Reindustrialización

Nissan asegura que cualquiera de los 4 candidatos para sustituirle mantendrá hasta 1.500 empleos

La empresa automovilística pide al Gobierno un mayor esfuerzo en ayudas para acelerar la reindustrialización

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Gabriel Ubieto

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Los cuatro proyectos empresariales que han postulado formalmente para sustituir a Nissan en sus fábricas de Zona Franca, Montcada y Sant Andreu tienen capacidad para dar empleo a entre 1.000 y 1.500 trabajadores de manera directa. Así lo ha confirmado el responsable de operaciones de la firma automovilística en España, Frank Torres, en conversación con EL PERIÓDICO. Ello supondría garantizar entre el 50 y el 75% de la actual ocupación que mantienen las factorías de la firma nipona, que emplean a unas 2.000 personas de manera directa. Torres también ha reafirmado el compromiso con Nissan para cerrar cuanto antes la carpeta de su sucesión e insta a la Administración a maximizar las ayudas públicas para los proyectos que pretendan instalarse en Catalunya.

Acusados desde los sindicatos de que Nissan hasta ahora se había comportado cual administrador de la propiedad (API) que se limitaba a enseñar el ‘piset’ a los potenciales compradores; la firma automovilística ha salido públicamente a reivindicar que está "plenamente implicada en la atracción de potenciales inversores". El designando desde Japón para pilotar el cierre de las tres factorías de Nissan en Catalunya (que emplean a 2.000 trabajadores de manera directa y otros 20.000 de manera indirecta), Frank Torres, reconoce que los tiempos de la sucesión van “justos”. Pues el 31 de diciembre, sí o sí, Nissan echará el cierre y no producirá ni un coche más en Catalunya. Nissan sí continuará en sus plantas de Ávila y Cantabria, así como con los centros de recambios y el de ingenieros que mantiene en tierras catalanas; sobre los que Frank Torres ha descartado más recortes de plantilla.

Cuatro nombres tienen ahora mismo Nissan, el Ministerio de Industria, la Generalitat y los sindicatos como candidatos oficiales para suceder a los nipones en tierras catalanas. Y los cuatro, según explica Torres, garantizan un volumen de ocupación de entre 1.000 y 1.500 trabajadores y su presencia en las instalaciones tanto de Zona Franca, como de Sant Andreu y Montcada. ¿Serán esos 1.000 o 1.500 trabajadores los mismos que ahora mismo están empleados por Nissan? "La actual plantilla encaja bien en los proyectos presentados. Es uno de los activos que más aprecian las empresas interesadas", responde a este respecto Torres.

Entre la electromovilidad y continuar con las furgonetas

Los cuatro proyectos que han presentado formalmente candidatura son una alianza empresarial que junta a fabricantes como QEV, Inzile o Volta y que se enfocaría a componentes de la electromovilidad. Otro es el fabricante de motocicletas eléctricas de origen catalán Silence, que desde un primer momento levantó la mano para hacerse con los atractivos terrenos de Zona Franca (cercanos al puerto de Barcelona y propiedad del Consorci). Y luego hay otras dos, Punch y Ronn Motor, que pretenden seguir produciendo pick-ups como las de Nissan (o similares) y que podrían reciclar parte de las instalaciones.

En el caso de estos dos últimos candidatos, la implicación de Nissan es clave, pues, según ha trascendido anteriormente en varios medios, estas compañías estarían a expensas de la cesión de patentes para pasar a fabricar los modelos de furgonetas NV200. Torres no ha confirmado ni desmentido que desde Japón se esté estudiando la posibilidad de transaccionar con estos grupos para ello y se ha remitido a afirmar que "les estamos trasladando toda la información que nos piden, bajo criterios de confidencialidad, y desde Japón no hemos tenido restricciones", según ha comentado.

A mediados de julio, la comisión de reindustrialización se reunirá de nuevo para cerrar la lista definitiva de candidatos. Hay dos proyectos más, Mecalux y Barcelona Housing Systems, que no están lo suficientemente sólidos como para postular. Y luego están a expensas de dos fabricantes más, de origen asiático, según explican fuentes conocedoras, que están negociando entre bambalinas y que podrían superar los números de ocupación y producción del resto de candidatos ya oficializados. 

"Vamos justos de tiempo"

La sucesión de Nissan se ha visto enturbiada por diversos frentes durante estos últimos meses. La paz social ha brillado, en varios momentos, por su ausencia, especialmente por las huelgas en las subcontratas. Una de las incógnitas que sigue planeando sobre el proceso de sucesión de Nissan es que, al margen de ese empleo directo que se pueda mantener, cuántos de los actuales proveedores podrán reencajarse en el circuito que monte la empresa (o empresas) que se asienten a partir del 1 de enero del 2022 en los actuales terrenos de Nissan.

La guerra entre consultoras, para hacerse con el rol (y el contrato público de 150.000 euros) de asesor en todo este proceso, también ha lastrado las operaciones. "Vamos justos de tiempo", ha reconocido Frank Torres. Si la sucesión la acaba asumiendo una empresa que de continuidad y recicle parte de las instalaciones de Nissan, esta será más rápida y el periodo de impás entre que Nissan cierre y su sustituto empieza a producir será más corto. Si, por el contrario, el nuevo (o nuevos) productor tiene un modelo y requiere de instalaciones diferentes, ese interregno previsiblemente se alargará.

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