Pacto con los sindicatos

CaixaBank cierra su ere con 6.452 despidos, el más grande de la banca española

El banco acepta que todas las salidas de empleados sean voluntarias y limita la movilidad geográfica consecuencia de la reestructuración

La entidad estima un coste de 1.900 millones este año y unos ahorros de un mínimo de 770 millones como consecuencia del ajuste

Manifestación contra el Ere en Caixabank

Manifestación contra el Ere en Caixabank / ACN

Agustí Sala
Gabriel Ubieto
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Acuerdo en el ere de CaixaBank. Los sindicatos han aceptado la última oferta consensuada con la empresa y finalmente el número de salidas se ha cerrado en 6.452, lo que supone 1.839 menos que los 8.291 previstas inicialmente. Aún así sigue siendo el mayor despido colectivo de la banca española y uno de los más importantes, solo superado por el de Seat en 1993 o los de Telefónica en 1999 y 2011. La entidad estima que el plan supondrá un costes este año de unos 1.900 millones de euros y unos ahorros "de un mínimo de 700 millones".

Tras dos días de maratonianas negociaciones y más de dos meses de contactos, el último escollo se ha vencido a las 17.44 horas de la tarde de este jueves y la empresa se ha comprometido a que todos los ceses sean de adscripción voluntaria, según resaltan los sindicatos. El objetivo de las centrales era conseguir bajar más la cifra final de afectados, hasta los 6.300; aunque finalmente aceptaron la última propuesta del banco. Del total de 6.452 salidas establecidas en el acuerdo firmado esta noche, que se producirán de manera voluntaria, 4.902 (el 75,97%) corresponden a la red comercial y 1.550 (el 24,93%), a los servicios centrales y estructuras intermedias. De esta forma se facilitará la redimensión de la estructura de la entidad, con una reorganización de la red que supondrá la integración de 1.500 oficinas, según el banco. 

El acuerdo también prevé que la plantilla procedente de Bankia, absorbida por CaixaBank, homologará sus condiciones con las de CaixaBank de forma progresiva en un plazo de cinco años.

La dirección de la entidad y los sindicatos han pactado también modificaciones organizativas para impulsar el modelo de negocio y reforzar las oficinas Store de nuevo modelo, los centros de atención remota inTouch y las oficinas rurales. Durante las últimas horas los cupos provinciales -cuántas personas debían salir en cada provincia- había sido un freno para la entente. Las centrales temían que en algunas zonas se llenaran las pretensiones de la empresa y en otras no y finalmente sí hubieran despidos forzosos. La última oferta de CaixaBank, según trasladan fuentes consultadas de las centrales, omite dicha posibilidad ampliando los parámetros de movilidad geográfica y replicando un protocolo similar al ya aplicado en el ere del 2019.

La empresa y los sindicatos han ido rebajando paulatinamente la cifra final de afectados, no sin dificultades y con dos jornadas de huelga por parte de los trabajadores, que han significado los primeros paros totales en la historia de la entidad bancaria. La reducción de la cifra final de afectados se debe en buena parte a la posibilidad de recolocar empleados en empresas filiales del Grupo CaixaBank, cifra que se eleva a unas 708 personas. Los sindicatos han destacado que la entente con la empresa permite salvar la red rural de oficinas y atención presencial, con garantía de dar servicio a la población de la 'España vaciada' y evitando su exclusión financiera.

En relación a las condiciones de salida para los trabajadores afectados, las últimas propuestas intercambiadas por las partes incluían indemnizaciones variables en función de las franjas de edad. Los mayores de 62 años salían con un pago de 20 días por año trabajado, con tope de 12 mensualidades. Las personas de entre 54 y 63 años percibían un pago equivalente al 57% del salario bruto, hasta los 63 años y con primas variables por adherirse voluntariamente al expediente. El grupo de 52 y 53 años recibirán siete anualidades equivalentes al 57% del salario fijo bruto anual, repartidas hasta los 63 años. Y el resto afectados, 40 días del salario fijo bruto por año trabajado, con un límite de 36 mensualidades. Un paquete de salidas que desde las centrales han calificado como "el mejor acuerdo de ERE en el sector financiero".