Impulso al regadío y las macrogranjas

Foment insta a potenciar la soberanía y la productividad agroalimentaria

La patronal critica los intentos de aumentar la zona protegida en torno al Aeropuerto de Barcelona

Verduras en un supermercado.

Verduras en un supermercado.

Eduardo López Alonso

Eduardo López Alonso

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los empresarios del sector agroalimentario se sienten faltos de apoyo. Mientras los tractores toman las calles en respuesta al alza de costes, la patronal catalana Foment trabaja en propuestas para incrementar la productividad de las las explotaciones agrarias y ganaderas. Foment del Treball presentó este lunes un "plan ambicioso", según las palabras del presidente de la institución, Josep Sánchez Llibre, para "convertir Catalunya en un 'hub' alimentario del sur de Europa".

Tras la grandilocuencia acostumbrada por Foment se encuentra el respaldo abierto a un sector vital de la economía catalana que necesita medidas urgentes de reactivación. El vicepresidente de la patronal y presidente de l'Institut Agrícola Català de Sant Isidre, Baldiri Ros, defendió seis grandes líneas de apoyo en unos momentos en los que las políticas públicas, opina, están abocando al sector primario a una pérdida rápida de productividad y a alzas inevitables de precios de venta al público de productos alimentarios. En su opinión, el apoyo a la agricultura ecológica lleva a poner en duda los principios básicos de la Política Agraria Comunitaria que siempre ha defendido la autosuficiencia alimentaria mediante el suministro de suficiente cantidad de alimentos a precios bajos, lo que implica técnicas intensivas de producción. Foment ha instado a hacer compatible la "agricultura ideal" con la la "agricultura real" con medidas de mitigación y adaptación al cambio climático que supongan mejoras de productividad y rendimiento de los cultivos. Sobre las macrogranjas, Ros considera que es un "absurdo" y un "error de concepto" limitar su crecimiento ya que las explotaciones ganaderas más grandes son "las mejor dotadas para eliminar purines", por ejemplo.

La defensa de la soberanía alimentaria pasa, según Foment, por que la UE aplique medidas de urgencia para compensar los efectos de la guerra de Ucrania, como puedan ser la supresión de requisitos administrativos para la importación de cereales de Argentina o el levantamiento de restricciones a la venta en Europa de los productos modificados genéticamente importados de EEUU o Canadá.

Pese a que Ros aseguró que no existe en la actualidad ningún desabastecimiento, la guerra de Ucrania está generando preocupación en el sector agroalimentario. Según Ros no existe riesgo cierto de falta de aprovisionamiento de cereales para la cabaña ganadera hasta finales de abril y de cara al futuro no se sabe si será posible sembrar en Ucrania en las próximas semanas. La subida de precios se da por hecha por lo que es necesario tomar medidas de tipo fiscal para abaratar los carburantes o las materias primas.

Las medidas propuestas

Las seis medidas que propone Foment para potenciar al sector pasan por orientar la política a la soberanía agroalimentaria (española y europea); invertir en la reforma del Canal d'Urgell para abaratar los costes del agua del regadío (unas 70.000 hectáreas afectadas); tomar medidas para la coexistencia entre la industria y las explotaciones; la gestión sostenible de los bosques; determinar un regulador único del agua; y revitalizar el delta del Ebro.

Baldiri Ros también abogó contra el objetivo de ampliar la zona protegida en torno al Aeropuerto de Barcelona y potenciar, por el contrario, la gestión de los terrenos naturales existentes para evitar la reducción de la biodiversidad en la zona. De esta forma, Foment defiende "no ampliar la Zepa del delta del Llobregat para no arruinar la industria agroalimentaria de proximidad en la conurbación urbana de Barcelona, siendo una de sus principales fuentes de soberanía alimentaria".