Mundo empresarial

Nace Patronal Catalana, representante ultraliberal de empresarios

La organización empresarial se define como “apolítica”, pese a que nace de la candidatura independentista de Pere Barrios que no consiguió presidir Pimec

La entidad precisa de conseguir 90.000 socios, que empleen a más de medio millón de trabajadores, si quieren conseguir representatividad institucional

Pere Barrios

Pere Barrios / Ricard Cugat

Gabriel Ubieto

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Catalunya era antaño un motor industrial. En el pasado vivía en el progreso económico, pero con los años se dejó debilitar por “castas” sindicales y patronales y entró en decadencia. Cuestiones como los límites y costes del despido, derechos de los trabajadores como los permisos de paternidad o maternidad y los “elevados” impuestos para las empresas truncaron ese crecimiento. Nadie defendía a los empresarios y su “libertad”, hasta que llegó “Patronal Catalana” para que Catalunya volviera a ser grande. Este es el relato con el que nace el nuevo proyecto empresarial que ha presentado este jueves el metalúrgico Pere Barrios y que pretende “sin complejos” representar a las compañías catalanas.  

Este empresario de la metalurgia, mano derecha de Joan Canadell en su asalto a la Cambra de Comerç y perdedor de las últimas elecciones de Pimec, ha presentado en sociedad “Patronal Catalana”. Este es un proyecto alternativo, de corte manifiestamente ultraliberal que busca captar a los desafectos de Foment del Treball y Pimec. Barrios, pese a sus otrora padrinos, ha definido su patronal como “apolítica”, con voluntad de captar a cualquier empresa, sea pyme o grande, y autónomo. 

No cuenta, según sostienen sus fundadores, de apoyo ni vinculación de ningún partido u organización. Se definen como “apolíticos”, pese a las recientes ligazones de Barrios con el independentismo empresarial de la ANC. “Hay que ser más cosas que independentistas”, ha sostenido Barrios. Tampoco de Joan Canadell, ahora diputado por JxCat. “Se hará socio seguro”, ha aseverado durante la presentación del proyecto. Esta ha tenido lugar este jueves en el Hotel Cotton, que hace muchos fue la antigua sede del gremio algodoneros; buscando ese simbolismo con ese pasado industrial glorioso que dicen querer recuperar para Catalunya.

Libre empresa

Las propuestas de Barrios y su núcleo de acompañantes son de corte profundamente ultraliberal, casi un clamor ayusiano ‘a la catalana’. “[En Catalunya] nadie defiende a la libre empresa” y eso “va a cambiar, las patronales tienen que cambiar”, ha afirmado Barrios. Los fundadores de Patronal Catalana se envuelven de una retórica de ‘empresarios, para empresarios’, que “vivimos y sufrimos en el día a día”, según ha afirmado Barrios. “Evidentemente no cobraremos nada, no como otros”, ha añadido.

Entre su programa destacan la reducción de las indemnizaciones por despido hasta suprimirlas; una tarifa autónomos reducida para trabajadores a media jornada y contrataciones subvencionadas para las ‘start-ups’ o pequeñas empresas que empiecen, en las que un parado pueda continuar cobrando la prestación y a su vez trabajar para estas firmas.  

Patronal Catalana también aboga por implantar un mercado laboral de ‘mini jobs’, con reducción de horas (con reducción de salario) y contratos de prácticas destopado para todas las edades; como fórmulas para reducir las altas tasas de paro. En materia de igualdad, pese a afirmar su compromiso con la misma, están en contra de la obligatoriedad de los planes en las empresas, así como las auditorías y registros retributivos. “El Gobierno no me tiene que obligar a tener nada si yo no incumplo, quien me acuse, que me acuse”, ha justificado.

Toda una batería de medidas que rompen con los consensos tejidos actualmente entre las patronales y sindicatos existentes. Actores que Barrios ha calificado de “castas”, que “prostituyen” la negociación colectiva y sin representatividad, pese a las afiliaciones acreditadas de unos y otros. 

Si Patronal Catalana quiere ser algo más que una asociación a nivel institucional, la ley le obliga a conseguir sumar y acreditar 90.000 empresas asociadas, que entre todas sumen más de medio millón de empleados. De momento rechazan marcarse plazos para evaluar si esa meta es o no para