Entrevista

Los "colectivos con menos recursos serían los más afectados" si desapareciera el dinero en metálico

La directora de efectivo del Banco de España, Concha Jiménez, vaticina que "el dinero en efectivo está lejos de desaparecer por completo"

Concha Jimenez, directora general de efectivo y sucursales del Banco de España

Concha Jimenez, directora general de efectivo y sucursales del Banco de España / BANCO DE ESPAÑA

Pablo Allendesalazar

Pablo Allendesalazar

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La economista madrileña Cocha Jiménez entró en el Banco de España en 1980 y desde 2017 está al frente de una de las seis direcciones generales de la institución, en concreto de la encargada de la emisión de billetes y monedas de euro en el país. Como tal, es una de las mayores expertas de España sobre las perspectivas que afronta el dinero en efectivo.

-¿Qué evolución ha tenido el uso de efectivo durante la pandemia?

-El dinero en efectivo cumple dos funciones básicas en la sociedad: es medio de pago y depósito de valor. Y en contra de lo que algunos creen, durante la pandemia su uso está creciendo en valor absoluto y en proporción al PIB en prácticamente todos los países del mundo, menos en los nórdicos. En el caso de algunas divisas de amplia aceptación mundial, tales como el dólar o el euro, el efectivo crece más por su utilización como depósito de valor, dentro y fuera de sus propias fronteras, que por su utilización como medio de pago.

-¿Y su utilización para realizar pagos?

-Según la encuesta nacional del efectivo que realiza el Banco de España, desde 2014 se venía observando una tendencia hacia a un menor uso del efectivo como medio de pago en España. La pandemia de la covid-19 ha acelerado este proceso de sustitución del efectivo como medio de pago en favor de otros alternativos, como tarjetas o medios de pago virtuales, debido a varios factores como son el cambio en los hábitos de consumo y el incremento de las compras online. La inicial cautela de la población en relación al contagio que pudiera provenir del uso de billetes y monedas, fomentada en muchos casos por los establecimientos, contribuyó al descenso en el uso del efectivo al declararse la pandemia. Sin embargo, paradójicamente, se observa un mayor flujo hacia su uso como depósito de valor por motivos precautorios. Este hecho se conoce como 'la paradoja del efectivo', que refleja una mayor demanda de efectivo en la zona del euro, a pesar de la disminución del uso como medio de pago. En estos momentos, dicho uso como medio de pago se está estabilizando, pero sin recuperar los valores de 2019, anteriores a la pandemia.

-¿Llegaremos algún día a las 'sociedades sin efectivo' que se auguran periódicamente?

-El dinero en efectivo está lejos de desaparecer por completo a corto plazo. Como medio de pago sigue y seguirá siendo imprescindible. El efectivo tiene valor en sí mismo, su autenticidad puede comprobarse fácilmente para distinguirlo de las falsificaciones y permite liquidar pagos sin necesidad de la intervención de terceros. Ningún otro instrumento de pago reúne estas tres características tan eficazmente como el efectivo.

-¿Quiénes se verían perjudicados si desapareciese?

-El efectivo está al alcance de todos y permite realizar pagos a quienes carecen de cuentas bancarias o tienen un acceso limitado a otros medios de pago, por lo que es clave para la inclusión social de personas vulnerables, como los ancianos o los colectivos de rentas bajas. Los colectivos con menos recursos serían los más afectados si desapareciera el efectivo. No hay que olvidar que el pasado mes de marzo, el Consejo Económico y Social de la Unión Europea aprobó un dictamen sobre la Estrategia de Pagos Minoristas en cuyo texto se apuntaba que el efectivo es de una enorme importancia para la inclusión social y el acceso a los servicios básicos, añadiendo que sigue siendo el medio de pago preferido de los consumidores en sus puntos de venta y en las transacciones minoristas entre particulares. El efectivo cuenta con unas características únicas que facilitan que en el futuro siga siendo un importante medio de pago, coexistiendo con otros medios digitales, y por este motivo es crucial preservar el acceso al efectivo y garantizar la aceptación del mismo.

-¿La digitalización completa de los distintos grupos de población en unos 15 años podría marcar un punto de inflexión?

-Si bien es cierto que la tendencia a la completa digitalización pudiera llevar asociado un menor uso del efectivo, debemos tener en cuenta que, además de los motivos anteriores, existen otros factores como los generacionales, los culturales o la tradicional consideración del dinero físico como activo seguro que hacen necesaria su existencia.

-¿Cuáles son esos otros factores que hacen necesaria su existencia?

-En tiempos de crisis, en especial financieras, se ha demostrado que el efectivo actúa como 'depósito de valor' aumentando fuertemente su demanda. Además, la privacidad y su funcionamiento como método de pago ante cualquier situación de emergencia o bloqueo de sistemas son algunas de las razones por las que los ciudadanos valoran más la existencia del efectivo. El derecho a la privacidad es una preocupación creciente y pagar en efectivo ofrece a los consumidores más garantías de privacidad que el dinero electrónico. En relación a la seguridad, hay que mencionar los peligros que conlleva el exceso de digitalización, ya sea en cuestiones de ciberseguridad o en situaciones de catástrofes naturales o decisiones que bloqueen el acceso a internet y, por lo tanto, a los medios digitales de pago. Ante esto, el dinero en efectivo puede actuar como una red de contingencia. Finalmente, la libertad de elección del medio de pago a utilizar por parte de los ciudadanos es uno de los principales argumentos que respaldan la continuidad del efectivo.

-¿La posible creación del euro digital por el BCE puede suponer un cambio?

-El Banco Central Europeo menciona en su estrategia del proyecto de investigación del euro digital la necesidad de que la moneda digital sea un complemento del efectivo, no su sustituto. Por todos estos motivos, parece bastante remota la posibilidad de que no exista el efectivo.

Suscríbete para seguir leyendo