Conciliación laboral

Despedidos por ejercer de padres: "Parece que pidas vacaciones, no ejercer un derecho"

Dos sentencias del TSJC dictaminan que las empresas incurrieron en una "discriminación" y determinaron la nulidad de los ceses

Trabajador despedido por querer cogerse el permiso de paternidad

Trabajador despedido por querer cogerse el permiso de paternidad / GABRIEL UTIEL

Gabriel Ubieto

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"Hola, ¿tienes ya respuesta de laboral sobre lo que comentamos la semana pasada de los días de baja por paternidad?". Este fue el último correo que escribió Alan antes de ser despedido. Al día siguiente recibía el finiquito por parte de la empresa, que a las puertas del nacimiento de su segundo hijo alegó que no estaba cumpliendo con los objetivos y por ello decidía prescindir de él. “Me sentí muy vulnerable. Parecía que estaba pidiendo unas vacaciones pagadas por la cara, no ejerciendo un derecho”, cuenta Alan, nombre ficticio para preservar su anonimato. 

Ver peligrar su puesto de trabajo por tener un hijo, una discriminación que históricamente han sufrido y todavía sufren las mujeres, comienza a llegar muy incipientemente a los hombres. La ‘cara B’ de equiparar los permisos de paternidad con los de maternidad es que los varones empiezan a acumular una ‘mochila’ a ojos de determinadas empresas. Son más ‘caros’, porque cuando son padres desaparecen cuatro meses de la oficina. “No está normalizado que el hombre asuma los mismos cuidados que la mujer. Parece que moleste. Yo sentí que lo que pedía estaba fuera de lugar”, reflexiona Alan, al que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dio la razón y declaró la nulidad del despido por vulneración de derechos fundamentales. 

En 2022 la maternidad sigue siendo un peligro para la estabilidad del empleo de las mujeres. Según un informe de la OIT publicado esta semana, la mitad de las madres potenciales en todo el mundo están en riesgo de despido discriminatorio, pues la normativa laboral del país donde trabajan no reúne las garantías suficientes para blindarlas. Hoy esa lacra histórica empieza a afectar en España a jóvenes como Alan. “Tradicionalmente la acción sindical la hemos centrado en las mujeres, por desgracia los avances en igualdad tienen estos efectos. Es una vergüenza, porque los permisos de maternidad o paternidad no tienen un coste directo para las empresas”, afirma la secretaria de acción sindical de CCOO de Catalunya, Cristina Torre.

Alan era director de márquetin en una empresa dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios. Estaba contento con su trabajo e iba promocionando, hasta el punto de que pocos meses antes de que fuera padre le subieron las comisiones por venta. El mes antes de comunicar formalmente a la compañía que quería planificar su permiso de paternidad fue el mes que mayor comisión percibió por ventas. “Me apartaron y me mintieron en la cara. Fue muy duro todo el proceso de esperar al juicio, el recurso… te destrozan profesionalmente. Entendería que mucha gente no siguiera [por la vía judicial], a mi me hicieron dudar de mi trabajo y sentirme mal por querer reclamar algo que debería ser absolutamente normal”, cuenta Alan.

Falta protección legal

“No existe una protección automática para los hombres que vayan a ser padres, porque los hombres no son un colectivo históricamente discriminado. Como sí ocurre en el caso de las mujeres, que al ser un colectivo históricamente discriminado y tras años de reivindicaciones del movimiento feminista, han conseguido que se les reconozca la nulidad en caso de ser despedidas estando embarazadas. Y la nulidad y una indemnización si el motivo del despido es que la trabajadora está embarazada”, explica el abogado del Col•lectiu Ronda Quim Español, encargado de llevar el caso de Alan ante el TSJC.

No es la única sentencia que ha dictado este tribunal sobre un caso similar. En otra fechada en julio del 2021 los magistrados de la sala de lo social aplican la doctrina de la discriminación reflexiva. ¿En qué consiste la misma? “Despedir a un hombre para evitar que se coja la baja por paternidad en realidad está discriminando a la mujer, porque la consecuencia es que será en ella en la que recaerá el cuidado de los hijos”, explica el letrado del Col·lectiu Ronda. Recuperando el informe de la OIT, seis de cada 10 potenciales padres en todo el mundo no tienen licencia de paternidad. Y los que la tienen, la mayoría disfrutan de una de duración testimonial: 9 días. Que ellos no accedan a los permisos de paternidad implica que acaban siendo ellas las que tienen que sacrificar parte o toda su carrera profesional para cuidar a las criaturas. 

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