Pensiones

La subida de las cotizaciones aparca a viudas, cuidadoras y becarios

Las reivindicaciones de estos colectivos volverán a la mesa de negociación una vez aprobado el Mecanismo de Equidad Intergeneracional

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. / EFE

Rafa Bernardo

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Las últimas semanas han sido frenéticas para agentes sociales y políticos en materia de pensiones: han tenido que debatir contrarreloj una de las piezas clave para la sostenibilidad de la Seguridad Social en las próximas décadas, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que finalmente se ha incorporado a la tramitación parlamentaria de la reforma de las pensiones tras unas negociaciones in extremis entre Gobierno, PNV y ERC. Pero esa concentración en el MEI se ha hecho a costa de dejar desatendidos otros importantes compromisos pendientes con colectivos especialmente vulnerables, como las viudas de parejas de hecho, los becarios y las cuidadoras no profesionales. De hecho, la reunión prevista este lunes para recuperar esos debates después de semanas de parálisis fue suspendida tras retrasarse más de una hora porque los negociadores de Inclusión han tenido que dedicarse en exclusiva a las discusiones parlamentarias finales que han desbrozado el camino al Mecanismo, según publica este martes El Periódico de España.

Igual que el MEI, los compromisos con esos colectivos vulnerables fueron adoptados en el marco del acuerdo de reforma de las pensiones firmado el pasado 1 de julio por Gobierno, patronales y sindicatos. Ese texto decía que los ajustes en la cotización de los becarios debían estar listos tres meses después de aprobado el pacto (es decir, a comienzos de octubre), mientras que el Mecanismo tenía como plazo el 15 de Noviembre, y viudas y cuidadoras tendrían que ver resueltos los obstáculos a la percepción de sus pensiones y a sus posibilidades de cotización seis meses después de rubricado el pacto (por lo tanto, a principios de 2022). Así que la promesa hecha a los becarios ya va con retraso, y la de viudas y cuidadoras tiene que competir con otras importantes negociaciones, como la de la reforma laboral o la de los autónomos, en unos meses siempre difíciles para cuadrar reuniones por los puentes y las fiestas navideñas.

Cerca del acuerdo en cuidadoras

Según fuentes del diálogo social, la situación no es crítica porque todos estos asuntos están ya trabajados, aunque algunos están más avanzados que otros. El que más cerca está de un posible pacto es el de las cuidadoras no profesionales de personas en situación de dependencia: se trata de hacer un arreglo técnico por el que los trabajadores (suelen ser mujeres) que reduzcan su jornada para dedicarse a estos cuidados puedan mantener su nivel de cotización, algo que la normativa actual no permite por una redacción inadecuada. Las conversaciones se centran, según estas fuentes, en encontrar el parámetro técnico que permita una actualización automática de esta base de cotización.

En el caso de la viudedad de las parejas de hecho, se trata de equiparar los requisitos y condiciones que se les exigen para el acceso a la prestación a las que tienen los matrimonios. Este lunes, el Congreso ya ha pactado una enmienda que soluciona parte del problema (se eliminará la actual condición que exige al superviviente en una pareja de hecho tener ingresos más bajos que el fallecido para poder percibir la pensión), pero queda un asunto espinoso por resolver: a diferencia de los matrimonios, las parejas de hecho dependen de la normativa autonómica, y por tanto existen diferentes requisitos para su reconocimiento; además, no hay un registro centralizado de estas parejas, y todo eso dificulta su acomodo a un sistema como el de la Seguridad Social, único para todo el Estado para garantizar los mismos derechos a todos los ciudadanos. En este caso, se trabaja "en una definición común de pareja de hecho a efectos de recibir la pensión, aunque las normas autonómicas sigan siendo distintas", explican desde la negociación.

Problemas entre ministerios

En cuanto a la cotización de los becarios, que es la que ya se demora respecto a los plazos previstos, las complicaciones surgen entre los diferentes departamentos dentro del propio Gobierno: Inclusión quiere que su cotización sea mejor, mientras que Universidades teme que eso repercuta en las cuentas de las instituciones educativas. Esta misma disputa se dio hace una década, cuando se acordó que cotizasen los estudiantes que percibiesen becas remuneradas, y se repite ahora, cuando se trata de extender ese derecho a todos los alumnos de FP y universitarios que hagan prácticas, aunque no cobren por ellas. La idea de esta reforma, apoyada por los sindicatos, es que las personas que dedican más tiempo a formarse tengan un reconocimiento a ese esfuerzo en términos de tiempo de cotización.

Todas estas modificaciones en la normativa de Seguridad Social, tasadas y programadas en el acuerdo del pasado verano, tendrán que rivalizar con una de las grandes reformas del sistema de pensiones que se anticipa muy polémica: la del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, por el que los más de tres millones de personas que integran este colectivo comenzarán a cotizar por sus ingresos reales, en vez de poder elegir sus bases de cotización. Aunque en este caso los plazos no están tan cerrados (el pacto señala que "el nuevo sistema se aprobará en 2022, sin producir efectos económicos hasta 2023"), el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a tenerlo listo a mediados del año que viene, lo que significa que las negociaciones tienen que empezar de forma inminente. En un primer intento por debatir esta cuestión, el pasado mes de mayo, la notable controversia que se generó en torno a la propuesta de Inclusión de plantear un sistema integrado por trece tramos aconsejó posponer el debate, que ahora tendrá que reabrirse.