Barcelona busca captar los fondos europeos para transformar el territorio

Transformar y modernizar el territorio. Ese es el objetivo de los hasta 11 proyectos que el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ha presentado este miércoles y con los que busca captar la financiación de los fondos de recuperación europeos para superar la crisis social y económica causada por la pandemia del covid-19.

La batería de 11 proyectos propuestos por el ente público tienen como principales ejes la digitalización y la transición ecológica del territorio, objetivos compartidos con las líneas de recuperación trazadas por la Unión Europea (UE) y el Gobierno español. “Tenemos que pensar cómo aprovechamos este fondo para relanzar políticas que AMB ya tenía sobre la mesa y que dan nuevas oportunidades de ocupación de calidad para el futuro”, ha explicado Ramon Torra, gerente de AMB.

La transformación del área metropolitana es clave para el impulso económico de Catalunya y España. Los 636 km2 de este territorio reúnen un 42% de la población catalana y generan el 52% de su riqueza (PIB). Los proyectos supondrán una inversión de 2.716,78 millones de euros, de los cuales hasta 2.228,70 millones provendrían de los fondos Next Generation EU. La transformación ecológica y energética requeriría de una inversión de 2.582,39 millones, mientras que la digitalización se quedaría en 134,39 millones.

Su aplicación dependerá de si los proyectos candidatos son aceptados. El reparto de esos fondos entre las administraciones públicas españolas está aún por determinar. “Hemos creado una estructura que deberemos ampliar llegando a acuerdos con ayuntamientos y la diputación para hacerlo de la mano”, ha apuntado Torra”. “Si no salen los fondos tenemos un proyecto mas modesto ya en marcha”.

Impulso económico sostenible

Para agilizar la modernización verde del territorio, los proyectos propuestos por AMB incluyen planes para mejorar conservación y calidad de los espacios naturales y urbanos, combatir la regresión de las playas y adoptar nuevos modelos de gestión de residuos más sostenibles y potenciar el uso de aguas regeneradas.

También planes para impulsar la movilidad eléctrica, renovar las flotas de transporte público y mejorar la red para el transporte privado para reducir el consumo eléctrico. En ese sentido, también se quiere relanzar el uso de la bicicleta (pasando de un uso actual del 1,5% al 4%) con la ampliación de vías y del servicio de bicis públicas.

Una de las claves de ese eje es el plan de rehabilitación y regeneración urbana con el que se pretende mejorar la accesibilidad y habitabilidad de hasta casi 13.000 edificios de 35 municipios. Barcelona no forma parte de ese plan de ayudas.

Futuro más digital

Los proyectos propuestos por AMB también buscan acelerar la digitalización de los comercios de proximidad y de las administraciones públicas para mejorar sus servicios tras una época de confinamientos en que las fallas de esos sistemas han quedado expuestos. Asimismo, se propone impulsar nuevas estructuras 5G que mejoren la conectividad en playas, rondas de Barcelona y polígonos industriales, donde esa digitalización contribuirá al impulso de la actividad económica.

Fondos para superar la crisis

El fondo europeo al que aspiran los proyectos de AMB forma parte del plan comunitario para impulsar la recuperación de continente tras la sacudida social y económica causada por la pandemia del covid-19. En total, la UE canalizará 1,8 billones de euros, el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto comunitario. Esas ayudas a los estados establecen que deben emplearse en proyectos que aúpen la investigación e innovación científica, la transición climática y que impulsen una economía digital respetuosa con la biodiversidad, justa y con perspectiva de género.

El pasado 13 de abril el España presentó las líneas generales de su Plan de Recuperación, con el que recibirá más de 140.000 millones de euros de los fondos europeos hasta 2026 (77.324 en subvenciones a fondo perdido y 63.122 en préstamos). Durante esta semana, el Gobierno entregará su documento completo a la Comisión Europea, en el que se compromete a abordar reformas estructurales prometidas a Bruselas como la reforma laboral, la fiscal y la del sistema de pensiones.