Dossier

Fondos de la UE: el maná de la discordia

Todos los sectores económicos españoles quieren su parte de un filón dotado con 140.000 millones de euros, pero no hay para todos

Estos fondos allamarán la transformación del sector de la automoción en España

Estos fondos allamarán la transformación del sector de la automoción en España / EFE Enric Moncubiertai

Miguel Vilaplana/ Álex Soler/ Sara Ledo

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Tras el duro impacto que ha supuesto la pandemia de coronavirus, los fondos Next Generation se han anunciado como una especie de maná que vendrá a desempeñar un papel de primerísimo nivel en la senda de la recuperación. Se trata de 140.000 millones de euros van a aterrizar en España en seis años para que puedan invertirse en cuestiones como movilidad y energías renovables, formación, proyectos industriales, digitalización, financiación del emprendimiento, y turismo y comercio. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, porque cuestiones como la lentitud en las transferencias y el exceso de burocracia amenazan con minimizar los efectos positivos que esta lluvia de millones podría llegar a tener sobre las empresas y la economía en general. 

El Banco de España reducía recientemente sus previsiones sobre la aportación de los fondos europeos al Producto Interior Bruto (PIB), dejándolo en tres décimas para el año que acaba de finalizar y 1,6 puntos para 2022. Bastante lejos, por tanto, de los 2,6 puntos de crecimiento que pronosticaba el Gobierno en los tres primeros ejercicios (2021-2023). Esa reducción tiene bastante que ver, según el director de Desarrollo Corporativo de Cámara de España, Andrés Pereda, con el retraso en la aplicación de las inversiones y la concesión de ayudas. Según sus palabras, "las subvenciones de concurrencia libre tienen fácil salida, pero resultan más complicadas las de concurrencia competitiva, donde se tienen que evaluar los proyectos con detenimiento".

En parecidos términos se expresa el jefe de la Oficina de Proyectos Europeos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Luis Socías, quien advierte de la lentitud en las transferencias a las comunidades autónomas, lo que ha propiciado, apunta, "que el dinero esté cambiando de bolsillo, pero sin llegar al sector empresarial". A esto se le suman los plazos limitados de las convocatorias, y que algunas de ellas estén saliendo con una subvención de solo el 40%, "lo que está reduciendo las solicitudes de las pymes". Además, hay otro peligro del que advierte Socías, como es el hecho de que algunas multinacionales "se estén planteando desviar inversiones a otros países en los que los trámites para obtener los fondos son más ágiles".

Esta es una visión general, pero aterrizando a lo concreto, los diferentes sectores económicos también ponen el acento en las trabas que están encontrando para poder optar al dinero comunitario.

Construcción

La de la construcción es una de las actividades que, a priori, más se puede ver beneficiada por los fondos europeos. Nada menos que 35.000 millones de euros tendrían que ir a parar a las empresas del ramo, según explica el presidente de la confederación nacional (CNC), Pablo Fernández, "porque la mayor parte de las actuaciones que se lleven a cabo precisan de la ejecución de obras". Sin embargo, las grandes expectativas que se han levantado podrían irse al traste por cuestiones tan simples como la burocracia y los elementales cálculos matemáticos. "Nos estamos encontrando -destaca- con que numerosas licitaciones están quedando desiertas como consecuencia de que no se están actualizando los pliegos teniendo en cuenta los fuertes incrementos de precios de las materias primas". El sector factura 110.000 millones de euros al año y cuenta con 134.000 empresas que emplean a 1,3 millones de trabajadores.

Multinacionales se plantean desviar inversiones a países en los que los trámites sean más ágiles

Multinacionales se plantean desviar inversiones a países en los que los trámites sean más ágiles / Héctor Fuentes

Automóvil

El Gobierno lanzará «en breve» la convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para el sector de la automoción, que movilizará 2.975 millones de euros de la UE y otros 12.000 adicionales de inversión privada. Estos fondos allanarán la transformación del sector de la automoción en España, el segundo productor europeo y noveno del mundo. Proyectos como el impulsado por Seat y el Grupo Volkswagen, que propone producir coches eléctricos en Martorell y Navarra y levantar una gigafactoría de baterías en España; o el 'hub' de electromovilidad que QEV Technologies quiere instalar en las plantas de Nissan en Barcelona, cumplen los requisitos. El Gobierno estima que el Perte podría generar 140.000 trabajos y una contribución al PIB de entre el 1% y el 1,7%, así como alcanzar los 250.000 vehículos eléctricos matriculados en 2023 y entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga. La facturación del sector ronda los 60.000 millones de euros, y hay un centenar de fabricantes que generan 70.000 empleos.  

