Crisis energética

Pymes al límite por el alza de precios: "Tengo que despedir a un trabajador para pagar el gas"

La invasión de Putin sobre Ucrania, en directo

Las pequeñas empresas exigen al Gobierno que actúe de inmediato para bajar el coste de la energía y algunas ya avanzan ajustes de plantilla

Manel Llaràs

Manel Llaràs / Jordi V. Pou

Gabriel Ubieto

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Manel Llaràs ha apagado uno de los hornos de su panadería porque no le salen los números. Su familia hace tres generaciones que se dedica en el centro de Lleida a uno de los oficios más antiguos de la humanidad y con la actual escalada de precios, entre el gas y los cereales, reconoce estar "acojonado".

Hace unos meses estaba negociando con una cadena de supermercados para proveerles el pan en sus establecimientos y hoy tiene que medir muy bien sus producciones porque cada minuto de horno encendido vale oro y puede trastocarle las cuentas. "Cuando acabe la temporada de las 'monas' voy a tener que despedir a uno de mis trabajadores, el dinero de su nómina lo necesito para pagar el aumento de la factura del gas, sino no llego", afirma este pequeño propietario de dos panaderías, con nueve trabajadores en plantilla.

Manel Llaràs es propietario de dos panaderías en Lleida.

Manel Llaràs es propietario de dos panaderías en Lleida. / Jord V. Pou

Hace 20 años Llaràs pasó de alimentar sus hornos con leña, como se había hecho toda la vida en su familia, al gas. "Entonces era lo más limpio", recuerda. Hoy Putin y sus planes belicistas le están poniendo contra las cuerdas y le han inflado las facturas a límites que hace un año ni imaginaba. "Antes el gas representaba alrededor del 25% de mis gastos, hoy supera el 50%", cuenta. Como Llaràs, miles de pymes en Catalunya están al límite por la escalada de precios de la energía y, de continuar esta, el 16,4% se verían obligados a echar el cierre en los próximos meses, según constata un reciente informe de la patronal Pimec. Lo que se traduciría, siguiendo esas mismas estimaciones, en la pérdida de 320.000 empleos en Catalunya. "A mi me duele tener que echar a una persona en unas semanas porque necesito su nómina para pagar el precio de la luz. Yo lo que querría es contratar a más gente y no estar pensando en como crecer menos para salvar el negocio", afirma.

Manel Llaràs, panadero, entierra sus planes expansivos ante el aumento del precio del gas y de los cereales y se dispone a resistir

"Ya estoy notando como algunos clientes se marchan y van a comprar el pan a los supermercados, que es peor pero más barato. Y todavía no he subido precios, que voy a tener que hacerlo tarde o temprano porque no tengo margen para seguir así. El coste de los cereales me ha subido el 40% en un año", cuenta, preocupado. "Pero eso a su vez es un pez que se muerde la cola, porque si subo precios corro el riesgo de que se me vayan más clientes... El Gobierno tiene que hacer algo y tiene que hacer algo ya con este desmadre de precios. No sé el que, no me toca a mi decirlo, pero necesitamos que actúe ya, no de aquí a dos meses", reclama este propietario de panadería.

"Pagamos el triple de factura de la luz"

"Pagamos el triple de la factura de la luz de lo que pagábamos hace un año y en nuestro sector hay casos mucho peores. Esto explota ahora con la guerra, pero lo llevamos sufriendo desde hace meses y la Administración no ha hecho nada", afirma la directora de administración de Suinsa, Susanna Visauta. Esta pyme industrial de 30 trabajadores está ubicada en un polígono de La Llagosta y se dedica a la fabricación mecánica de piezas de alto valor añadido. Como, por ejemplo, las máquinas que fabrican los blísteres para los medicamentos que la gente consume en sus casas. "El precio del acero, del que Ucrania es uno de los principales productores europeos, se nos ha disparado", afirma. 

Susana Visauta directora de una pyme industrial de La Llagosta.

Susana Visauta directora de una pyme industrial de La Llagosta. / Anna Mas

“El 2022 tenía que ser el año de la recuperación y ahora no sabemos que pasará”, cuenta Visauta. Estos industriales catalanes de segunda generación ha visto como al encarecimiento de materias primas y a los problemas logísticos se le suma -cada día con más fuerza- el lastre de la factura energética. "En diciembre empezamos a negociar con nuestros clientes un aumento, pero con unas expectativas totalmente diferentes. No sabemos cuánto tiempo podremos mantener esos mismos precios", añade.

Susanna Visauta, industrial, explica como se ve obligada a negociar lote a lote con sus proveedores ante la enorme volatilidad de los precios

Una incertidumbre que recorre toda la cadena de producción, pues hay proveedores que a ellos les fijan el precio lote a lote, para no pillarse los márgenes con el coste de producción del siguiente. Suben los costes de producción y Suinsa repercute parte de los mismos a sus precios, algo transversal en la economía y que explica que un tercio de los productos de la cesta de la compra en los hogares hayan subido más del 5% respecto al año anterior, según los últimos datos del gabinete de estudios económicos de Caixabank

La tensión en las cuentas de las empresas se traslada a los trabajadores, que en el convenio del metal de la provincia de Barcelona han visto como las patronales se han negado a equiparar inmediatamente sueldos al IPC tal como tenían pactado por convenio. Caso judicializado y a la espera del dictamen del TSJC, que da cuenta de la pugna incipiente entre trabajadores y empresas sobre cómo se repartirán el coste de la guerra y quien la sufrirá más, si los márgenes empresariales o el poder de compra de los salarios. "Nos preocupan los incrementos y a la vez los entiendo [a los trabajadores], porque a ellos también les están subiendo los precios", afirma esta directora, que exige una respuesta "inmediata" por parte de la Administración. "No estamos de ganar más o menos dinero, estamos hablando de sobrevivir", insiste.

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