Fiscalidad

Foment carga contra el IRPF en Catalunya

La patronal catalana denuncia que es una de las comunidades con el gravamen más alto y con menos deducciones autonómicas

La organización empresarial alerta de que las medidas en vigor hacen que este territorio "no sea atractivo ni competitiva ni fiscalmente"

Jose Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball.

Jose Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball.

Agustí Sala

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Catalunya tiene un IRPF de los más altos de España. Esa es la conclusión a la que ha llegado el Departamento de Economía de Foment del Treball a través de un informe en el que se compara la fiscalidad de las comunidades autónomas. El tipo mínimo de este impuesto es del 12%, "dos puntos y medio por encima de la media" y en los los máximos ocupa la cuarta posición, junto a Asturias y Cantabria (25,5%, medio punto por encima).

Esta situación hace que la comunidad "no sea atractiva ni competitiva ni fiscalmente". Todo ello contrasta con comunidades con un producto interior bruto (PIB) similar a Catalunya. Y destacan el ejemplo de Madrid, que cuenta con "unos tipos impositivos más bajos -el mínimo (9%) y el máximo (21%)". Por lo general, el tipo mínimo del conjunto de autonomías se sitúa en un promedio del 9,68% y su mediana se encuentra en el 9,5%. En cuanto al máximo, el promedio es del 24,5% y su mediana, en el 25%.

Foment mantiene desde hace tiempo una intensa ofensiva contra la política fiscal de la Generalitat y ha recurrido incluso a la publicidad para denunciarla cuando ERC acrodó los Presupuestos de 2020 con los 'comuns' , que incluían subidas a las rentas altas del IRPF y en el impuesto de sucesiones, entre otras. Con el cambio de Govern, la organización empresarial ha lanzado este informe que pretende sensibilizar a los nuevos representantes del Ejecutivo catalán, que cuenta ahora con un independiente propuesto por Junts, Jaume Giró, al frente de la Conselleria de Economia, que ha relevado al que ya es 'president', Pere Aragonès, de ERC, que hasta ahora era 'vicepresident' y titular de esta cartera.

El informe, que critica la escasez de ventajas tributarias en comparación on otros territorios, emplaza a su vez a la Generalitat a introducir deducciones para familias numerosas y monoparentales y también por adopción internacional o por parto o adopción múltiple para facilitar e incentivar el aumento de la natalidad y la adopción, especialmente en zonas en riesgo de despoblación. El estudio constata que Catalunya "solo presenta deducciones por nacimiento o adopción nacional (150 euros en declaración individual y 300 en la conjunta), por acogimiento familiar de menores (500 euros) y por viudedad durante tres años (150 euos). Sin embargo, las cuantías son muy limitadas en comparación con otras autonomías.

Sanidad

También subraya la falta de incentivos para usar la sanidad privada, que en Catalunya tiene una presencia destacada y supone una vía de escape para el colapso de la pública, recuerdan. En sanidad, en la que Catalunya tiene una presencia destacada de sanidad privada. Carece, por ejemplo de deducciones por gastos de enfermedad, que existía hace unos años y "que han recuperado Canarias y Cantabria con una desgravación del 10%".

Tampoco existen ventajas fiscales por dependencia, minusvalía o la tercera edad, "a pesar de sus referencias en el discurso público". De hecho, Catalunya es "la única comunidad del régimen común sin ninguna deducción en esta categoría". Y en vivienda, Catalunya presenta deducciones "con niveles mucho más bajos": un 1,5% por rehabilitación de la vivienda habitual, un 10% por su alquiler para jóvenes menores de 35 años y algún otro colectivo, así como un 15% por obras de adecuación y accesibilidad.

Deducciones menores

Comparando con otras autonomías, Catalunya ofrece "deducciones mucho más bajas". Además, no incluye deducciones autonómicas por adquisición de vivienda ni por alquiler (para el conjunto de la población de carácter general). Dadas las necesidades de vivienda, Catalunya debería plantear deducciones que incentiven el crecimiento del parque tanto de alquiler como de propiedad, para hacerlo más accesible.

Foment valora la deducción del 25% por donaciones a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i). No obstante, reclama ampliarla "para ganar una diferencia competitiva a nivel fiscal" y acompañarla de otras deducciones por donaciones como las de convenios de colaboración empresarial, mecenazgo cultural, científico, etc., como hacen muchas comunidades ( por ejemplo, Murcia con el 50%) o los de donaciones de bienes culturales y patrimoniales, así como donaciones para su conservación.

El estudio de la patronal catalana destaca que las deducciones por donaciones para impulsar el mecenazgo son relativamente bajas en Catalunya en comparación con otras autonomías, como Madrid, Baleares, Castilla La Mancha, Cantabria o Canarias, con el 15% de la donación.

Incentivar la inversión

El informe también afirma que "sorprende que, en cuanto a inversiones, Catalunya solo se centre en las enfocadas a atraer las de los ángeles inversores". A pesar de que es un aspecto positivo, Foment defiende "incentivar la inversión en empresas por el público general para fomentar la rentabilización del capital ahorrado y la creación de una cultura financiera, muy necesaria en nuestro país". También deberían considerarse las deducciones por inversión en sectores estratégicos del país y se considera "llamativa la inexistencia de deducciones en el ámbito laboral". La patronal las defiende como medida para atraer talento y emprendimiento a zonas rurales en riesgo de despoblación, y talento cualificado en el campo científico, técnico y del I+D, por las cuotas a la Seguridad Social de un trabajador incluido en el Sistema Especial para Empleados del Hogar del régimen general de la Seguridad Social.

En educación, "sorprende que la Generalitat de Catalunya no proporcione facilidades con deducciones fiscales en el IRPF", apuntan los autores del estudio. También aboga por deducciones para facilitar una movilidad más sostenible por adquisición de vehículos eléctricos y de abonos de transporte público. E introducir deducciones por la obtención de subvenciones o ayudas para paliar los efectos de la pandemia en las familias.