Agroalimentario

El sector agroalimentario es uno de los que más volumen económico y de empleo genera, con una facturación de 130.000 millones de euros, 430.000 trabajadores y 30.500 empresas. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), valora el Perte para el sector, aprobado esta semana en Consejo de Ministros, que contempla una inversión pública de 1.000 millones de euros hasta 2023, estando previsto que genere un impacto de unos 3.000 millones, estimándose además la creación de 16.000 empleos. Con todo, el director general de la organización empresarial, Mauricio García, confía en que la asignación para la industria se vea complementada con ayudas, al considerarla insuficiente. El Perte está enfocado a tres grandes bloques, como son la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad alimentaria.

Turismo

El turismo es uno de los sectores que ha sufrido con mayor virulencia la crisis sanitaria. Durante la pandemia ha dejado de facturar 170.000 millones de euros para quedarse, el último año, en 90.000, lo que supone un 42% menos que antes de la pandemia. De esta actividad dependen 154.000 empresas y 2,2 millones de empleos. El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, destaca que el sector tenía depositadas muchas esperanzas en los 3.400 millones asignados por el Gobierno, pero a la hora de la verdad, las expectativas se han ido al traste. "Nuestro objetivo -indica- era abordar la reforma estructural pendiente de algunos de los principales destinos de sol y playa maduros, de los que depende el 60% de la actividad turística. Sin embargo, nos hemos encontrado con que los fondos se están repartiendo por un montón de municipios que han presentado 600 proyectos, por lo que el efecto se diluye. Además, el sector privado no ha participado, por lo que también se ha perdido la oportunidad de incrementar la inversión con fondos externos. Esperamos que esto se corrija en las siguientes fases".

Metal

El del metal es un sector muy atomizado, con gran presencia de pymes y micropymes, que cuentan por ello con mayores dificultades a la hora de optar a los fondos europeos. Se trata, en concreto, de 220.000 firmas con 1,5 millones de trabajadores, que facturan alrededor de 204.000 millones de euros. Según explican desde la patronal nacional Confemetal, presidida por José Miguel Guerrero, están tropezando con grandes trabas en forma de trámites burocráticos, en parte relacionados con un modelo de reparto de ayudas descentralizado, que corre a cuenta de las comunidades autónomas. Las fuentes consultadas de Confemetal aseguran que está faltando rapidez, eficacia y transparencia, y que el sistema, tal y como está ideado, beneficia a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas, que no van a tener la oportunidad de beneficiarse de estas inyecciones de capital.

Textil

El textil cuenta con 3.800 empresas que dan empleo a 47.000 trabajadores y facturan por encima de los 6.000 millones de euros. El vicepresidente de la patronal nacional, Pepe Serna, explica que el sector ve con cierto escepticismo la percepción de los fondos europeos. Según sus palabras, "hay ayudas, como los 3.000 millones de euros que se van a destinar a la digitalización, a la que sí pueden acogerse las empresas de manera individual. Sin embargo, continuamos a la espera de que pueda ponerse en marcha el Perte que hemos estado negociando con la administración, relacionado con la economía circular, para ver si como sector podemos obtener mayores beneficios".

Juguete

Para el juguete, los fondos europeos están pasando más bien desapercibidos. Con una facturación de 1.600 millones de euros, 240 empresas y 4.500 empleados, el sector, como tal, no ha identificado oportunidades que se adapten a sus necesidades específicas. El director general de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (Aefj), José Antonio Pastor, explica que "no estamos viendo programas a los que se puedan acoger las pymes en materia de renovación de maquinaria, moldes, procesos de fabricación, desarrollo de nuevos productos o relocalización, más allá de lo que ya había con anterioridad". Los jugueteros, con todo, tienen la esperanza de que, cuando los fondos aterricen en las comunidades, "ya podamos contar con iniciativas concretas que se acoplen a lo que realmente quieran las empresas".

