Conflicto comercial

La UE denuncia a China ante la OMC por sus restricciones comerciales a Lituania

La Comisión Europea dice que las restricciones que impone Pekín al país báltico van contra las normas de la Organización Mundial del Comercio

El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. / REUTERS

Silvia Martinez

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La apertura de una oficina de representación de Taiwan en julio pasado en la capital lituana de Vilna fue el elemento que prendió la mecha. A raíz de aquella decisión, China empezó a bloquear, como medida de presión, las importaciones de Lituania. Pekín incluso anunció a finales de noviembre que dejaba de entregar visados al país báltico como medida de protesta. Dos meses después y tras fracasar el intento de reconducir la situación, la Unión Europea ha decidido denunciar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo que considera “prácticas comerciales discriminatorias" de Pekín contra Lituania, que también están golpeando a otras exportaciones procedentes del mercado único europeo.

“Lanzar un caso ante la OMC no es un paso que nos tomemos a la ligera. Sin embargo, tras repetidos intentos fallidos de resolver el problema bilateralmente, no vemos otra forma de avanzar que solicitar el procedimiento de resolución de disputas con China ante la OMC”, ha explicado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, recordando que “la UE está decidida a actuar de forma unida y rápida contra las medidas que infringen las normas y que amenazan la integridad de nuestro mercado único”.

Se trata del primer paso en el procedimiento de resolución de conflictos al que Bruselas ha decidido acudir tras fracasar la vía de diálogo abierta a nivel bilateral con Pekín. “El compromiso de la UE con China sigue siendo un hecho. China es nuestro mayor socio comercial y un socio vital para hacer realidad objetivos globales como la acción climática. Valoramos nuestra relación y queremos mantenerla y profundizar en ella. Sin embargo, esto requiere respeto mutuo. Tenemos que poder hablar de cuestiones problemáticas y trabajar juntos para resolverlas”, ha recordado el político letón.

Evidencias de restricciones

Según ha explicado la Comisión Europea, en las últimas semanas han acumulado pruebas y evidencias de varios tipos de restricciones que China empezó a aplicar el pasado 1 de diciembre y que incluyen la negativa a autorizar la entrada de productos procedentes de Lituania a través de las aduanas del país, el rechazo a las solicitudes de importación procedentes del país báltico así como la presión a otras empresas europeas de otros Estados miembros para que eliminen piezas de sus cadena de suministros cuando el destino sea la exportación a China. 

El resultado de esta estrategia coercitiva es "la prohibición de las importaciones lituanas desde el mercado chino, que ha golpeado particularmente al sector farmacéutico, los láser, la electrónica y la alimentación, la cancelación de pedidos de empresas chinas a Lituania, el recorte de exportaciones chinas al país báltico y la presión a otras multinacionales europeas a que abandonen el uso de componentes lituanos en su producción si no quieren sufrir restricciones a la importación”, ha relatado Dombrovskis. Todo esto ha supuesto una caída del 91% en el flujo comercial entre Lituania y China en el mes diciembre respecto al mismo período de 2020.

60 días de plazo

“Seamos claros, estas medidas son una amenaza para la integridad del mercado único europeo. Afectan al comercio intracomunitario y a las cadenas de suministro en la UE y tienen un impacto negativo en la industria europea y por eso hemos decidido dar un paso adelante para defender los derechos de la UE”, ha anunciado. La apertura de consultas es la primera etapa en el procedimiento de resolución de conflictos. Si estas consultas no dan un resultado positivo en un plazo de 60 días, la UE podrá solicitar el establecimiento de un panel para dirimir este nuevo contencioso que llega en plena escalada de las tensiones con Rusia.

La intención de Bruselas es continuar en paralelo los esfuerzos de desescalada y buscar una solución diplomática que resuelva el nuevo contencioso de forma amistosa. “Si encontramos una solución no proseguiremos con el caso. Queremos encontrar una solución”, ha asegurado el responsable de comercio de la UE que espera que la UE acelere este año la aprobación del nuevo instrumento anticoerción propuesto en diciembre pasado por la Comisión Europea para reaccionar con mayor rapidez a casos de este tipo.