Aerolíneas

Muere Alitalia, nace Ita Airways

El nuevo proyecto, de capital público, empieza con 52 aviones Airbus con vuelos internos en Italia y Europa

Aviones de Alitalia estacionados en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma.

Aviones de Alitalia estacionados en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma.

Irene Savio

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La ya extinta Alitalia se llamará a partir de ahora Ita Airways. Será una empresa pública y volará inicialmente con 52 aviones Airbus, que tendrán Internet a bordo y emitirán entre un 20 y un 25% menos de emisiones contaminantes. En el primer día de operatividad de la nueva empresa -el primer vuelo ha sido el AZ1637 que despegó de Milán a las 6:20 de esta mañana, en dirección a Bari-, la cúpula directiva de la empresa ha presentado la nueva aerolínea, que surge sobre las cenizas de su endeudada antecesora tras una compleja negociación con la Comisión Europea que le ha permitido a Italia de conservar a su compañía de bandera pero con una serie de condiciones vinculantes para garantizar la discontinuidad entre las dos empresas. 

“En los primeros meses haremos principalmente vuelos internos en Italia y en Europa. Pero el año que viene añadiremos una veintena de aviones más, y abriremos nuevas rutas a Estados Unidos y luego también a Suramérica”, ha explicado Emiliana Limosani, la directora comercial de Ita, acrónimo de Italia Transporte Aéreo. “No nacemos con sueños de grandeza. Lo que queremos es demostrar a los contribuyentes italianos que usaremos el dinero cuidadosamente”, ha añadido el presidente de la compañía, Alfredo Altavilla.

Nuevo intento

“Lo intentamos de nuevo porque Italia es un destino turístico, tiene un amplio sector de 'Made in Italy', y existe una demanda que las compañías de bajo coste no logran satisfacer”, ha asegurado Altavilla, al ser preguntado sobre el por qué se ha decidido nuevamente apostar por una aerolínea pública que, además, será mucho más reducida -por rutas cubiertas- y dejará en tierra a casi 7.000 empleados de los 10.500 que tenía Alitalia y la mitad de la flota de aeronaves que poseía (unos 100 aviones). 

Un traspaso particularmente doloroso también porque la nueva administración de Ita aún no ha encontrado un acuerdo con los sindicatos, que este viernes organizaron una protesta en Fiumicino, el principal aeropuerto de Roma. “No nos han dado ni una garantía de que al menos una parte de los antiguos trabajadores de Alitalia que perdieron su trabajo, serán reempleados en Ita en los próximos años”, ha explicado a este diario Guido Barcucci, representante de CGIL, el principal sindicato italiano. “Por no hablar de las condiciones contractuales de los nuevos trabajadores de Ita, que ahora se asemejan a las de una aerolínea de bajo coste”, ha añadido.

En verdad, el cierre de Alitalia, cuyo nombre y logo fueron comprados en el último momento por 90 millones de euros por la nueva compañía -aunque no los usará de momento-, también supone un final de una era empezada en 1946 al acabar la Segunda Guerra Mundial, cuando nació la ahora fallecida aerolínea. Una compañía, esta, que tuvo épocas de riqueza hasta que entró en números rojos en los años 90, cuando empezó a perder clientes principalmente por el auge de las compañías de bajo coste, y las pocas inversiones en las rutas de largo radio. En estas circunstancias, y también por la falta de acuerdos para fusionarse con otras aerolíneas, el Gobierno italiano fue entonces el que intervino, destinando en las últimas décadas unos 10.000 millones de euros para mantenerla a salvo de la quiebra. La incógnita es si los líos se solucionarán con Ita.