Cambios en el sector financiero

Los bancos centrales ultiman sistemas para negociar con criptomonedas

El Bundesbank reconoce haber solucionado el sistema óptimo para convertir las monedas digitales a euros sin amenazar el papel de la banca convencional

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

Eduardo López Alonso

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Los últimos movimientos de bitcóin en los mercados internacionales y el apoyo efectivo de grandes fondos de inversión han cambiado las reglas del juego. Pese a los altibajos en el precio del bitcóin, inherentes a su carácter especulativo, la criptomoneda está ganando fuerza ante el mayor uso por parte de actores del sector financiero relevantes. Estos días, Visa y Paypal han anunciado que aceptarán el uso de criptomonedas en los pagos. Hasta el 'Financial Times' acepta criptomonedas para pagar la suscripción al diario económico. Decían hace algunos años los expertos que el día que la capitalización de bitcóin llegase a los 10 billones de dólares podría hablarse de importancia planetaria. La cota ya se ha superado con una cotización que llegó a superar los 60.000 dólares por unidad, actualmente más cerca de los 58.000 dólares. Ante esta situación, no es de extrañar que los bancos centrales aceleren ya sus movimientos, los departamentos de estudios analicen las alternativas y se planifique el lanzamiento de monedas digitales respaldadas por estados que cubran las necesidades futuras de efectivo digital.

Mientras el BCE y la Comisión Nacional del Mercado de Valores alertan del riesgo de las inversiones en criptomonedas, el BCE hace pruebas para desarrollar soluciones propias alejadas de 'blockchain'. Ahora es el Bundesbank el que ha confesado que ha hecho pruebas para abrir un puente entre las criptomonedas y el euro con esa misma base (que elude la cadena de bloques como certificación pero sí emplea el sistema de registro distribuido de operaciones). 

Las autoridades alemanas han desarrollado una tecnología que permite a los inversores comprar y vender criptomonedas a cambio de dinero del banco central, cerrando una brecha entre dos mundos que han parecido tradicionalmente irreconciliables. El Bundesbank ha estado experimentando con el uso de la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) para liquidar transacciones con dinero oficial. El Bundesbank, que se asoció con Deutsche Börse y la agencia de deuda del Gobierno alemán para este proyecto, reconoció recientemente que su solución era la primera que permitía a quienes venden valores en la cadena de bloques recibir sus ganancias en su cuenta en el banco central. La tecnología podría ampliarse a toda la zona euro antes incluso de que se lance el euro digital del Banco Central Europeo, según fuentes del banco central alemán. 

Para Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), las criptomonedas "deben lograr un equilibrio entre la reducción de la exposición al riesgo bancario y la necesidad de aumentar la capacidad de competencia y mejorar la experiencia con los sistemas de pago". En su opinión, las entidades financieras privadas deben facilitar la apertura de cuentas bancarias mientras que "la cooperación transfronteriza debe garantizar que los bancos centrales puedan seguir aprendiendo unos de otros y aprovechar las oportunidades de las monedas digitales para mejorar los pagos transfronterizos".

"Es posible establecer un puente tecnológico entre la tecnología 'blockchain' y los sistemas de pago convencionales para liquidar valores en dinero del banco central sin necesidad de crear una moneda digital del banco central", mantiene el Bundesbank. Durante las pruebas realizadas, se emitió un bono del Gobierno a 10 años en la cadena de bloques y se negoció, aunque solo en modo de prueba, por seis bancos: Barclays, Citibank, Commerzbank, DZ Bank, Goldman Sachs y Société Générale. 

Las operaciones se liquidaron en la cadena de bloques con la ayuda de una "cadena de activación" que conecta los activos en el libro mayor distribuido con el sistema de pago de la zona euro, bautizado como Target 2. El BCE está explorando la creación de un euro digital para complementar el efectivo en los próximos cinco años. Pero el Bundesbank se ha mostrado tibio con este proyecto, diciendo que podría desestabilizar el sector bancario al alejar a los depositantes o debilitar el sistema financiero en momentos de crisis.

El Banco Central de Suiza publicó recientemente un informe abogando por futuras monedas digitales que abanderen el anonimato de sus propietarios, básicamente que repliquen las características del dinero en efectivo en circulación. La autoridad helvética propone que las criptomonedas se basen en tokens (servicios) y no en cuentas, que este dinero digital se parezca mucho más al dinero físico en términos de privacidad (poder comprar algo pero nadie sabe qué). El sistema bautizado como 'token paid' o 'token based' permite mantener la privacidad del dinero, algo estratégico para Suiza en términos de país. A nivel tecnológico, analiza el informe como se debe afrontar la firma digital, el sistema de billetera virtual o 'wallet'. El banco central controlaría movimientos pero nunca en qué se gasta ese dinero digital.

Para Victoria Gago, cofundadora de la European Blockchain Convention, el informe del Banco Central de Suiza introduce un nuevo concepto de privacidad que realza el papel de los bancos centrales como garantes del sistema. El Banco Central Europeo explora en paralelo al Bundesbank y otros bancos centrales europeos la manera de delegar en los bancos comerciales los procesos de autenticación en la generación de dinero y las transacciones. La idea del instituto emisor suizo es controlar el volumen circulante de dinero digital y los protagonistas de las transacciones, pero sin llegar a las transacciones mismas. Las propuestas de los bancos centrales buscan limitar los efectos del aumento del dinero circulante en la estabilidad financiera y regular de paso cualquier criptomoneda respaldada por compañías tecnológicas. 

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