Recibo eléctrico

El Gobierno estudia "medidas provisionales" para bajar la luz hasta abordar una reforma fiscal

Teresa Ribera abre la puerta a suspender el impuesto a la generación eléctrica del 7%, como ya hizo tras los altos precios del verano de 2018

Una lámpara encendida

Una lámpara encendida / 123RF

Sara Ledo

Sara Ledo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno trabaja en «medidas provisionales» par a reducir el precio de la luz, según anunció ayer por la mañana la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y confirmó por la tarde el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. «Estamos trabajando en ver de qué manera dar respuesta a este incremento exorbitante del precio de la luz que necesita una respuesta por parte del Gobierno de España», dijo Sánchez. El presidente aseguró tener «empatía con los consumidores y la industria» y avanzó que la respuesta llegará «más pronto que tarde». 

El precio de la electricidad en el mercado mayorista (denominado ‘pool’) lleva quince días en el entorno de los 80 euros el megavatio-hora de media, llegando en las últimas tres jornadas a superar los 90 euros (90,95 euros el martes, 94,63, ayer, y 93 euros hoy) por el alza del precio del gas natural en los mercados internacionales y de los derechos de emisión del CO2. 

«Necesitamos una revisión (fiscal) en profundidad para dar señales congruentes, para que pague quien contamine (...) pero mientras esto ocurre es obvio que el Gobierno debe ser sensible con medidas coyunturales», aseguró Ribera. La ministra apuntó hacia los impuestos aunque, sin ser mucho más concreta, pues únicamente dijo que no descarta «volver a suspender alguno de los elementos fiscales con carácter provisional». 

Una declaración que invita a pensar que el Ejecutivo se podría plantear suspender el impuesto a la generación eléctrica (7%) que pagan las empresas pero repercuten a los consumidores a través de la factura, como ya hizo en octubre de 2018. Después de un mes de julio y agosto con un precio medio de la luz de 60 euros el megavatio-hora y de 70 euros en septiembre, Ribera suspendió durante seis meses este gravamen para tratar de reducir la factura, dentro de un paquete más amplio de medidas que incluían la exención del denominado céntimo verde y dando un mayor soporte a los consumidores más vulnerables a través del bono social. 

En este sentido, hoy se debate y vota en la Comisión para la Transición Ecológica una iniciativa (PNL) del Partido Popular para reducir esta tasa del 7% al 0%. Aunque, a priori, la intención del Gobierno sería suspender el impuesto y no eliminarlo, según se desprende del discurso de Ribera, pues la ministra quiere realizar una reforma fiscal profunda de la factura a partir de las recomendaciones del comité de expertos en fiscalidad que trabaja junto al ministerio de Hacienda y que tienen de plazo hasta el próximo febrero para exponer sus conclusiones sobre distintos tributos. 

Energía fósil

Por otra parte, y más allá de esta reforma fiscal, el Gobierno trabaja en «medidas estructurales para reducir el peso de los combustibles fósiles» que son «los más caros y los que marcan el precio que se paga por toda la electricidad en el mercado mayorista». Según Ribera, si en 2018 más del 25% de la generación de electricidad dependía de la energía fósil, en la actualidad ese porcentaje es el 13%. Se trata de medidas adicionales a las ya planteadas, como es el reducir la sobrerretribución de nucleares e hidráulicas por los beneficios que reciben por los costes de CO2 y trasladar el coste de las primas renovables de la factura a las empresas energéticas.

Por otra parte, Ribera también anunció que trabaja con los ministerios de Industria, Comercio y Turismo y de Hacienda para dar unos 100 millones de euros adicionales como compensación a la industria por el alza de los costes del CO2.