Energía

Repsol lidera el mayor consorcio de hidrógeno verde de España

Shyne, como se llama la iniciativa, tiene entre sus socios promotores a Alsa, Bosch, Celsa, Enagás, Scania y a Talgo

La alianza cuenta con 3.200 millones de euros de inversión y desplegará proyectos en 10 comunidades

Representantes de las compañías promotoras del consorcio para el hidrógeno verde Shyne

Representantes de las compañías promotoras del consorcio para el hidrógeno verde Shyne / El Periódico

Paula Clemente

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Aferrada a la ventaja que le dan los años trabajando con él y a llevar acumuladas varias alianzas a su alrededor, Repsol ha decidido ponerse el traje de maestro de ceremonias para coordinar el trayecto hacia la adopción del hidrógeno verde. La petrolera hizo público hace solo tres meses que su estrategia en torno a este combustible pasaba por invertir 2.500 millones de euros y por crear "grandes polos regionales" en torno a él. Ahora la firma lleva este objetivo algo más allá y lanza, dice, el mayor consorcio en España para impulsar el hidrógeno renovable.

Shyne (Spanish Hydrogen Network), como han llamado a esta iniciativa, tiene además detrás a seis grandes compañías promotoras (Alsa, Bosch, Celsa Group, Enagás, Scania y Talgo), aglutina a otra quincena de empresas (Baleària, Iberia, Navantia, Tubacex o Zigor entre otras) y cuenta con once entidades entre asociaciones, centros tecnológicos y universidades. Entre ellos, la Asociación Española del Hidrógeno (AEH2), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Instituto de Investigación de la Energía de Catalunya (IREC).

"El objetivo es promover proyectos de hidrógeno renovable en todos los ámbitos de la economía española y fomentar una descarbonización rápida y efectiva a través de este vector energético, que se postula como una de las claves de la transición energética", razona Repsol en un comunicado.

La compañía ha especificado que prevé que a través de Shyne se inviertan 3.230 millones de euros en poner en marcha iniciativas de producción, distribución y uso de hidrógeno renovable en el sector industrial y en el transporte, así como desarrollar tecnologías que lo exploten o acelerar los planes de despliegue de este combustible. En conjunto, se anticipan proyectos en diez comunidades autónomas y generar, con ellos, más de 13.000 empleos.

En concreto, algunos de los objetivos son conectar iniciativas ya existentes como el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), el Valle del Hidrógeno de Catalunya y el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia; promover la creación de dos centros de innovación en Castilla-La Mancha y Madrid; o abrir un centro de gestión del conocimiento también en la capital del Estado que coordine este tipo de actividades.

"Shyne nos permitirá unir nuestras capacidades y traccionar aquellas que necesitemos de pequeñas y medianas empresas para acelerar juntos la descarbonización de la economía española", ha sintetizado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.

El hidrógeno renovable

El hidrógeno es un gas comúnmente ensalzado (siempre que se combine con otras energías renovables) como combustible limpio casi ideal para la industria. Fácil de almacenar y distribuir y perfectamente capaz de sustituir al gas natural eliminando encima de la ecuación los gases de efecto invernadero, su principal inconveniente es que a día de hoy se necesita mucho despliegue eléctrico y económico para producirlo.

De hecho, uno de los grandes objetivos de las inversiones de Repsol, el mayor productor del mercado, son las tecnologías y procesos para transformar su hidrógeno gris (el que se combina con combustibles fósiles) en verde.

En este sentido, incluso el Gobierno de España ha anunciado que uno de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) tras la pandemia, estará centrado en buena medida en el hidrógeno renovable. Este paquete, que incluye también las energías renovables en general, contempla movilizar en torno a 16.300 millones de euros, de los cuales casi 7.000 serán públicos.

Carrera europea

No es de extrañar, entonces, que el Ejecutivo haya asistido a la presentación de Shyne y haya celebrado su existencia. "Es la pieza del puzle que nos faltaba para avanzar hacia la descarbonización de la economía y conseguir la neutralidad climática en 2050", ha valorado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, que también ha señalado que se trata de una propuesta clave para "avanzar en el desarrollo del conocimiento, la tecnología 'made in Spain' y la consolidación del tejido empresarial y de cadenas de valor industriales".

"España tiene una oportunidad única y toda la capacidad para liderar la cadena de valor industrial del hidrógeno en Europa", ha asegurado a su vez el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco.