En Zona Franca

Punch presenta sus 650 millones de inversión para sustituir a Nissan con vehículos de hidrógeno

El Gobierno, la Generalitat y los sindicatos deben escoger a los candidatos definitivos antes de acabar el mes de septiembre; otros tres proyectos más postulan

Prototipo de Nissan Navara con motor de Punch

Prototipo de Nissan Navara con motor de Punch / Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

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Un Nissan ''Navara' ensamblado con un motor de hidrógeno. Esta es la declaración de intenciones con la que el Grupo Punch ha presentado este martes en sociedad su candidatura para suceder a Nissan en Zona Franca. Esta firma belga con proyección internacional es uno de los candidatos para instalarse en los terrenos que a partir del 31 de diciembre dejará la firma nipona. 

No es la única y, según fuentes conocedoras, tampoco sería ahora mismo la favorita. Este mes de septiembre está previsto que se celebre la reunión definitiva en la que el Gobierno, la Generalitat, Nissan y los sindicatos decidirán la lista final de candidatos y darán a conocer el detalle de sus propuestas de inversión para así escoger el nombre final antes de acabar el año. Y este martes el Grupo Punch ha querido marcar agenda y ha presentado ante los periodistas su proyecto para Barcelona.

Grupo Punch fabrica motores, así como componentes electrónicos, software y soluciones de micro movilidad, como patinetes eléctricos; y ahora quiere fabricar también coches. Y ahí entran en juego los terrenos de Zona Franca. Nissan quiere dejar de producir en Catalunya porque dice que no le sale a cuenta y Punch ha levantado la mano para decirle "ya fabricaré yo los coches que tú no quieres fabricar". Prácticamente literalmente, pues esta firma belga ha solicitado la patente para fabricar varios modelos que se han ensamblado en Zona Franca y probar en ellos sus motores de hidrógeno. No obstante, de momento no tiene asegurado que Nissan le ceda esa propiedad intelectual. 

Sus motores de hidrogeno, por otra parte, todavía no están en el mercado y se encuentran en fase de testeo, tal como han reconocido desde la empresa. Su intención es que, sin son los elegidos, empezarían a fabricar vehículos de hidrógeno en abril del 2024. Hasta entonces empezarán fabricando furgonetas de Nissan y con motor diésel. El segmento del mercado al que se dirigen son profesionales, no el público general; así como empresas de leasing y alquiler. Un segmento actualmente en contracción y que tienen la voluntad de reflotar en los próximos años.

Inversión de 650 millones en seis años

Su propuesta consiste en invertir 650 millones de euros durante los próximos seis años, hasta el 2027. Una parte importante de los mismos dependen del capote que le echen desde la Administración, pues 50 de esos millones los esperan de ayudas públicas y otros 100 millones que se los adelanten vía préstamos. 

Con ello, y a cambio, se comprometen a mantener 1.000 de los 1.600 empleos que hay ahora mismo en Nissan y ampliar esa cifra a 2.000 para el 2025. "La propuesta de Punch es la única que aprovecha las tres plantas, sus tecnologías y a los empleados que actualmente trabajan", ha afirmado Andy Palmer, el hombre fuerte de Punch para liderar el proyecto en Barcelona. Y un viejo conocido de la propia Nissan, con dos décadas de experiencia en la compañía nipona y el encargado de desarrollar el Nissan 'Leaf', el primer eléctrico de esta.

Punch quiere trabajar sobre la base que deja Nissan y aprovechar las tres plantas que esta deja (Zona Franca, Sant Andreu y Montcada i Reixac). "La propuesta de Punch es la única que aprovecha las tres plantas", ha defendido Palmer. También se compromete a aprovechar parte de su hasta ahora red de proveedores; que hasta ahora empleaban unos 15.000 trabajadores. "Si introduces un vehículo que viene de China, por ejemplo, y te traes a los proveedores de China, los proveedores locales se quedan sin trabajo", ha afirmado Palmer. El ejemplo no es tan casual, pues dentro de los distintos candidatos para instalarse en Nissan existe un 'tapado' que vendría de dicho país asiático; según explican fuentes conocedoras. Punch no ha especificado cuántos de estos empleos podría sostener su proyecto.

Reindustrializaciones en Torino y Estrasburgo

Los directivos de Punch han explicado sus experiencias previas en la reindustrialización de otras plantas de la automoción que estaban por cerrar y que consiguieron reindustrializar. Han hablado del caso de Estrasburgo, donde General Motors iba a cerrar en el 2013 y su inversión consiguió retener 850 empleos. También la más reciente en Torino, que también compraron a General Motors en febrero de este año y mantuvieron 750 empleos. No obstante, ambos casos obedecen a factorías que fabrican componentes de la automoción, no directamente vehículos. Una propuesta más compleja, ambiciosa y dependiente de una marca comercial que funcione en el mercado; algo que Punch, de momento, no tiene.

La propuesta de Punch es comenzar a fabricar furgonetas diésel de Nissan a partir del 2023. Saltar un año y medio más tarde a los motores de hidrógeno y complementarlo con vehículos eléctricos para el reparto en última milla, como furgonetas. Y también taxis. Además de la producción de los patinetes eléctricos Lynx, fabricado por su filial To.Tem y que ahora empieza producción en Italia. Su compromiso es trasladar esta producción a Barcelona si consiguen la asignación de los terrenos de Zona Franca.

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