Nueva propuesta

Escrivá sitúa la cuota mínima en 202 euros y plantea unos erte para autónomos

La Seguridad Social ultima un mecanismo de protección para aquellos trabajadores por cuenta propia con una caída de rendimientos netos de más del 50%

Escrivá avanza la creación de 50.000 empleos en febrero con más indefinidos

Escrivá avanza la creación de 50.000 empleos en febrero con más indefinidos

Gabriel Ubieto

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El Ministerio de Seguridad Social ha presentado una nueva propuesta para reformar el sistema de cotización de los trabajadores autónomos, que sitúa la cuota mínima en 202 euros mensuales, la máxima en 1.123 euros y crea una triple figura de protección similar a los ertes y que pretende dar cobertura a los trabajadores por cuenta propia durante caídas de más del 50% de sus ingresos, según explican fuentes conocedoras de la reunión. Hace dos semanas José Luís Escrivá modificaba su oferta y bajaba el importe de las cuotas máximas para tratar de acercar a ATA, la organización vinculada a la CEOE. Y este lunes ha vuelto a mover ficha para intentar tirar cables hacia las entidades vinculadas a los sindicatos, Upta y Uatae, con rebajas en las cuotas para aquellos trabajadores por cuenta propia con ingresos ligeramente encima del salario mínimo interprofesional (SMI). No obstante, de momento no tiene atado ni el apoyo de unos, ni de otros.

Escrivá trata de trazar los equilibrios en los que aunar todas las posiciones y para eso va reequilibrando los importes de las cuotas que los trabajadores autónomos deberán pagar una vez esté plenamente en vigor el nuevo sistema de cotización en función de los "ingresos reales". Y es que ese esquema por tramos que plantea el Gobierno se basa en la siguiente premisa: la cuota que paga el autónomo depende de la suma de cuántos ingresos fruto del trabajo tenga y cuántos gastos derivados de ese trabajo puede descontarse. Para hacer una aproximación de lo que serían sus rendimientos netos. En este sentido, Escrivá plantea que al resultado de esa ecuación los autónomos personas físicas puedan descontarse el 7% de sus rendimientos netos en concepto de gastos corrientes. Una especie de 'hucha' para imprevistos. Dicho porcentaje bajaría al 3% para los societarios.

A esos factores correctores se suman cambios en las cuotas. La mínima empezó en 184 euros, luego subió a 214 y ahora la Seguridad Social la ha bajado a 204 euros. Desde organizaciones como Uatae siguen recelosos a esos 20 euros de subida que retiene la última oferta. Esta también plantea una reducción de las cuotas de los tramos intermedios. Quienes tengan rendimientos netos de entre 1.125 y 1.300 euros pagarán 290 euros (antes era de 316 euros). Y para el tramo de ingresos de entre 1.300 y 1.500 euros la cuota baja de 391 a 382 euros, según fuentes del diálogo social. También hay un aumento para los autónomos de mayores ingresos y se recupera un tramo de la parte alta: quien tenga rendimientos mensuales por encima de 3.620 euros deberá pagar 1.123 euros de cuota. "Rebaja bastante la aportación de más de 1,3 millones de autónomos. [...] Estamos bastante más cerca de un acuerdo", ha valorado positivamente el presidente de Upta, Eduardo Abad. “Aún está lejos de las necesidades del colectivo. En el tramo más bajo hay que seguir ajustando la cuota a la baja.[…] Y, por otro lado, no entendemos porque no se recupera una cuota máxima para el tramo mayor de ingresos”, ha afirmado el portavoz de Uatae Curro Corrales.

Todo ello no es definitivo, es objeto todavía de negociación y deberá experimentar cambios si el Gobierno quiere aprobarlo con consenso del diálogo social. "Es un retroceso, [...] en cada nueva reunión que tenemos hay un tropiezo. El Gobierno sigue empeñado en llevar al suicidio económico a miles de autónomos", ha opinado el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Desde la entidad vinculada a CEOE reconocen que con el nuevo sistema 1,4 millones pagarán "ligeramente menos", pero denuncian que "más de un millón recibirán un hachazo". Las estimaciones del Gobierno son que dos de cada tres autónomos pagarán lo mismo que ahora o menos. Uno de los puntos que más oposición genera en ATA es el tratamiento de los autónomos societarios y los familiares. Estos deberán pagar una cuota mínima de 290 euros, independientemente de si tienen rendimiento correspondientes a tramos inferiores.

'Ertes' cíclicos, estructurales y de fuerza mayor

De la misma manera que en la reforma laboral se aprobaron un nuevo abanico de ertes para dar protección a los asalariados, Escrivá pretende replicar dicha filosofía para los trabajadores autónomos. Según sus negociadores han puesto encima de la mesa este lunes, habrá tres tipos de mecanismo de protección: en caso de crisis cíclicas, crisis estructurales y de fuerza mayor. En los primeros, siguiendo la estela de los ertes, los autónomos podrán acceder a una prestación especial por cese de actividad cuando acrediten una caída de rendimientos netos superior al 50%. Uno de los requisitos para acceder a esta ayuda es que los autónomos que tengan empleados deben tener registrado un erte cíclico para estos. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, el importe de dicha prestación sería del 50% de la base mínima y permitiría dejar de pagar la cuota durante el tiempo de cobro.

Otra modalidad planteada por la Seguridad Social son las prestaciones en caso de crisis estructurales, con facilidades para capitalizar el derecho a cese de actividad acumulado y vinculadas a acciones formativas para reubicarse en otros sectores o especialidades. Dicha prestación iría aparejada a una exención de cuota del 60% mientras durara la necesidad estructural. Estos dos mecanismos están pendientes de pulirse entre el Gobierno y los agentes sociales, especialmente la parte de sus condiciones de activación.

A esa dupla similar a los ertes cíclicos y estructurales se suma una tercera: las prestaciones en caso de fuerza mayor. Estas serían invocables en caso de que el autónomo vea mermado o interrumpido su negocio fruto de decisiones administrativas o desastres naturales (como la erupción del Cumbre Vieja en La Palma). En este caso la caída de los rendimientos netos debería ser superior al 50% y daría derecho a cobrar una prestación especial por cese de actividad compatible con la misma actividad y con exención de cuota.