El sector turístico espera un buen verano en la costa y malo en Barcelona

El sector turístico catalán prevé un proceso de reactivación y una campaña de verano desigual en Catalunya, con buenas expectativas para los destinos de sol y montaña y peor para los urbanos, como Barcelona, donde se espera una mala temporada.

Según la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Catalunya (Confecat), las perspectivas son "muy buenas" en el Alt Empordà, donde se han reactivado "de golpe" las reservas.

Los hoteleros de la Costa Brava Centre esperan obtener mejores resultados que en 2020 y poder alargar la temporada, mientras que, en el sur de la zona, no se prevé llegar a los datos de 2019, porque dependen mucho de los mercados internacionales, aunque las expectativas sobre el turismo nacional son buenas.

Ni la mitad de hoteles abierto

También en el Pirineo hay buenas previsiones, aunque no será igual que en 2020 por la posibilidad de poder viajar al extranjero.

En la Costa Dorada, Terres de l'Ebre y el interior de la provincia de Tarragona, se confía en que el turismo familiar funcione durante el verano y llegue al 65 % de actividad en relación a 2019.

En Barcelona ciudad se vivirá "un verano malo", aunque mejor que en 2020 que fue "inexistente", pero "lejos" aún de las cifras de ocupación que pueden marcar la recuperación o que serían normales para la época en la ciudad.

Actualmente, Barcelona tiene abiertos el 42 % de los hoteles, con una ocupación que se sitúa sobre el 30 % y se espera que, a mediados de verano, estén abiertos el 50 o 60 % de los establecimientos.

Durante estos 15 meses, el sector hotelero de Barcelona ha perdido cerca de 2.100 millones de euros y, aproximadamente, el 65 % de los trabajadores continúa en ERTE, mientras que los precios han registrado caídas de entre el 50 y el 60 %.