Entrevista

Antonio Garamendi: "La reforma laboral no puede ser un trofeo electoral"

El líder de los empresarios defiende la "libertad de los negociadores" en materia de convenios 1 Rechaza como "competencia desleal" los fondos de pensiones públicos que prepara el Gobierno

Antonio Garamendi: "La reforma laboral es crucial, no puede ser un trofeo electoral"

José Luis Roca

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Con la negociación de la derogación de la reforma laboral sobre la mesa, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, defiende en esta entrevista con El Periódico de España la "libertad de las empresas" a la hora de negociar sus convenios y ve "irrealizable" limitar la temporalidad al 15% en las empresas.

-¿El pacto en el seno del Gobierno para incorporar a Economía y Seguridad Social a la negociación de la reforma laboral va a facilitar que se alcance un acuerdo tripartito?

-No entro. Por la misma razón que nosotros no elegimos a quién nombra ministro el Presidente del Gobierno, los problemas, o la gestión, o la coordinación de los distintos miembros del Gobierno no es cosa mía. Yo me siento con el que me digan. La realidad es que en cantidad de los acuerdos que hemos firmado, que son muchos, han estado muchos ministerios: en los ERTE ha participado Trabajo, Seguridad Social, Hacienda, Economía… Yo no he entendido mucho este debate, la verdad, porque creo que es un tema muy importante, medular, y que es lógico que intervenga la gente. Si queremos hablar de los jóvenes o del trabajo de las personas de más de 50 años, tiene que hablar Educación. Me interesa que el Gobierno coordine cómo tiene que pensar, pero me interesa también lo que opina la Comisión Europea, el FMI, el Banco Central Europeo, la OCDE, el Banco de España, la AIReF… Nosotros estamos atentos a todas estas instituciones, que por cierto llevan diciendo muchos años que la reforma laboral [de 2012] ha valido para mucho. En política no entramos, pero sí digo: hay un señor que es el Presidente del Gobierno que le da las funciones a los ministros, y yo hablo con los ministros que el Presidente vaya planteando; apuntado eso, querer anular a una parte u otra no tiene sentido: el Gobierno es uno.

-Pero si los acuerdos anteriores se negociaron sin problemas, y esta vez ha habido estas turbulencias ¿Qué es lo que tiene la reforma laboral que la hace especial?

-Bueno, la reforma laboral ya se hizo; esto sería para nosotros la contrarreforma. Por eso nosotros hablamos de “mejora”, y para eso no tenemos inconveniente en hablar de lo que haga falta. Europa nos está pidiendo que mejoremos la temporalidad (que por cierto, la del empleo privado es del 22% y la del público es el 30%), qué políticas activas tenemos que hacer para combatir el paro juvenil… Todo lo que sea sentarse para mejorar esto, estamos abiertos; ahora, si lo que se plantea es un arma política, un trofeo de un partido sobre otro para hacer su campaña electoral de futuro, etcétera, yo ahí no entro. Nosotros no entramos en política, no nos presentamos a las elecciones; consideramos que el tema laboral es crucial porque para las empresas es incluso más importante que los famosos fondos europeos: de esto depende la competitividad de un país.

-Los sindicatos ya han dicho que para ellos es una “línea roja” la derogación de la parte de convenios colectivos de la reforma de 2012; UGT y CCOO aseguran que esta materia lleva años pendiente y que la patronal tendría que haberse hecho ya a la idea ¿Qué opinan en CEOE?

-(Se ríe) Que cada uno diga lo que tenga que decir; en España hay 230.000 negociadores sindicales y empresariales de convenios y tienen que tener libertad. El convenio sectorial cubre a la gran mayoría de las empresas españolas, en torno al 70% y hay un 30% que están bajo convenio de empresa, y las cosas van bien; creemos en la libertad. Me parece bien que los sindicatos digan lo que quieren, pero porque se haya hablado nosotros no tenemos que asumir que esto es así. Dicho eso, el Gobierno tiene la legitimidad de hacer lo que quiera; lo que no puede hacer es que yo diga que me parece bien. En su momento, consultaré este asunto con las distintas organizaciones de CEOE, y diremos lo que tengamos que decir, pero en principio nosotros creemos en la libertad de las empresas para elegir su convenio.

¿Aumentar los sueldos ante la subida del IPC? "Tranquilidad. Subir los salarios de golpe y porque sí es delicado"

-En el último mes han venido a España los supervisores de los fondos europeos y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni ¿Qué influencia tiene Bruselas en esta negociación de reforma laboral?

-Bruselas lo está diciendo muy claro, y no es exactamente lo que nos está vendiendo el ministerio de Trabajo. Lo digo taxativamente: Bruselas quiere que nos sentemos para ver cómo podemos mejorar -la palabra es “mejorar”- el mercado laboral. No están hablando de trofeos a conseguir. Nosotros hemos estado con la secretaria general de todo lo que son los fondos [Celine Gauer, jefa del Grupo de Trabajo de Recuperación y Resiliencia de la Comisión Europea] y tuvimos una reunión intensa y técnica básicamente de la reforma laboral. Y Bruselas siempre usa permanentemente una palabra que es “flexibilidad”, especialmente flexibilidad interna. Bruselas dice claramente que las empresas tienen que tener esa flexibilidad para adaptarse a los tiempos; y a la vez también habla de mejorar esas ratios [de temporalidad y empleo juvenil]. Y ahí nos van a encontrar; tenemos que sacar la política y hablar de la parte técnica.

