Política medioambiental

España y las oenegés se alinean en contra de considerar verdes el gas y las nucleares

El argumento principal es que apoyar las nucleares y el gas reduciría las inversiones en energías renovables

Central nuclear

Central nuclear / Pixabay

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La propuesta de la Comisión Europea de considerar el gas y las nucleares como energías verdes cuenta con abierta oposición por parte del Gobierno de España. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica y el reto demográfico de Teresa Ribera reconocieron que esa taxonomía energética "no envía las señales adecuadas a la inversión en energía limpia, desde el momento en que otorga el mismo tratamiento al gas y la nuclear que a fuentes indiscutiblemente limpias, como la eólica o la solar". Esta posición está respaldada, añade el ministerio, en que "España siempre ha abogado por una clasificación basada en la ciencia y la evidencia, útil y creíble. La inclusión en la denominada taxonomía verde de energías más costosas y contaminantes, con largos plazos de amortización, puede distraer fondos e inversiones que podrían destinarse en la dirección correcta: las energías renovables".  Cabe, de hecho, la posibilidad de que el estándar de la UE se vea mejorado a nivel nacional por terceros países o, incluso, por sus estados miembros, aplicando la propuesta original, como hizo España con su primera emisión de bonos verdes en verano de 2021.

Ahora el texto pasará a manos del Consejo y del Parlamento Europeo, que tendrán cuatro meses para, en su caso, vetar el documento y rechazar la inclusión del gas y nuclear. En el caso del Consejo, esto se conseguiría si se reúne al menos a 20 estados miembros. En el caso del Parlamento, este rechazo se conseguiría con una mayoría de pleno, es decir, 353 diputados y diputadas. En la práctica, los Veintisiete y el Parlamento Europeo podrán bloquear los planes del Ejecutivo, pero necesitarán una amplia mayoría para tumbarla.

Las oenegés tienen también una posición crítica o abiertamente contrarias al gas y las nucleares. En concreto, Greenpeace ha acusado a la Comisión Europea de "intento de robo" al incluir la energía nuclear y el gas dentro de la taxonomía de inversiones verdes en un proceso en el que se ha "excluido" del proceso a varios eurodiputados, a los que se ha negado la posibilidad de examinar el "controvertido" paquete aprobado este miércoles en Bruselas. Greenpeace ha instado a los eurodiputados que voten en contra de esta propuesta, para la que se necesita o bien una mayoría del Parlamento o 353 eurodiputados para rechazarla. La oenegé también solicita a "todas las instituciones financieras" de la Unión Europea que "no clasifiquen las inversiones en energía nuclear y gas como ambientalmente sostenibles, y que sean transparentes y se basen en la ciencia a la hora de tomar decisiones de inversión en energía y clima".

Para las oenegés la propuesta aprobada por Bruselas incentivará que cientos de miles de millones de euros en inversiones privadas se alejen de las energías limpias como las renovables para dirigirse al gas fósil, agravando la crisis climática, o a la energía nuclear.

Objetivos medioambientales

Por otro lado, la Plataforma de Financiación Sostenible, que asesora a la Comisión Europea en la agenda verde, ha expresado que las disposiciones sobre energía nuclear, especialmente los residuos radiactivos, violan un principio clave de la taxonomía que pretende garantizar que cualquier tecnología incluida no perjudique significativamente a seis objetivos medioambientales de la UE.

Los abogados ambientalistas de la oenegé Client Earth han avisado de que incluir en la taxonomía el gas fósil, principal fuente de emisiones energéticas de Europa, sería "incompatible con varias leyes de la UE, incluida la ley del Clima de 2021" y ha anunciado que varios gobiernos y organizaciones planean impugnar la decisión.

En la misma línea, para el coportavoz de Verdes Equo Florent Marcellesi, ha denunciado que la decisión de la Unión Europea de incluir el gas y la nuclear dentro de las inversiones energéticas verdes es "puro greenwashing". En ese sentido, también considera que esta decisión contradice el Pacto Verde europeo y el Acuerdo de París, por lo que ha anunciado que los verdes plantearán dentro del Consejo y del Parlamento Europeo "revertir esta propuesta tóxica e incoherente".

Desde Ecologistas en Acción también se han unido al rechazo que ha provocado este documento, junto a numerosas organizaciones, algunos Estados miembros y desde el grupo de expertos que trabajó en el borrador del documento, que también piden el veto del Parlamento Europeo porque la decisión va "frontalmente en contra de los objetivos climáticos". La responsable de la campaña de finanzas sostenibles de Ecologistas en Acción Sara Bourehiyi, ha criticado la decisión porque convierte a la taxonomía en un "instrumento de lavado verde".

Desde Amigos de la Tierra, se oponen "frontalmente" a la propuesta de taxonomía porque supone "una gran amenaza" para los objetivos del Acuerdo de París y socava los esfuerzos en torno a la implementación del Pacto Verde europeo. "Es una broma de mal gusto que un combustible fósil como el gas y que una de las energías más peligrosas y contaminantes, la nuclear, pasen a catalogarse energías sostenibles que pueden promover la transición energética", ha valorado la responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, Cristina Alonso.

WWF reclama asimismo tanto al Parlamento como al Consejo de la UE que rechacen la propuesta porque "socava por completo" el liderazgo de Europa en materia de finanzas verdes y pondría en riesgo llegar a los objetivos climáticos.