Observatorio alimentario

Los olivareros denuncian la venta a pérdida de buena parte de la producción

Un estudio presentado este martes denuncia que la producción soporta el 70% de los costes pero solo recibe el 59% del precio de venta

Los agricultores culpan a la distribución de fijar precios que no se ajustan a las necesidades de las explotaciones

Botellas de aceite de oliva en un supermercado de Barcelona.

Botellas de aceite de oliva en un supermercado de Barcelona. / periodico

Eduardo López Alonso

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Los olivareros españoles venden buena parte de la producción a pérdida o a precios por debajo de los costes de producción. Es una de la conclusiones del estudio realizado por el Observatorio de la Cadena Alimentaria, organismo auspiciado por el Ministerio de Agricultura. Los datos de las últimas dos campañas son concluyentes. El estudio demuestra que la cadena de valor del aceite sufre de graves desequilibrios y que el eslabón inicial, la producción de las aceitunas, genera alrededor del 70% del valor total de la cadena, y sin embargo solo recibe el 59% del precio total, lo que supone trabajar a pérdidas. El análisis de las campañas del 2018 y del 2109 en conjunto muestra, según el sindicato UPA, que "es necesario establecer un mecanismo que permita la actualización continua de los precios campaña tras campaña". El responsable de Olivar de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, ha señalado que el informe prueba que "es posible" comercializar aceite de oliva virgen extra por encima de los costes de producción en el olivar tradicional. El estudio es una demostración de que todos los eslabones de la cadena pueden “avanzar juntos”. Hasta este estudio se apuntaba que el gran problema del sector es que los costes de producción son muy variables en función del tipo de explotación, y que ese factor aboca a la crisis de las explotaciones poco mecanizadas o en terrenos de difícil explotación. En la práctica, los agricultores consideran que es posible encontrar un precio que cubra los costes de cualquier explotación.

El estudio llega en unos momentos en los que se ha destapado la crisis de calidad que se vive en los puntos de venta. Las autoridades de Consumo han detectado mediante análisis que el 40% del aceite de oliva virgen extra que se vende en España no es ni virgen ni extra. Buena parte del problema radica en la dificultad de mantener precios estables y la falta de controles de calidad suficientes en toda la cadena de suministro.

El informe, elaborado por el catedrático Manuel Parras Rosas, de la Universidad de Jaén, demuestra que, en la campaña 2018/19, las liquidaciones fueron de 2,07 a 3,34 -una diferencia de más del 61%-. En la siguiente campaña las liquidaciones fueron de 1,63 a 3,08 euros/Kg., una diferencia de casi el 90%. Para UPA estos datos demuestran que es posible vender aceite de oliva virgen extra por encima del coste de producción en la parte del sector productor que engloba al olivar tradicional. "La asignatura pendiente es mejorar enormemente la gestión de la comercialización", aseguran.

El trabajo da por probado que el olivar tradicional, ya sea mecanizable o no, de secano o regadío, ha sufrido las dos últimas campañas pérdidas muy destacadas. Si se incorpora al análisis el efecto del olivar intensivo y superintensivo, se oculta la verdadera situación que está atravesando el olivar tradicional, dando una falsa apariencia de ser un cultivo rentable en alguna de las campañas analizadas. Para UPA, "queda claro a la luz de este importante estudio que los beneficios se concentran en la fase de envasado y comercialización y las pérdidas en el campo".