Energía

En España ya existe una alternativa a la tarifa regulada con un precio fijo

El Gobierno ha publicado una consulta pública para buscar una fórmula que evite la volatilidad de la tarifa PVPC

El precio de la luz se desboca en plena tensión entre las eléctricas y el Gobierno

El precio de la luz se desboca en plena tensión entre las eléctricas y el Gobierno

Sara Ledo

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Tras la escalada de precios de la electricidad de los últimos meses, el Gobierno ha iniciado los trámites para reformar la tarifa regulada de la luz a la que están sujetos el 40% de consumidores domésticos. Al estar indexada al precio mayorista de la luz, la tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) traslada inmediatamente a los consumidores todas las modificaciones del precio mayorista. Con el objetivo de buscar una fórmula menos volátil, el ministerio para la Transición Ecológica ha lanzado una consulta pública para recoger la opinión de todos los implicados. Pero cabe recordar que en España ya existe una tarifa en el mercado regulado a precio fijo, aunque no tiene un precio regulado por el Ejecutivo.

Las comercializadoras de referencia, como Curenergía (Iberdrola), Energía XXI (Endesa) y Gas & Power (Naturgy), deben obligatoriamente realizar una oferta alternativa al PVPC con un precio fijo de la energía durante un año para dar la posibilidad al cliente de tener un precio más estable que no varíe cada mes. Sin embargo, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), "los precios de estas ofertas suelen ser más elevados que las ofertas realizadas por las comercializadoras libres del grupo de la comercializadora de referencia". Por ello, ha pedido en diversas ocasiones la eliminación de esta obligación. En 2019 el número de usuarios acogidos a esta tarifa se multiplicó por 2,5, hasta sumar 10.000 usuarios.

Las ofertas con precios estables durante un tiempo suelen ser las más caras, puesto que las eléctricas tienen que establecer un margen de beneficio lo suficientemente amplio como para que pueden aguantar las fluctuaciones del precio de la electricidad en el mercado. Ese ha sido siempre el argumento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en sus diferentes informes, como también lo es del Banco de España en el informe 'El papel del coste de los derechos de emisión de CO2 y del encarecimiento del gas en la evolución reciente de los precios minoristas de la electricidad en España' publicado este verano.

En el documento, el organismo supervisor afirma que existe una disyuntiva en el mercado minorista entre un precio bajo y un precio volátil. Según este estudio, en el caso de un contrato de tarifas de precio fijo, "se eliminaría la incertidumbre relativa a posibles cambios en los precios, pero, en contrapartida, se incorpora una "prima" por la eliminación del riesgo que se refleja en precios más elevados". Mientras que en el caso de las tarifas de precio dinámico, como la PVPC, "ofrecen precios medios más reducidos, pero, en compensación, el consumidor debe soportar la volatilidad de los precios y, por tanto, una mayor incertidumbre sobre su gasto energético. 

El Banco de España cita en su estudio, además, a organismos como el Consejo de Reguladores Europeos de la Energía o en diversos estudios de la Comisión Europea que recomiendan una tarifa de precios dinámicos por presentar "determinadas ventajas". En primer lugar, dice, permiten que los consumidores "interioricen en mayor medida las señales proporcionadas por los precios, adaptando su patrón de consumo". De hecho, por esta razón la CNMC diseñó un nuevo sistema de peajes y cargos que resultó en tres periodos horarios distintos (valle, llano y punta). El objetivo era dar "señales" al usuario para que sea más eficiente, así como incentivar el autoconsumo y el coche eléctrico. En segundo lugar, añade el informe, las tarifas dinámicas tienden a dotar al mercado de una "mayor transparencia y permitir una gestión más eficiente de la demanda".

Ante el auge de su popularidad entre los consumidores, las grandes eléctricas -Iberdrola, Endesa, EDP y Viesgo-, a través de su patronal Aelec, fueron las primeras que propusieron en agosto una gran reforma de la tarifa regulada con el objetivo de evitar la "volatilidad" de la factura de la luz de los hogares españoles. Un día después, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, recogía el guante abríendo la puerta a incorporar un "tramo fijo un poquito más alto" en el PVPC, pero recordando que esta tarifa ha permitido a sus usuarios ahorros "sistemáticos" desde 2013 respecto al resto.

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