-Precisamente sobre la temporalidad, el Gobierno ha puesto sobre la mesa de negociación una propuesta que ustedes ya han dicho que no les gusta: limitarla al 15% en cada empresa.

-(Interrumpe) No, propuesta del Gobierno no, del ministerio de Trabajo; ahí se ven las distorsiones… Es un planteamiento que me parece legítimo pero del ministerio, hemos visto que no estaba coordinado. No voy a entrar en temas que están en la mesa, pero eso es irrealizable ¿Qué hacemos con la gente que trabaja, por ejemplo, una semana al año en El Rocío? ¿Les hacemos fijos discontinuos el resto del año? Hay que ver por espacios, por sectores, cómo podemos mejorar las ratios, y parte habrá que hacerlo con políticas activas de empleo o con ayudas a un sector concreto. Tengamos claro que la ley no crea empleo; lo que sí puede conseguir es retraerlo.

-¿Con la inflación tan alta como está, qué tenemos que hacer con los salarios, pensando en el año que viene? Las subidas acordadas en convenio están ahora de media en el 1,5%...

-Sí, pero tenemos que hablar también de las empresas que están sin vender, sin material, cerrando -por ejemplo, en el sector industrial- 20, 30 días al año… es un momento en el que hay que tener tranquilidad. Se supone que el proceso de la energía y el agroalimentario, que son los que tienen más volatilidad, volverán a su senda si no en el corto, en el medio plazo. También lo digo, esa teoría de que según sea la inflación, así han de ser los salarios… no es tan fácil, primero hay que poder vender. Un señor que está en el campo está cobrando las cebollas igual que hace tres años, por poner un ejemplo. Hay que ser prudente; la negociación colectiva va por barrios: la media de subidas está en el 1,5%, pero por ejemplo en la hostelería de Madrid se ha acordado un 0%. La salida de la crisis está siendo asimétrica, algún sector se comporta mejor y otros peor. Decir: “hay que subir los salarios tanto, de golpe y porque sí” es delicado.

Sobre pensiones: “No queremos que el nuevo Factor de Sostenibilidad se cargue sobre las cotizaciones sociales”

-¿Y el salario mínimo? Pronto tendrán que empezar la negociación para 2022

-Pues no lo sé; de momento, para este año, hemos dicho que no era el momento de subidas y hemos explicado por qué: uno de esos motivos es que las administraciones no indexan esas subidas en la contratación pública. Eso es como decir: “te invito a cenar pero pagas tú”.

-La negociación de pensiones tiene un capítulo importante, que hay que tener listo incluso antes que la reforma laboral, el 15 de noviembre: el Mecanismo de Equidad Generacional, que sustituirá al Factor de Sostenibilidad de la reforma del PP ¿Cómo ve CEOE esta negociación, con el tiempo echándose encima?

-Tiene su gracia que la responsabilidad sea de la clase política pero nos toque hacerlo a nosotros [los agentes sociales]. El Pacto de Toledo ha estado 9 o 10 años planteándose los temas, y nosotros hemos negociado toda la primera parte de la reforma de las pensiones teniendo en cuenta lo acordado por esa Comisión del Congreso: que las pensiones se tengan que actualizar con el IPC sale del Pacto, por ejemplo. Nosotros sí exigimos que haya un Factor de Sostenibilidad; me da igual el nombre, pero hay que generar algo para que el sistema sea sostenible. Como ahora algunos partidos dicen que sí y otros que no, yo lo primero que quiero saber es qué piensan los partidos, porque como son ellos los que lo aprueban, no me gustaría trabajar tres meses para que luego me digan que no lo quieren. Unos dicen que se ha quitado el Factor, cuando saben que el Gobierno se ha comprometido a regular uno antes de final de año, y otros dicen “nos han quitado el Factor”, pero el suyo tampoco funcionaba, estaba paralizado. Por tanto: queremos un Factor de Sostenibilidad, pero queremos ver como es, porque tampoco queremos que se cargue todo sobre las cotizaciones sociales, que están ya por encima de la media europea. Ése es el puzle que hay que solucionar.

-El Gobierno ya ha presentado su primera propuesta de planes de pensiones de empleo públicos ¿Qué les parece?

