Batalla judicial

Bella Napoli, la pizzería que ganó a la letra pequeña del seguro por el covid

Por primera vez un tribunal ha reconocido a un empresario el derecho a indemnización tras el cierre por coronavirus de su negocio

El restaurador Carmine Melisse anima a otros negocios a seguir su ejemplo: "Les digo a todos que espabilen"

Girona 30 04 2021  Carmine Melisse  propietario de la pizzeria Bella Napoli  quien a presentado una demanda a la aseguradora por perdidas y cierre por el Covid  Autor  David Aparicio Fita

Girona 30 04 2021 Carmine Melisse propietario de la pizzeria Bella Napoli quien a presentado una demanda a la aseguradora por perdidas y cierre por el Covid Autor David Aparicio Fita / David Aparicio

Rosa María Sánchez

Rosa María Sánchez

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Carmine Melisse está dedicado al negocio de la restauración desde hace 35 años, 20 de ellos en Girona. De origen italiano, de la provincia de Nápoles, su especialidad no podía ser otra que la pasta y presume de que su establecimiento, Bella Napoli, es conocido como el de "las mejores pizzas de Girona". Ahora, su establecimiento también es conocido dentro y fuera de Girona porque es el primero que ha conseguido que un juez, en sentencia firme, le dé la razón y le haya permitido obtener de su aseguradora una indemnización (6.000 euros) para compensar parte de la caja que no pudo hacer durante los tres meses del confinamiento, desde marzo del 2020.

"Estuve tres meses parado, sin ingresos y teniendo que atender los gastos. ¿Qué podía hacer?", relata. En medio de su desesperación recordó que unos meses antes, en febrero, había renovado la póliza multirriesgo de su establecimiento, con Segurcaixa Adeslas. Recordó que la póliza incluía una cobertura frente a pérdidas por cierre de establecimiento y fue a ver a su corredora de seguros. "No hay nada que hacer", le respondió Montserrat. Fue a ver a un abogado: "No te toca nada", le desanimó. "Y yo no lograba entender por qué te obligan a hacer un seguro que luego no te cubre nada", relata. Su amigo Ángel Alcalde, abogado, quiso estudiar la póliza. "Yo voy a poner una demanda", determinó Alcalde, por fin.

Todo fue muy rápido. En junio se iniciaron los trámites con la aseguradora, primero, y en el juzgado de primera instancia, después. En noviembre el juzgado dio la razón a la aseguradora. "Tenemos que apelar. Veo muchas contradicciones en lo que dice el juez", resolvió el abogado Alcalde. El 3 de febrero, la Audiencia Provincial de Girona acabó dando la razón al empresario.

"No se puede decir en unas cláusulas que sí entran varias cosas y luego en la letra pequeña decir que no entra nada". Esta es la particular lectura que Carmine hace de la sentencia que emitió a su favor el magistrado Fernando Lacaba Sánchez. Dicho de otro modo: las cláusulas particulares reconocían una indemnización de 60 euros por día de cierre de negocio forzoso por un máximo de tres meses, pero el clausulado general (la letra pequeña, según Carmine) excluía de esta indemnización el cierre por decisión administrativa. Como el clausulado general, donde figuraba esta cláusula limitativa, ni estaba firmado por el cliente ni constaba una explicación clara sobre ello al cliente, el juez determinó que no era válida y que había que aplicar la indemnización de 6.000 euros, al amparo del artículo 3 de la ley del Seguro.

"No te puedes ni imaginar la gente que me está llamando con lo mismo" le dice ahora el abogado Alcalde a su amigo Carmine. Muchos empresarios preguntan, "y yo les digo a todos que se espabilen" resuelve el restaurador. Tan solo le queda una espinita clavada. Antes de renovar su póliza en febrero, tenía contratada una indemnización de 300 euros por día de cierre con un máximo de 6 meses. En la renovación, la indemnización se bajó a 200 euros por día con un tope de 3 meses, cuenta mientras se acuerda de "Montserrat".

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