Los efectos del virus

Las franquicias ganan terreno a los bares tradicionales tras los cierres por el covid

Las cadenas de restauración ganan cada vez más cuota de mercado a los establecimientos independientes

Los locales que no pertenecen a cadenas o franquicias afrontan la crisis del covid con menos músculo 

Barcelona 28/2/2022 La pandemia perjudica a los bares tradicionales, que se los quedan las franquicias. Bar Cafeteria Albert’s. Carrer del Bruc, 114 Foto Ferran Nadeu

Barcelona 28/2/2022 La pandemia perjudica a los bares tradicionales, que se los quedan las franquicias. Bar Cafeteria Albert’s. Carrer del Bruc, 114 Foto Ferran Nadeu / Ferran Nadeu

Paula Clemente

Paula Clemente

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Cuenta ese pozo de sabiduría infinita que es la red que los nombres de bares más populares en España son Plaza, Avenida y La Parada, por un lado, y Paco, Manolo y Pepe, por el otro. El artículo que así lo asegura, de la plataforma Baarty, data de casi 10 años atrás y retrata una época que por lo menos Barcelona parece haber olvidado. En la capital catalana (en especial en sus barrios más céntricos) este “bar de toda la vida” empieza a ser una ‘rara avis’. De hecho, pese a que en España el restaurador autónomo conserva una cuota de mercado cercana al 70%, las cadenas controlan una porción cada vez mayor del pastel. Y la pandemia ha acelerado la tendencia.

Así lo evidencia el grupo de investigación de mercado NPD, cuyos datos indican que a cierre del año pasado los establecimientos independientes recibían el 68% del gasto en restauración, una cuota de mercado 15 puntos inferior a la que controlaban una década atrás. Y si bien en estos años la pérdida de volumen era progresiva y solo en casos contados superaba el punto de un año a otro, de acuerdo con el anuario que elaboran KPMG, Marcas de Restauración y NPD, con la llegada del covid los autónomos pasaron de captar el 75,3% del gasto en 2019 a cerca del 70% en 2020, casi 5 puntos de diferencia que disparan una gráfica que como mucho había subido 2 puntos en 2018. Un año más tarde, este mercado ha perdido ya otros 2 puntos. 

Según este retrato, quien sale beneficiada es la restauración de marca, es decir, todos aquellos locales que responden a una imagen o política de marca común. Son los que captan ya cerca de un tercio del mercado, lejos del 15% que registraban hace 10 años. Además, pese a que la pandemia ha reducido las ventas en ambos tipos de negocios, la herida es de nuevo más grande en el caso de los establecimientos independientes, que en 2020 vieron su actividad caer un 45%, frente al 31% de las cadenas. Los responsables del estudio atribuyen esta diferencia a “su menor oferta de opciones de consumo fuera de sala (’delivery’ & ‘take away’) y a una aceleración en el cierre de establecimientos”.

Doble de cierres

Los datos preliminares que maneja Delectatech, start-up de big data que trabaja con datos del sector Horeca (hostelería, restaurantes y caterings), confirman que se ha duplicado la tasa de cierres de establecimientos, mientras que la tasa de aperturas se ha reducido a la mitad. Y si bien esta firma no detecta una gran diferencia entre el número de establecimientos independientes y organizados cerrados, sí que anticipa que en los próximos meses la balanza se va a inclinar desfavorablemente hacia la restauración individual.

"Durante los primeros meses de covid, el gran problema del sector Horeca fue la liquidez", justifica el fundador de la empresa, Xavier Mallol. "Además, vimos un cambio de las leyes de oferta y demanda en el mercado, ya que un restaurante que normalmente estaba lleno y funcionaba muy bien podía pasar a estar vacío o cerrado por no disponer de terraza o un local adaptado a las medidas sanitarias", añade.

Eso convirtió inversiones y negocios viables en apuestas de riesgo y generó un problema de deuda más fácil de digerir para las cadenas. "La restauración organizada, con más músculo financiero y capacidad de negociación con proveedores y bancos que la restauración independiente, parece que podrá soportar mejor el golpe que los bares de toda la vida", aventura Mallol.

De su lado, la Confederación Empresarial de Hostelería de España se acoge a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y completa el dibujo apuntando que a 1 de enero de 2021 había 80.000 restaurantes y cafeterías abiertos en España, un 1% menos que antes de la pandemia, y 175.000 bares, un 4% menos. De hecho, en relación a 2011, la diferencia es del 21%. Pese a que un restaurante puede ser una empresa independiente, y un bar, una cadena, esta estampa pone de manifiesto la compleja situación que afrontan estos últimos: “Son pequeñas empresas con poco pulmón financiero para aguantar los difíciles momentos vividos y con difícil acceso a las ayudas que ha habido”, analizan desde Hostelería de España. 

Terrazas y ‘delivery’

“Hay que diferenciar las cadenas nacionales-internacionales de los grupos de restauración local, que siguen ofreciendo una propuesta gastronómica propia aunque tengan 2, 3 o 4 locales repartidos por la ciudad”, matiza el Gremi de Restauració de Barcelona, que se mantiene firme en su convicción de que la pandemia ha puesto en valor la restauración de proximidad y que, precisamente por eso, difícilmente estos establecimientos están perdiendo cuota de mercado frente a las cadenas. 

Hay sin embargo otros problemas que amenazan al tejido de bares tradicionales. Un estudio que realizó Delectatech para la Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC muestra que los términos que más popularidad ganaron dentro del universo restaurador el año pasado fueron las terrazas, el servicio de reserva, los postres, las croquetas y los arroces. En cambio, las categorías que más relevancia perdieron son las tapas, el café, la cerveza, las hamburguesas y los pinchos. Y a este cóctel hay que sumar el fuerte tirón del ‘delivery’: según AECOC, esta forma de consumo se ha duplicado tras la pandemia y ya solo es ajena a él el 25% de la población. 

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