-Nos parece un absurdo. Resulta que el Estado, que ha demostrado que tiene un problema en la Seguridad Social, ahora va a montar un plan privado para hacer competencia desleal al sistema financiero y asegurador. Porque dicen “vamos a cobrar menos [en comisiones]”; mira, si cobras menos pero gestionas mal, darás mucha menos rentabilidad que si pones a los mejores para que gestionen mejor. Me parece muy infantil; pero sobre todo, es para acudir ante el Tribunal de la Competencia, porque es competencia desleal al sector privado, y ya han empezado dándole el hachazo vía Presupuestos a los planes de pensiones provocando que la gente no vaya a ellos al rebajar las cuantías deducibles en el IRPF. Es increíble. Que nacionalicen todo, y nos quedamos así tranquilos, y dentro de 20 años vemos la magnitud del desastre, tiramos el muro como se hizo en Berlín y volvemos a arrancar España, de alguna manera.

-¿Qué le parecen las perspectivas de la economía española, con un crecimiento de algo más del 5% en 2021 y cercano al 6% en 2022?

-Yo creo que los datos son buenos, estamos creciendo, pero tenemos que ser conscientes de lo que tenemos que hacer. Si hemos que decir que todo va fenomenal para gastar más, mal vamos. Seamos conscientes que esos crecimientos del 5,7% al 6% [el año que viene] implican que la recuperación va a llegar algo más tarde, y que hay que mantener el rigor en las cuentas. Europa ahora nos admite un 5,5% de déficit para el año que viene, pero para el otro nos va a decir que volvamos a la ortodoxia. La forma buena de ver las cosas es con esperanza, pero con rigor. No podemos lanzar las campanas al vuelo.

-Llevamos mucho tiempo hablando de los fondos europeos, pero da la sensación de que no están llegando todavía ¿Qué está fallando?

-Tenemos que ser conscientes de qué son los Fondos Europeos (por cierto, una buena noticia, mucho dinero que llega a España): un primer gran grupo van a ser licitaciones y concursos públicos sobre infraestructuras y para temas de la propia Administración. Hay un segundo plano que son los PERTE [los grandes planes estratégicos], en los que se dice poco que de cada 5 euros previstos, 4 son privados; que nadie piense que es sólo dinero que llega. Tengamos presente esto; si no, va a haber una frustración importante. Sí es verdad que todavía se ha implementado poco del dinero que ha llegado, en agosto era un 8%, y hemos visto licitaciones que para concursar daban sólo 10 días de plazo. Dicho esto, para nosotros son mucho más importantes las reformas, o no crear un problema con ellas, que el dinero que venga de Europa. Lo que es fundamental es que haya seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, y calidad de la norma. Ahí lo dejo.

Convenios: “que se haya hablado de derogación no quiere decir que se tenga que hacer. Nosotros creemos en la libertad de los negociadores”

-En los últimos meses, hay organizaciones de CEOE que han expresado su malestar porque opinan que se está pactando demasiado con el Gobierno ¿Nota este descontento?

-Niego la mayor. Desde que yo soy presidente de la CEOE, cada vez que tenemos un asunto a debate, cada una de las Comisiones se reúne y lo examina de abajo a arriba. Todos los acuerdos que hemos tenido, menos uno en el que hubo el voto en contra de un territorio, han sido aprobados por unanimidad y con libertad de decir cada uno lo que pensara. Si a alguno interesadamente, o a algún medio de comunicación, le interesa decir que no es así, que lo haga, pero no es la realidad. En CEOE se ha demostrado que hay unidad de acción: estamos las empresas grandes, las medianas, las pequeñas y los autónomos, que los añadí yo cuando entré. La unidad empresarial es una fortaleza, es un caso prácticamente único en Europa que también da fuerza a los acuerdos que firmamos. Al final se llega a acuerdos, también internos (porque lógicamente hay intereses divergentes); esta organización es democrática, todo se consulta. Nadie me ha dicho en ninguno de los órganos de Gobierno “esto que pactas no me parece bien”.

-¿Cómo son las relaciones entre CEOE y PP en estos momentos, después de las tensiones de meses pasados por sus declaraciones -sacadas de contexto- sobre los presos del ‘procés’?

-Siempre han sido buenas; con los partidos políticos, con el Gobierno y en este caso con el jefe de la oposición tenemos muy buena relación, y la vamos a seguir teniendo. La propia pregunta que has hecho lo dice todo: declaraciones malinterpretadas. Nosotros en la parte política no vamos a entrar; con el PP tenemos trato porque es un partido muy importante en este país, le exponemos nuestros temas como hacemos con el Gobierno, porque al principal partido de la oposición y al jefe de la oposición, en la parte institucional, hay que atenderle de una forma importante. La relación es muy buena, es fluida y no he tenido ningún problema con él.

-A estas alturas del año que viene, ya estaremos hablando de quién será el nuevo presidente de CEOE [la Asamblea electoral está prevista para noviembre de 2022] ¿Cómo lo ve? ¿Se quiere volver a presentar?

-En los tiempos en los que vivimos, un año es un mundo. Yo estoy en lo que tengo que estar, tengo mi mandato, prometí hacer unas cosas durante ese tiempo y estamos avanzando. Además, esto no depende de que uno quiera o no; depende de lo que los demás quieran, de que estén contentos con el trabajo realizado. Así que el año que viene, por estas fechas, me lo preguntas.