Congreso sindical

Pepe Álvarez, reelegido sin oposición secretario general de UGT hasta el 2025

El líder sindical consigue el 86% de los votos y apuesta por una cúpula sin apenas renovaciones

Pepe Álvarez, reelegido como líder de UGT

Pepe Álvarez, reelegido como líder de UGT / Rober Solsona / EPC

Gabriel Ubieto

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Pepe Álvarez ha sido reelegido como secretario general de UGT hasta el 2025. El líder sindical ha conseguido revalidar este jueves el cargo con un respaldo del 85,83% de los votos y sin candidatura opositora en el 43 Congreso Confederal del sindicato. Álvarez ha oficializado los nombres que le acompañarán en la ejecutiva del sindicato durante los próximos, en una renovación de la cúpula ugetista sin apenas cambios de peso.

A diferencia de las elecciones del 2016, cuando el sindicalista catalán se impuso a Miguel Ángel Cilleros por tan solo 17 votos (306 a 289); en esta ocasión los delegados de UGT han apoyado holgadamente su gestión al frente de la central y han apostado por renovar su confianza hasta el 2025. Durante el 43 Congreso, la gestión de la Comisión Ejecutiva Confederal saliente ha obtenido el respaldo de la práctica totalidad de los delegados (99,87% de los votos emitidos).

Pocos cambios en la ejecutiva

El reelegido secretario general solo ha impulsado un par de cambios de peso en la ejecutiva del sindicato para los próximos cuatro años. La secretaría de política sindical, el brazo negociador de la táctica sindical que asume el detalle de negociaciones como los ertes covid o la reforma laboral, entre muchos otros, tendrá un nuevo responsable. Hasta ahora esta cartera la llevaba Gonzalo Pino y ahora, que se elevará a la categoría de vicesecretaría general, la asumirá Mariano Hoya Callosa, actual líder de UGT en Madrid. Otra cartera de peso en las negociaciones que están actualmente en curso es la de políticas sociales y vivienda. Esta asume negociaciones como la de pensiones o de protección social, hasta ahora la titular era Mari Carmen Barrera y a partir de ahora será Ana Isabel Gracia. Barrera no sale, no obstante, de la ejecutiva y asumirá a partir de ahora la cartera de políticas europeas

En total, la nueva comisión ejecutiva de UGT estará integrada por 16 miembros, siete mujeres y nueve hombres. La mano derecha de Álvarez, Cristina Antoñanzas, repite como vicesecretaria general. El responsable de organización, Rafael Espartero, también repite como vicesecretario de organización; así como Ana García de la Torre, como secretaria de salud laboral; Sebastián Pachecho, como secretario de formación; Jesús Gallego como secretario de relaciones Internacionales, y Amparo Burgueño y Diego Martínez como secretarios confederales. Adela Carrió también repite, pero pasará al área de gestión de proyectos, mientras que Salvador Duarte se hará cargo de la secretaría de Comunicación, redes Sociales y agenda Digital.

Serán también nuevos en la Ejecutiva de UGT Luis Pérez Capitán (secretario de Recursos y Estudios); Cristina Estévez (secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales); Ana Isabel Gracia (secretaria de Políticas Sociales y Vivienda) y Fernando Luján, que se ocupará de una de las tres Secretarías Confederales.

Un sindicalista nacido en Asturias y forjado en Catalunya

José María Álvarez Suárez nació en Belmonte de Miranda (Asturias) hace 65 años. Con 22 años se fue hacia Catalunya, donde entró a trabajar en La Maquinista Terrestre y Marítima, actualmente Alstom. Allí comenzó su trayectoria sindical en UGT, que le llevaría primero a liderar la federación del metal, para luego dar el salto a la secretaria general de la centenaria central en Catalunya. Durante 26 años estuvo al mando de UGT en las provincias catalanas, hasta que decidió dar el salto a la esfera confederal. En Catalunya dejó una bicefalia que todavía perdura, con Camil Ros, del alma más soberanista del sindicato y ex dirigente juvenil de ERC, como secretario general, y a Matías Carnero, con especial ascendencia en la federación industrial y poco sospechoso de independentista, como presidente del sindicato.

Álvarez se midió en el Congreso ugetista del 2016 con el entonces candidato continuista Miguel Ángel Cilleros, para sustituir al histórico Cándido Méndez. Por aquel entonces el sindicato arrastraba los escándalos de corrupción de la trama de las subvenciones en Andalucía y Álvarez representaba la ruptura con el 'establishment' de la central. El actual secretario general se impuso por apenas 17 votos (306 a 289), en una muy apretada votación cuyo recuento se alargó hasta casi las seis de la mañana. Cuatro años después, la gestión de Álvarez no tiene opositor y ha sido ampliamente avalada durante el Congreso celebrado en Valencia.

Como retos para los próximos años, el sindicalista forjado en Catalunya tiene conseguir que el Gobierno derogue la reforma laboral del PP, por la que los sindicatos llevan ocho años clamando. La negociación de la nueva arquitectura laboral de la era poscovid, desde los nuevos ertes, hasta las nuevas políticas activas de empleo, son otra de las grandes metas que tiene por delante el líder de UGT para los próximos cuatro años.