Calzado

El calzado es otro de los sectores que más está notando el impacto de la pandemia, hasta el punto de experimentar un descenso de la facturación de cerca de 900 millones para situarse alrededor de los 2.600. El sector aglutina a 500 empresas que dan empleo a 27.700 trabajadores. La presidenta de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), Marián Cano, destaca que la sacudida experimentada es lo que ha propiciado que las empresas tuvieran grandes expectativas depositadas sobre los fondos europeos, pero, a la hora de la verdad, la cosa se ha complicado. "Nos estamos encontrando -subraya- con numerosas complicaciones burocráticas. Los plazos no están siendo los adecuados a la hora de presentar los proyectos, ejecutarlos y justificarlos, y eso está disuadiendo a las compañías". MIGUEL VILAPLANA

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Cerámica

El de la cerámica es un sector integrado por 123 empresas que, en su conjunto, facturan 3.300 millones de euros y generan un volumen de ocupación de 16.000 trabajadores. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), entidad presidida por Vicente Nomdedeu, recuerdan que el espíritu de los fondos europeos es apoyar reformas estructurales encaminadas a modernizar las economías de los Estados miembros y potenciar su competitividad futura, basándose en ejes como la descarbonización y la digitalización. Según destacan en el sector, estos objetivos están muy alineados con las estrategias que piensan abordar los fabricantes de baldosas cerámicas, aunque, estiman necesaria una mayor celeridad en el reparto de los fondos. Desde Ascer destacan que se enfrentan a un profundo cambio de paradigma productivo y que necesitan ya, en el corto plazo, un mayor acompañamiento.

Energía

Los fondos Next Generation se presentan para el sector eléctrico como una oportunidad para mejorar la respuesta de la sociedad ante efectos adversos económicos y climáticos, con una menor dependencia energética exterior. Así lo señalan desde la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aêlec), cuyas compañías asociadas han presentado 351 proyectos relacionados con la transición energética y digital por un valor de 47.000 millones de euros. Las iniciativas planteadas están vinculadas con las redes eléctricas inteligentes, la movilidad sostenible, la electrificación del calor, el hidrógeno verde, el almacenamiento y flexibilidad energéticas y las energías renovables para la reducción de emisiones de CO2. El sector factura alrededor de 100.000 millones de euros, y cuenta con 14.000 empresas que emplean a 180.000 trabajadores.

Logística

El sector de la logística y el transporte está formado por 197.000 empresas que facturan 45.000 millones de euros y emplean a cerca de un millón de personas. A pesar de ello, de momento no se está beneficiando del despliegue de fondos comunitarios. Así lo asegura Francisco Aranda, presidente de la patronal Uno, quien destaca: "Somos una actividad muy transversal, y a la espera de que se cumpla la palabra del Ministerio de Industria respecto a la asignación de partidas específicas, de momento nos estamos teniendo que conformar con recurrir a apartados genéricos". El sector centra sus retos en la renovación de flotas y la mejora de infraestructuras.

Química

El sector químico español no tiene un Perte, pero tampoco lo necesita. "Sería imposible tener un Perte específico para el sector químico porque somos más de 20 subsectores y más de 30.000 productos diferentes", explica el director general de la patronal Feique, Juan A. Labat. En su caso, por un lado, el sector se aventaja de las ayudas destinadas a sectores demandantes de productos como son el automóvil, la construcción y el sector agroalimentario. "Si va bien el automóvil, van bien las plantas químicas", apunta. Así como de pertes más transversales como son el de las energías renovables y la economía circular, al proveer el sector químico muchos de los materiales de los paneles solares y de las baterías de litio o con el reciclado químico de plásticos y la captura y uso de CO2. Según Labat, el sector invierte unos 2.500 millones de euros al año y en el periodo 2022-2026 prevé invertir 500 millones más anuales hasta alcanzar los 3.000 millones de euros. La única pega que pone Feique es el límite de apoyo a las inversiones, que cifra en aproximadamente 10 millones, añade. Las 3.000 firmas del sector facturan 73.000 millones de euros y dan empleo a 209.000 trabajadores.

Entre la decepción y la esperanza

José María Caballé, presidente de la cadena benidormí Servigroup, con 18 hoteles repartidos por la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, empresa que en los años prepandémicos facturaba por encima de los cien millones de euros, considera que la complejidad administrativa que hay detrás de los fondos dificulta que puedan llegar a las empresas del sector turístico, sobre todo a las pequeñas. Caballé pone como ejemplo su experiencia personal. "Los hemos estudiado a fondo en la empresa, y la sensación es que están más dirigidos a la colaboración público/privada que a las mercantiles, sobre todo hoteles pequeños e individuales, que a los precios que cobran no pueden permitirse grandes desembolsos complementarios de dinero". El empresario benidormí se ha encontrado, por ejemplo, con un caso concreto en su cadena. «Hemos aprovechado lo cierres por el parón de la pandemia para mejorar las fachadas, y, a la vez, mejorar la gestión energética. Pues bien, cuando hemos preguntado por las ayudas, estas obras en concreto no entraban». El presidente de Servigroup subraya, no obstante, que los fondos Next Generation "están muy bien para que la administración se preocupe porque el entorno que rodea a los hoteles sea el mejor".

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