Reindustrialización

Ex subcontratados de Nissan: "No confío en que haya ninguna reindustrialización para mí"

Parte de los 17.000 empleados que dependían indirectamente del nipón denuncian quedarse al margen de la reindustrialización

Subcontratados de Nissan, en protesta

Subcontratados de Nissan, en protesta / Ricard Cugat

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Magna, Tachi-S, Tecnove, Segula, Comsa, Carretillas Mayor, Aubay, Servi Securitas, Bartic Clan o Gestamp son algunos de los muchos nombres que han formado parte de la historia de Nissan en Catalunya. Un gran fabricante de automóviles es un gran astro alrededor del cual orbitan cientos de satélites, en los que trabajaban miles de empleados. Si Nissan finiquitó el pasado 31 de diciembre a 2.000 trabajadores, otros 17.000 estaba empleados en sus subcontratas.

El proceso de salida de gran parte de esas ‘víctimas colaterales’ del cierre de Nissan no ha sido siempre ni ordenado, ni exento de conflictividad. Es el caso de Acciona, una de las principales subcontratas de los nipones en Catalunya y que en el momento del anuncio de cierre empleaba a algo más de 500 personas. Asesorados por el Col•lectiu Ronda, denunciaron y acabaron consiguiendo un acuerdo que evitó el juicio. "Cogí la indemnización de 52 días y me desvinculé, no confiaba nada en acabar participando de ningún proceso de reindustrialización", explica Pedro, ex trabajador de Acciona. 

Uno de los compromisos asumidos entre Nissan, los sindicatos y la Administración es que en el o los proyectos industriales que sucedieran a los nipones debieran tener un futuro tanto los trabajadores de la empresa principal, como los damnificados de las subcontratas. Tras el ‘no’ del fabricante chino Great Wall, la opción que se ha impuesto es la coral del ‘hub’ de electromovilidad. Este promete ocupar a unos 1.500 trabajadores, pero no está claro que tenga capacidad para absorber a todos aquellos ex empleados provenientes de los satélites. “Yo ya estoy trabajando en otra empresa. No podía ni quería esperar a ver qué acababan poniendo donde Nissan. ¿Cuánto tardaría en arrancar? ¿Meses? ¿Años? ¿Y si luego no me recolocaban? Nada, nada…”, explica Tomás, otro ex auxiliar del gigante nipón.

Las estimaciones de empleo que han ido publicitando durante los últimos meses los diferentes proyectos que han postulado a suceder a Nissan coinciden en mantener la masa laboral que deja la gran empresa. Pero obvian el impacto a nivel de ocupación que conseguirá tener en las subcontratas. . Precisamente una de las dudas que despertaba la candidatura de la china Great Wall Motors (GWM) era que su cadena de proveedores la conservaría en Asia. 

La alianza del ‘hub’ de la electromovilidad, el actual designado para ocupar una porción mayoritaria de los terrenos de Nissan, ha cifrado su dimensión en “4.000 empleos directos y 10.000 indirectos” a lo largo de los próximos años. No todos los actores implicados en la reindustrialización ven factibles dichas proyecciones, hasta el punto de que la Administración, las centrales y Nissan están estudiando como diversificar los actuales 517.000 metros cuadrados de superficie para no depender únicamente del ‘hub’. Lo que en la fase actual de las negociaciones pasa por incorporar proyectos logísticos, que poco o nada comparten a nivel de proveedores con los ex Nissan.

Suscríbete para seguir leyendo