Retos

Las asignaturas económicas pendientes

El Gobierno tendrá que empezar a abordar las reformas de más calado, como la laboral, la de las pensiones o la fiscal

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla con la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, durante el Consejo de Ministros de este 6 de julio de 2021, antes de partir para Tallin, Estonia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla con la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, durante el Consejo de Ministros de este 6 de julio de 2021, antes de partir para Tallin, Estonia. / POOL MONCLOA / BORJA PUIG

Agustí Sala

Agustí Sala

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aunque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero da por hecho que el Gobierno contará con apoyos suficientes para sacar adelante los Presupuestos del Estado para 2022, el aval al techo de gasto récord de 196.142 millones aprobado por el Ejecutivo será un buen termómetro. Tras salvar in extremis la reforma para reducir el peso del interinaje en las administraciones la semana pasada, en el nuevo curso político deberá afrontar retos hercúleos con que no existe mucha sintonía con sus socios de Unidas Podemos (UP), liderados por la vicepresidente segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Uno de ellos es el control de los alquileres para evitar que se disparen, pero no es el único. El salario mínimo, cuya subida se ha congelado este año y sobre la que la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, hasta ahora una de las más contrarias y opuestas a Díaz, abrió la puerta, podría frenar un poco la presión de los socios y de los sindicatos.

Pero hay otras carpetas que se tendrán que abrir y que requerirán arduas negociaciones. Además están ligadas a las revisiones semestrales para obtener los 140.000 millones de fondos europeos 'Next Generation' que le corresponden a España hasta 2026, de los que casi 70.000 son a fondo perdido, como los aspectos más complejos de la reforma laboral (subcontratas, nuevos ertes o reducción de la temporaledad, en los que la coincidencia con los empresarios puede ser complicada; o la supresión del factor de sostenibilidad de las pensiones por lo que el ministro José Luis Escrivá llama mecanismo de solidaridad intergeneracional y que ya ha generado alguna polémica a raíz de sus comentarios sobre que los denominados 'babyboomers' tendrán que cobrar un poco menos o trabajar un poco más, pese a que luego matizó.

Por lo pronto, el presidente Pedro Sánchez pretende trasladar la reforma fiscal, otro de los elementos de discordia con UP, a 2023. Y tampoco será nada fácil contentar a las autonomías en el reparto de los fondos europeos 'Next Generation'.

Suscríbete para seguir leyendo