Tecnología

La economía digital crece y supone ya cerca del 24% del PIB

La aportación actual al conjunto de la economía española es casi 5 puntos mayor a la de antes de la pandemia

Imagen del 22@, el distrito tecnológico de Barcelona.

Imagen del 22@, el distrito tecnológico de Barcelona. / Ferran Nadeu

Paula Clemente

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El mismo año que la economía española se hundía a niveles no vistos desde la Guerra Civil, el tejido empresarial digital engordaba lo suficiente como para batir su propio récord. Y según las primeras estimaciones, el logro se repitió en 2021. El primer año de pandemia, la economía digital creció 3,3 puntos hasta aportar el 22% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, entonces de 1,28 billones de euros. El año pasado, de acuerdo con cálculos aún preliminares, este porcentaje creció todavía entre un punto y un punto y medio más, con lo que la economía digital supondría ya cerca del 24% de la economía española en su conjunto, casi 5 puntos más que antes del covid.

Así lo recoge un informe elaborado por Adigital y Boston Consulting Group presentado este martes en Barcelona, que mete en el saco de la economía digital tanto el consumo directo de bienes digitales, como la repercusión indirecta del sector o la contribución de las personas que trabajan en el entorno digital o tecnológico.

“Parte de lo que hemos identificado en este estudio –ha introducido el director general de Adigital, César Tello- es que las empresas que han estado más digitalizadas han sido más resilientes durante la pandemia”. De hecho, según este portavoz, si la digitalización de las empresas hubiera sido más alta, probablemente el PIB español hubiera crecido el año del estallido de la pandemia. “Una economía más digitalizada es una economía más fuerte y competitiva”, ha afirmado.

Precisamente, la presentación del informe se enmarcaba en un acuerdo de colaboración entre Adigital y la asociación Tech Barcelona con la idea de que la economía digital duplique su aportación al PIB en los próximos ocho años (2030) hasta suponer el 40% de la economía española.

“Tanto la tecnología que tenemos ahora como la que viene nos van a permitir dar estos saltos cualitativos”, ha explicado Tello. Buena parte de la clave, para él, es que las pymes se digitalicen, entiendan que pueden ser más eficientes con menos recursos y ganen, así, más capacidad de crecimiento y de productividad. Y que, en paralelo, se apueste decididamente por ayudar a las compañías de alto crecimiento (start-ups en fases más avanzadas, unicornios…). “O lo hacemos o perdemos el segundo tren de la digitalización”, ha asegurado.

Ley de start-ups

Parte de la estrategia pasa también por que la prometida ley de start-ups entre en vigor, aunque con algunas modificaciones. Participaban también en el acto el consejero delegado de Tech Barcelona, Miquel Martí, y la directora de innovación de Foment del Treball, María Mora, que han reconocido estar trabajando en propuestas de enmiendas para que esta ley amplíe hasta los 12 años de vida el límite para que una empresa sea considerada una start-up, sea más flexible con los emprendedores en serie, evite al máximo la burocratización y que agilice y simplifique todavía más la captación de trabajadores internacionales.

En cuanto a Barcelona, el panel de portavoces ha coincidido en señalar que la ciudad tiene un rol esencial en cuanto a que el sector siga creciendo. El director de innovación y emprendeduría de la Generalitat, Lluís Juncà, ha recordado que Catalunya cierra un año récord tanto en número de start-ups, como en financiación captada, y el comisionado de Promoción de la ciudad del Ayuntamiento de Barcelona, Pau Solanilla, que claramente el de la ciudad es un caso de éxito. Para el primero, el reto en clave local es saber mirar más allá de Barcelona y apostar también por el resto de Catalunya. Para el segundo, que la digitalización y la captación de talento no dejen al margen a la administración pública.