Política fiscal

Catalunya bajará el IRPF a las rentas de hasta 35.000 euros

El 'conseller' de Economia, Jaume Giró, y la secretaria de Hisenda, Marta Espasa.

El 'conseller' de Economia, Jaume Giró, y la secretaria de Hisenda, Marta Espasa.

Eduardo López Alonso

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Catalunya rebajará los impuestos a los contribuyentes con ingresos de hasta 35.000 euros anuales, que suponen el 80% del total. Según ha anunciado este jueves el 'conseller' de Economia, Jaume Giró, "casi todas las rentas se beneficiarán de la rebaja, pero más las inferiores a los 12.000 euros, que pasarán de un tipo del IRPF del 12% a otro del 10,5%" en la tarifa del impuesto". Los contribuyentes ahorrarán entre 52 y 104 euros en su declaración anual de la renta, según los supuestos dados a conocer por el Govern.

Además de rebajar el tipo mínimo de la tarifa autonómica del IRPF, la propuesta de Economia eleva de siete a nueve el número de tramos con el fin de "neutralizar" parte del efecto de esa rebaja sobre los tramos superiores. El reajuste conlleva un ligero incremento de la presión fiscal para alguna franja de contribuyentes de rentas más altas que, en ningún caso, superará un alza del 0,7% en lo pagado, según los cálculos de Economia (hasta unos 80 euros). La Generalitat cifra en 19 millones de euros la merma de ingresos para el erario derivada de la nueva tarifa del IRPF autonómico. La factura fiscal se eleva a 23 millones si se toman en cuenta las mejoras en ciertas deducciones por alquiler de vivienda, nacimiento o transmisiones para personas en acogida. El conjunto de los cambios tendrá especial incidencia sobre las rentas bajas, de hasta 17.000 euros, según las estimaciones del Govern.

La Generalitat decide con esta reforma impositiva establecer un mecanismo que permita compensar la decisión del Tribunal Constitucional que tumbó la rebaja del IRPF a las rentas más bajas que incluyó el Govern el año pasado y que pretendía una rebaja global de 16,3 millones. Giró y la secretaria de Hacienda, Marta Espasa, han trabajado en una reforma fiscal que pretende "hacer justicia con el colectivo de la población con las rentas más bajas", según el 'conseller'. Espasa reiteró que el modelo elegido se centra en la rebaja directa a los contribuyentes con base liquidable inferior a 12.450 euros anuales. Pero la rebaja de la presión fiscal al tramo inferior beneficia de hecho al resto de contribuyentes, en cuantías diferentes para cada caso. El reajuste de los tramos trae como consecuencia una mayor carga fiscal en algún caso pero, según Espasa, este incremento nunca será superior al 0,7% respecto de lo liquidado en la última declaración. La reforma ha sido presentada a los grupos parlamentarios para ser incluida en los próximos presupuestos autonómicos con el objetivo de que sea de aplicación en la declaración de la renta correspondiente al 2022 (la que se presentará en 2023).

El TC tumbó la anterior reforma

El Tribunal Constitucional tumbó la anterior reforma presentada por el Govern por invasión de competencias. En la actual, el Govern está convencido de su legalidad ya que las autonomías pueden modificar las tarifas y los tramos. En la anterior reforma se intentó elevar el mínimo exento para hacer la declaración de la renta y el alto tribunal consideró inconstitucional esa medida. La reforma bloqueada rebajaba la fiscalidad a los contribuyentes con rentas más bajas al elevar el mínimo exento de 5.500 a 6.015 euros. Unos 200.000 contribuyentes se hubieran podido beneficiar de la medida que finalmente tumbó el Constitucional.

"La modificación de tramos ha querido focalizar los efectos en las rentas más bajas e intentar afectar lo menos posible al resto de las rentas", explicó Espasa. En la práctica se crea un primer tramo de base liquidable general hasta los 12.450 euros al que se le aplica un tipo impositivo del 10,5% (por debajo del 12% anterior). Una base liquidable de 12.450 euros se puede corresponder con la de un trabajador con un salario bruto de unos 16.935 euros.

Para compensar parte del efecto de esa rebaja, se incorporan dos nuevos tramos a la tarifa del impuesto, hasta llegar a nueve. En concreto, el actual segundo tramo se divide en dos, con una nueva franja de 17.707 euros a 21.000, con el tipo del 14%; y otra, de 21.000 euros a 33.007 con un tipo del 15%. En la práctica, una base liquidable de 21.000 euros puede guardar relación con un salario bruto anual de unos 24.000 euros.

En la nueva tarifa autonómica que plantea el Govern, el tipo impositivo aplicable al tramo entre 33.007 euros y 53.400 euros aumenta en 0,3 puntos (hasta el 18,80%). De esta manera se minimiza el beneficio que logran los contribuyentes con rentas más altas con la rebaja del primer tramo.

En la aplicación de un caso de un contribuyente con unos ingresos de 20.000 euros anuales, soltero y sin hijos, la rebaja podrá ser de unos 104 euros al año, en uno de los ejemplos más beneficiados por la reforma puesto como ejemplo. Pero si en ese mismo ejemplo el salario bruto llega a los 30.000 euros, el ahorro con la propuesta de reforma fiscal para el 2022 quedaría en unos 52 euros (71 euros en el caso de 16.000 euros de salario bruto, unos 12.450 euros de base liquidable).

La medida se trasladará a los grupos parlamentarios de Junts, ERC y los comuns para que sea introducida como enmienda a la ley de acompañamiento de los Presupuestos de 2022, junto a dos enmiendas para añadir deducciones en el IRPF para la deducción de alquiler de vivienda habitual para familias monoparentales (hasta 300 euros anuales), deducciones por nacimiento o adopción para familias monoparentales, otra sobre el impuesto al CO2 de vehículos dados de baja temporalmente y otra sobre sucesiones y donaciones para personas en acogida.