Encuesta de situación

El precio de la electricidad y la inflación, principales preocupaciones de los economistas catalanes

Los profesionales dudan de si las tensiones inflacionistas tienen una base coyuntural o estructural

Carles Puig de Travy y Xavier Segura durante la presentación de la Encuesta de Situación de la economía catalana.

Carles Puig de Travy y Xavier Segura durante la presentación de la Encuesta de Situación de la economía catalana.

Eduardo López Alonso

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El precio de la electricidad y la crisis de la cadena de aprovisionamientos son las principales preocupaciones de los economistas catalanes. Es una de las conclusiones de la periódica encuesta de situación de la economía catalana que realiza el Col·legi d'Economistes de Catalunya entre sus asociados. Más de un millar de encuestas que dibujan una situación compleja, repleta de incertidumbres en la que los profesionales de la economía dudan de si las tensiones inflacionistas actuales tienen una base coyuntural o estructural. Para el decano del Col·legi, Carles Puig de Travy, las respuestas de los economistas catalanes demuestran que en gran medida "no podemos saber si los problemas son coyunturales o estructurales", especialmente en el caso del alza de los precios energéticos.

Mientras en la encuesta realizada en mayo de este año, el 70,4% de los encuestados consideraba que el impacto del covid era el problema más acuciante de la economía catalana, en noviembre la pandemia había pasado ya a un quinto lugar en la clasificación de problemas, tras el precio de la electricidad, el déficit fiscal, la situación política en general y los problemas en las cadenas de suministro que generan una inflación preocupante. Mientras el paro suponía en mayo el tercer quebradero de cabeza para los economistas, en estos momentos ha pasado a ocupar el décimo puesto en la lista.

Para afrontar el problema del alza de los precios de la electricidad, el 45,8% de los economistas catalanes consideran que la solución pasa por afrontar una reforma europea en el sistema de fijación de precios con una modificación del sistema de subastas eléctricas. También abogan por que se eliminen de la factura componentes ajenos a los costes y que se apliquen medidas de ahorro y eficiencia energética.

Sobre si estas alzas de precios que envuelven la actual situación, tanto en precios energéticos como en otros ámbitos, llama la atención que los economistas catalanes no tienen una posición clara. Mientras el 48,2% opinan que dependen de factores coyunturales, y que por tanto pueden enmendarse en un tiempo, el 46,9% ven razones estructurales o de solución más compleja. En opinión del vocal del Col·legi Xavier Segura "será difícil volver a precios de electricidad bajos" pese al componente estructural del incremento de precios. Para Puig, la gran preocupación en estos momentos es determinar si las tensiones inflacionistas tienen un componente estructural para lo que influirán en las próximas semanas las decisiones de política económica que tomen los principales países, principalmente EEUU y la Unión Europea, ante las tensiones inflacionistas, y la evolución de la presión fiscal.

Cos respecto a la bolsa, los economistas catalanes son moderadamente optimistas. Al menos un tercio de los encuestados consideran que el próximo año la bolsa española conseguirá superar la barrera psicológica de los 4.500 puntos. Entre los factores que tendrán más influencia en la evolución bursátil en los principales valores europeos, los economistas apuntan a la política monetaria que decida el Banco Central Europeo y la inflación, seguida de la demanda interna y los resultados empresariales. La evolución del mercado laboral tendrá un impacto casi testimonial en el alza de las acciones en la bolsa el próximo año. Uno de los elementos que logra un gran consenso entre los economistas catalanes es la conveniencia del traspaso de competencias a la Generalitat del transporte ferroviario. El 71,6% de los encuestados es partidario de que el servicio de trenes de cercanía y regionales se traspase íntegramente a la Generalitat.