Cártel empresarial

Competencia multa con 61 millones de euros a 12 concesionarias por coordinarse para lograr contratos

Filiales de ACS, FCC, Acciona, Sacyr, Ferrovial, Obrascón o Copcisa participaban en las "reuniones de café" del cártel

La sanción incluye la prohibición de contratar con el sector público

Tráfico aclara que no habrá peaje para viajes por trabajo, estudios o salud

Tráfico aclara que no habrá peaje para viajes por trabajo, estudios o salud

Rosa María Sánchez

Rosa María Sánchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha desmantelado un poderoso cártel, integrado por 12 concesionarias que actuaron de forma coordinada para repartirse 71 de las 110 licitaciones del Ministerio de Fomento entre 2014 y 2018 para la conservación y explotación de la Red de Carreteras del Estado entre 2014 y 2018, por un importe de 530 millones. En su resolución, la CNMC fija sanciones que suman un total de 61,28 millones de euros para el conjunto de las 12 empresas, entre las que se encuentran filiales de las llamadas 'Big Six' del mercado español de concesionarias públicas: ACS, FCC, Ferrovial, Sacyr, OHL y Acciona.

Lo más relevante, quizás, es que la sanción de la CNMC incluye la prohibición de contratar con el sector público, dentro de una resolución que aún no es firme pues contra ella cabe presentar recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional, en el plazo de dos meses. La prohibición de contratar con el sector público se extiende a las 11 de las 12 empresas afectadas y no a Aceinsa, pues esta contribuyó al desmantelamiento del cártel aportando información, dentro del programa de clemencia de la CNMC. Por este mismo motivo, la sanción sobre Aceinsa queda reducida al 50%.

Las empresas sancionadas por formar parte de este cártel son Acciona Mantenimiento de Infraestructuras, S.A. (Acciona Mantenimiento) y solidariamente su matriz Acciona, S.A., Aceinsa Movilidad, S.A; (Aceinsa), Alvac, S.A. (Alvac); API Movilidad, S.A. (API) y solidariamente su matriz ACS; Actividades de Construcción y Servicios, S.A., Audeca, S.L.U. (Audeca) y solidariamente su matriz Elecnor, S.A.; Sociedad Anónima de Obras y Servicios Copasa (COPASA); Elsamex, S.A. (Elsamex); Elsan, S.A. (Elsan), y solidariamente su matriz Obrascón Huarte Laín, S.A.; Ferroser Infraestructras, S.A. (Ferroser) y solidariamente su matriz Ferrovial Servicios, S.A.; Innovia Coptalia, S.A. (Innovia) y solidariamente su matriz Copcisa Corp. S.L.; Mantenimiento de Infraestructuras, S.A. (Matinsa) y solidariamente su matriz Fomento de Construcciones y Contratas, S.A.; Sacyr Conservación, S.A.U. (Sacyr Conservación) y solidariamente su matriz Sacyr, S.A.

Las multas impuestas van desde los 11 millones de API (filial de ACS) a los 2,3 millones de Acciona.

Multas impuestas por la CNMC.

Multas impuestas por la CNMC. /

"Tomar café y contarnos nuestras penas y alegrías"

La investigación de la CNMC comenzó en octubre de 2017, tras recibir una información anónima alertando de la posible existencia de este cártel. Tras las inspecciones realizadas en varias sedes de las empresas en 2018 (nota de prensa), en julio de 2019 se incoó un expediente sancionador contra 13 empresas (nota de prensa). La CNMC ha podido acreditar que el cártel operó entre febrero de 2014 y diciembre de 2018, aunque se han detectado conversaciones desde 2009.

El funcionamiento del cártel se desarrollaba a través de reuniones para las que se citaba a cargos de responsabilidad de las empresas (presidentes, directores generales, directores técnicos) y a responsables de áreas a encuentros en la sede de algunas de las compañías o en lugares públicos. A través de correos electrónicos se citaban "para tomar café", o "para tomar café y contarnos nuestras penas y alegrías", cuando, en realidad eran reuniones donde se repartían los contratos públicos, según ha podido comprobar la CNMC con ayuda de Aceinsa, la empresa informante.

El cártel se dotó de unas sofisticadas reglas de funcionamiento y de un lenguaje propio en el que, por ejemplo, "un torpedo" era un oferta realmente competitiva.

Sofisticado funcionamiento

De entrada, se asignaba una "bolsa" de puntos para cada empresa. Los puntos se consumían en función del nivel de las bajas que presentase cada empresa en su oferta económica, con arreglo a una fórmula fijada de antemano para cada conjunto grupo de licitaciones. Cuando mayores fueran las bajas que presentasen en sus respectivas ofertas económicas, más puntos se gastaban.

De este modo se limitaba el número de contratos en los que las empresas presentaban descuentos altos en cada grupo de licitaciones, ya que el número de puntos de la bolsa nunca era suficiente como para tratar de conseguir todos los contratos de cada grupo. Este sistema incentivaba a cada empresa del cártel a concentrar sus posibilidades de adjudicación en un número limitado de licitaciones, presentando en las restantes, ofertas con escasas o nulas posibilidades de adjudicación, convirtiéndose así en ofertas de cobertura.

Las empresas acordaban también el umbral de descuentos para esas ofertas de cobertura y se comprometían a presentar ofertas en todas las licitaciones de cada grupo. De este modo se conseguía alterar el umbral de anormalidad (calculado sobre la base de las ofertas presentadas en cada licitación) y podían conseguir que ofertas de empresas ajenas al cartel realmente competitivas fueran excluidas del proceso de contratación.

El sofisticado sistema diseñado por las empresas se fue adaptando a los sucesivos cambios en los pliegos de contratación introducidos por la administración. La mecánica empleada por el cártel resultaba particularmente compleja, facilitando la monitorización de su cumplimiento a la vez que se dificultaba enormemente su detección.