese a la cercanía y el sector financiero español estima que las provisiones extraordinarias que realizó por el covid serán suficientes para asumir los mayores impagos por la guerra.

Buen primer trimestre

Todo ello explica que el Santander haya mantenido sus objetivos: obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes (sin tener en cuenta el tipo de cambio de las distintas divisas con que opera), una ratio de eficiencia (relación entre ingresos y gastos) del 45%, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital del 12%. La entidad también prevé un crecimiento del beneficio por acción y en la suma del valor neto contable por acción más el dividendo por acción, así como remunerar a los accionistas con el 40% del beneficio ordinario a través de recompras de acciones y dividendos, porcentaje que espera elevar en el futuro.

Botín, de hecho, también ha apuntado que los resultados del primer trimestre, que se publicarán en unas semanas, han ido en buena línea a pesar de la invasión, que comenzó el 24 de febrero. "La actividad comercial se ha mantenido fuerte, con ingresos en línea con el último trimestre y un crecimiento interanual de la nueva producción de créditos estimado en el 8%, a niveles prepandemia. Junto a ello, en este primer trimestre la eficiencia y el coste del crédito (provisiones) se mantuvieron en línea con lo previsto, el RoTE ordinario por encima del 13% y nuestra ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ en el 12%", ha adelantado.

Ante las críticas de algunos accionistas sobre los sueldos de la cúpula del banco, Botín ha defendido que están "en línea con los pares en tamaño y complejidad en Europa y por debajo de los de Estados Unidos". La retribución de los primeros ejecutivos, ha continuado, ha pasado de representar el 0,48% del beneficio en 2013 al 0,27% en 2021, mientras que el coste de la alta dirección ha bajado un 33% desde 2014, con una reducción del número de altos cargos de 27 a 14. También ha revelado que la entidad tiene depositado en el juzgado el 80% de la indemnización que ha sido condenado a pagar a Andrea Orcel (51 millones), pero ha insistido en que espera recuperarlo porque el fallo está recurrido.