Glovo se alía con la aceleradora de Juan Roig para expandir la venta a domicilio

Glovo y Lanzadera, la aceleradora de 'start-ups' del empresario Juan Roig, han firmado un acuerdo de colaboración para atraer nuevas 'start-ups' a desarrollar productos vinculados con el reparto de comida a domicilio. La firma de Óscar Pierre ofrecerá formaciones en el 'hub' de innovación valenciano y testeará nuevas aplicaciones, algoritmos o formas de negocio a través de los pequeños proyectos que se presten a desarrollar sus ideas y a aportar propias, tal como han hecho publico ambas compañías en un comunicado este lunes. Glovo sigue apostando por expandir su división de desarrolladores en suelo español, pese a la inminente aprobación de la nueva 'Ley Rider', que obligará a la compañía a cambiar su modelo laboral para con los repartidores.

Con este acuerdo de colaboración, Lanzadera incorpora en su red de empresas tecnológicas a la firma puntera en España en el sector del reparto a domicilio. Esta aceleradora de 'start-ups' basa su capacidad de atracción de emprendedores en poder ofrecerles, entre otros, una amplia carta de empresas referentes en el sector donde estos puedan desarrollar ideas o proyectos. Y Glovo gana una especie de cantera donde encontrar nuevos desarrolladores que pueden aportarle novedades más allá de su equipo interno.

Según el comunicado emitido por las partes, las 'start-ups' seleccionadas de los programas de Lanzadera recibirán el apoyo de los directivos de Glovo para desarrollar las pruebas de concepto, así como recursos técnicos y visitas a sus centros corporativos donde poder validar las propuestas. Desde su creación en el 2013, Lanzadera ha prestado apoyo a más de 600 'start-ups' y ha aportado 15 millones de euros en financiación de préstamos para desarrollar nuevos proyectos. 

Glovo sigue apostando por España

Con la firma de este acuerdo, Glovo sigue apostando por expandir su equipo de desarrolladores de programario en suelo español. El pasado 12 de abril la empresa digital de reparto a domicilio anunció la apertura de un nuevo hub tecnológico en Madrid y la previsión de contratar 100 ingenieros informáticos para desarrollar allí sus aplicaciones. Una inversión anunciada poco después de que la compañía consiguiera atraer la confianza de los inversiones extranjeros y cerrar una nueva ronda de financiación de 450 millones de euros; la mayor de una 'start-up' en España.

La firma fundada por Óscar Pierre mantiene con estas inversiones a futuro su apuesta en España, pese a la nueva 'Ley Rider', cuya negociación está cerrada con patronal y sindicatos pero que todavía está pendiente de aprobarse en el Consejo de Ministros. Esta implica un veto explícito al modelo laboral que ha mantenido hasta ahora la empresa digital para con sus repartidores, que hasta ahora operaban como autónomos. Algo censurado repetidamente desde hace años por la Inspección de Trabajo, con cuantías millonarias que Glovo deberá acabar pagando cuando agote la vía judicial y si el Supremo no se desdice del criterio que ya ha manifestado.

La aprobación de la ley dejará más explícito que los 'riders' deberán ser asalariados, aunque todavía está por ver si Glovo (así como el resto de compañías del sector) opta por internalizar a estos repartidores o subcontratarlos a través de terceros.