El Santander remunerará con 1.700 millones a sus accionistas entre dividendo y recompra de acciones

El Santander ha anunciado este martes que realizará un primer pago a sus accionistas a cuenta de los resultados de este año de 1.700 millones de euros, el equivalente al 40% de su beneficio sin extraordinarios del primer semestre. Por una parte, abonará 0,485 euros por acción en efectivo el próximo 2 de noviembre, y por otra realizará una recompra de acciones de 841 millones de euros (una operación que eleva el valor del resto de títulos al reducir el número de los que están en circulación). El pago total de 2020 fue de 0,275 euros por acción, el máximo permitido por el Banco Central Europeo (15% del beneficio).

El objetivo del grupo es elevar su retribución total al accionista a aproximadamente el 40% de su resultado ordinario anual. Para ello, en el primer trimestre del año que viene anunciará una remuneración adicional al accionista que abonará en mayo. Si la tendencia de resultados entre enero y junio se mantiene, ha sostenido, el dividendo total en efectivo para este año estará "en línea" con el de 2019, y con una recompra total equivalente a aproximadamente el 3% del capital social en circulación.

"La evolución del negocio es muy buena y vamos en línea para superar el objetivo de rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) para el año del 13-15%. Vemos oportunidades interesantes para seguir creciendo de forma rentable y orgánica. La actualización en la política de retribución al accionista reafirma nuestra confianza en que invertir en nuestras propias acciones a su valoración actual es una oportunidad atractiva de generar valor a largo plazo para nuestros accionistas. Seguiremos invirtiendo con disciplina en negocios de alto crecimiento y alta rentabilidad, mientras mantenemos una ratio de capital CET1 fully loaded en la parte alta de nuestro objetivo del 11-12%", ha afirmado su presidenta, Ana Botín, en una nota.

Fin de la prohibición.

El anuncio se produce tras la decisión del BCE del pasado julio de levantar la recomendación (prohibición en la práctica) a los bancos de la eurozona de no pagar más del 15% del beneficio a los accionistas, vigente hasta este jueves. Tras esta decisión, los principales bancos cotizados españoles adelantaron su intención de volver a repartir a sus propietarios entre el 30% y el 50% de sus resultados.

En marzo del año pasado, el organismo recomendó -eufemismo por razones legales, imposición en la práctica a los bancos de la eurozona no pagar dividendos. En un escenario de absoluta incertidumbre sobre el alcance de la pandemia, su objetivo era que acumularán capital con el que poder otorgar más créditos (la normativa obliga a reservar una cantidad de capital por cada préstamo concedido) y estar más preparados para el futuro incremento de los impagos y devaluaciones de activos que va a provocar la crisis del coronavirus (estas pérdidas se cargan contra capital una vez agotadas las provisiones). 

En diciembre levantó parcialmente esta prohibición ante la constatación de que la economía empezaba a recuperarse y evolucionaba mejor de lo previsto. Así, permitió a las entidades distribuir a sus accionistas la cantidad más baja entre el 0,2% de su capital y el 15% de su beneficio acumulado del periodo 2019-2020 (lo habitual antes de la crisis era entre el 40% y el 50%) hasta el 30 de septiembre de 2021. Los bancos, además, no pueden distribuir hasta entonces dividendos adelantados con cargo al resultado del presente ejercicio.