Política monetaria

¿Cómo ha beneficiado el BCE a España durante la pandemia?

Sede del Banco Central Europeo en Fráncfort

Sede del Banco Central Europeo en Fráncfort / AFP / YANN SCHREIBER

Pablo Allendesalazar

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La rápida y contundente reacción del Banco Central Europeo (BCE) desde las primeras fases de la pandemia ha permitido que el coronavirus no provoque una crisis de deuda pública y financiera en la zona euro, como sucedió en la anterior crisis (particularmente entre 2012 y 2013). Tras un primer mensaje erróneo y rápidamente corregido de su presidenta, Christine Lagarde (quien aseguró que la autoridad monetaria "no está aquí para cerrar" las primas de riesgo), la autoridad monetaria desplegó una batería de medidas sin precedentes, a la que este jueves previsiblemente comenzará a dar marcha atrás ante el avance de la recuperación económica y el brutal repunte de la inflación. España ha sido uno de los países más beneficiados. 

¿Que puede hacer el BCE según los tratados europeos?

El mandato del Banco Central Europeo (BCE) se limita oficialmente a lograr la estabilidad de precios, definida desde el pasado verano como un nivel del 2%. En ello difiere de la Reserva Federal estadounidense, que también debe tratar de lograr el pleno empleo, lo que legalmente le da más margen de actuación. Sin embargo, aunque el mandato del BCE no le permite financiar directamente a los Estados (comprar deuda en las emisiones de los Tesoros), la justicia europea ha determinado que puede hacerlo de forma indirecta (comprar la deuda pública en manos privadas) para lograr su objetivo de inflación. El banco central del euro, por tanto, pueda actuar de esta forma sobre las primas de riesgo (diferencial del interés del bono a 10 años de un país respecto al alemán de referencia en el mercado privado, indicador del riesgo de impago a ojos de los inversores). Ello hace que en la práctica pueda facilitar que los países (administraciones públicas, empresas y particulares) se financien de forma más barata en momentos de tensión, como los vividos durante la pandemia.

¿Cuál es la principal medida del BCE para responder al covid?

La principal herramienta desplegada por el BCE para combatir los efectos económicos de la pandemia fue lanzar un programa de compra de deuda pública y privada sin precedentes, dotado inicialmente con 750.000 millones de euros en marzo de 2020, ampliados en otros 600.000 millones en junio de aquel año y 500.000 adicionales el pasado diciembre, hasta un total de 1,85 billones de euros. De forma novedosa, además, decidió permitirse realizar esas compras de forma "flexible" y no estrictamente en función del peso de cada socio del euro en el capital del BCE, de manera que podrían centrarse de forma temporal en los países que estuvieran sufriendo un mayor encarecimiento de su financiación, como sucedió a principios de año con España e Italia.

¿Por qué es una medida beneficiosa?

El hecho de que el BCE realice compras masivas de deuda en el mercado secundario (entre inversores privados) hace que los tipos de dicha deuda bajen de forma notable, al aumentar enormemente la demanda de los títulos. Ello provoca, a su vez, que las emisiones primarias que hacen los Estados (la deuda que venden directamente los tesoros nacionales a los inversores) se coloquen también con intereses menores. Al abaratar el coste de la deuda, los Gobiernos han podido aumentar sin problemas su gasto para combatir los efectos del coronavirus (con medidas como los ertes, por ejemplo). Han podido, así, seguir obteniendo dinero (los mercados no han dejado de prestarles, como le sucedió a varios países en la anterior crisis) a un precio que se pueden permitir pagar (en 2012, por ejemplo, España tuvo que pedir el rescate para la banca porque los intereses que le exigían los inversores eran tan altos que habrían llevado a las finanzas públicas a ser insostenibles, con la consiguiente suspensión de pagos por parte del Estado).

¿Qué efecto ha tenido la medida en España?

España, como uno de los países que de partida tenía una situación de las finanzas públicas más frágil por las consecuencias de la anterior crisis, ha sido uno de los principales beneficiarios de las compras de deuda pública y privada del BCE, que ha adquirido bonos por valor 170.306 millones de euros de emisores españoles. El coste medio de la deuda pública emitida en el año ha pasado del 0,49% de 2019 a -0,02% en 2021 (por primera vez en la historia en negativo, lo que implica que el Tesoro devuelve menos de lo que le prestan), mientras que el coste medio de la deuda en circulación ha bajado del 2,34% al 1,65%. Esta reducción rebaja la carga de intereses que deben pagar las administraciones públicas a los inversores, tanto en términos absolutos de caja como en relación al PIB y a los ingresos públicos. Además, también abarata el coste de la financiación de las empresas y los particulares, ya que -salvo excepciones mínimas- los mercados consideran que el sector público es el que agente económico que menos riesgo de impago tiene en un país y le sirve de referencia para los intereses que le piden al sector privado.

¿Qué otra gran medida ha adoptado el BCE?

La otra gran medida que ha adoptado el BCE para combatir los efectos económicos del coronavirus en mejorar las condiciones de las inyecciones de liquidez masiva a los bancos condicionada a que den créditos a empresas y familias (TLTRO). Así, las entidades pueden obtener la financiación con un interés de hasta el -1% (devuelven al banco central menos dinero del que reciben) en función de los préstamos que concedan. Estas condiciones se aplican desde el 24 de junio de 2020 hasta el 23 de junio de 2022. Tras las rondas de inyecciones lanzadas en 2014 y 2016, la última comenzó en septiembre de 2019, pero sus condiciones se adaptaron en marzo, abril y diciembre de 2020 para responder al impacto de la pandemia. La última operación se ejecutará en diciembre de 2021, pero el mercado espera que el BCE anuncie a principios de año una nueva ronda.

¿Qué efecto ha tenido en las empresas y hogares españoles?

Las inyecciones de liquidez masiva a los bancos en condiciones excepcionales han ayudado a que, en contra de lo habitual en las crisis, las entidades no solo no hayan reducido el crédito al sector privado durante la pandemia sino que lo hayan aumentado. Según datos del Banco de España, el sector tenía concedido 1,213 billones de euros a empresas y familias españolas al cierre de septiembre, un 1,6% y 19.853 millones más que en 2019. Con datos de junio, las compañías tenían 572.050 millones, un 6,9% más, y los hogares 648.549 millones, un 0,16% (lo cual es lógico dado que las empresas tuvieron que hacer acopio de liquidez al principio de la crisis, particularmente con los crédito avalados por el Estado a través del ICO, para sobrevivir). El abaratamiento de la financiación provocado por las compras de deuda, además, ha provocado que el tipo medio haya caído del 1,68% al 1,46% en las hipotecas y del 4,9% al 4,63% en el crédito al consumo, así como que se haya mantenido estable en los préstamos a empresas (del 1,46% al 1,56%).

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