Big Sur Ventures

La startup que invierte en startups

El cofundador de Big Sur Ventures explica que "solo podemos invertir en proyectos que se dirigen a un gran mercado potencial, si no los números no salen"

Startups inversión

Startups inversión / Unsplash

Lidia Álvarez Vellido

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Según el último informe sobre Tendencias de Inversión en España, elaborado por la Fundación Bankinter, en el tercer trimestre del año los fondos Venture Capital registraron uno de sus mejores trimestres, sobre todo en cuanto a volumen de inversión, alcanzando los 44.446 millones de euros.

También conocido como capital riego, este tipo de inversión se caracteriza por aportar capital a pequeñas empresas, principalmente, startups. 

A esto se dedica Big Sur Ventures desde su creación en 2012. “España tenía posibilidades de jugar un papel importante en Europa en cuanto a proyectos innovadores de alto crecimiento pero para ello necesitaba que se pusieran muchos granitos de arena, y que Big Sur podía contribuir a este proceso”, señala José Miguel Herrero cofundador y managing partner de la startup.

Su foco está puesto en productos y servicios tecnológicos que buscan solucionar “un gran problema, de una manera absolutamente novedosa, en un contexto adecuado”, explica el cofundador, y hace especial hincapié en la necesidad de que ese problema sea de gran magnitud y la forma de resolverlo transformativa. “Solo podemos invertir en proyectos que se dirigen a un gran mercado potencial, si no los números no salen”, añade. 

Asimismo, el contexto también importa y una de las claves es el estado de la competencia y el ‘timing’ del mercado. “Llegar demasiado pronto es tan malo como llegar tarde. El tener una solución para un problema que el cliente no sabe que tiene suele ser mortal, por mucho que el problema sea real: tener que evangelizar un mercado no suele acabar bien”, comenta Herrero. 

En concreto se centran en las fases denominadas presemillas y algunas rondas semilla con una estrategia de inversión de hasta tres rondas por proyecto, siendo la magnitud de la primera entre 100.000 euros y un millón de euros. 

Un ejemplo de startups en las que invierte esta entidad es Jotelulu que cerró su primera ronda de financiación con Big Sur Ventures (y Bankinter) por un millón de euros. Esta startup se podría denominar como el marketplace del cloud al crear una plataforma donde los proveedores de esta tecnología pueden prestar sus servicios con su propio nombre y marca.

Un sector en auge a pesar de las trabas fiscales

Se podría decir que la pandemia ha “beneficiado” a este tipo de compañías debido a su consecuente aceleración de los procesos digitales por lo que la crisis sanitaria “ha acelerado el proceso o ha sido básicamente neutro pasado el choque inicial”, explica el cofundador.

Lo que sí dificulta la inversión en España son las barreras fiscales a la que se tienen que enfrentar los inversores de este tipo de proyectos, también conocidos como Business Angels. 

En este aspecto, Herrero hace especial énfasis en los incentivos reales para la inversión de estos Business Angels, especialmente en rondas presemilla. “Los incentivos en España están a años luz de lo que se hace en el Reino Unido, Francia y Portugal sin ir más lejos”, señala. 

Asimismo, el apoyo a la atracción de talento es otra de las dificultades que se encuentran las startups, y herrero pide mejoras fiscales en lo que respecta a los stock options

Para el emprendedor también existe una “fiscalidad nefasta” para fondos y equipos domiciliados en España “a excepción del País Vasco, donde se están trasladando ya algunas gestoras”. Herrero explica que en nuestro entorno las plusvalías que genera el fondo para la gestora tienden a tributar con renta del ahorro “se tarda 10 años en gestionar el ciclo de un fondo”. En España, salvo el País Vasco se tributa como renta del trabajo. “Si los fondos y los equipos se trasladan fuera del país, o simplemente se establecen fuera desde el principio, las startups españolas tendrán menos acceso a la inversión que necesitan”.