¿Qué harán los turistas del resto de Europa en Semana Santa?

Alemania: Todos los obstáculos posibles

Las autoridades alemanas no dejan de repetir un mantra: la población debería prescindir de cualquier viaje que no sea “indispensable”. Este último adjetivo va dirigido especialmente a los viajes turísticos, que el gobierno alemán quiere evitar a toda costa por considerarlos un foco de expansión de las variantes del coronavirus.

El turismo nacional alemán, muy común en las fechas de Semana Santa, está prácticamente bloqueado por la falta de oferta hotelera y de alquiler vacacional: Alemania ha decidido prohibir que las infraestructuras turísticas puedan ofrecer sus instalaciones a turistas. Las capacidades restrictivas del turismo internacional son mucho más limitadas para Berlín, pues el gobierno alemán no puede influir en la oferta hotelera fuera de sus fronteras.

Ante los intentos fallidos de la CDU de Merkel de prohibir los viajes al extranjero por falta de base constitucional y también de apoyo de su socio de gobierno, los socialdemócratas del SPD, el ministerio de Sanidad alemán ha ampliado la obligación de presentar un test PCR negativo para poder volar a Alemania: hasta ahora solo lo tenían que presentar aquellos viajeros procedentes de zonas consideradas de riesgo.

Comunidades autónomas como las Baleares o la Comunidad Valenciana no son consideradas, de momento, regiones de riesgo por las autoridades sanitarias alemanas debido a la baja incidencia. Ello hizo aumentar las reservas de turistas alemanes las últimas semanas, especialmente a Mallorca. 

Los nuevos obstáculos probablemente desincentivarán aún más los viajes turísticos de alemanes a España, lo que afectará un sector ya muy golpeado por la pandemia: el gigante turístico alemán TUI informó que desde el inicio de la pandemia su número de clientes supone un 10% de sus cifras habituales. La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca apunta que la ocupación de los 49 hoteles que siguen abiertos en la isla tienen prevista una ocupación de entre 10%y 15% esta Semana Santa.

Francia: pocas trabas para volar

La situación sanitaria continúa degradándose en Francia. Tres nuevos departamentos se sumarán a partir de este sábado a los 16 sometidos a “medidas de frenado reforzadas” desde el 20 de marzo. Este “confinamiento aligerado” prohíbe a los ciudadanos afectados desplazarme a otras regiones, sin embargo, permite, al menos por ahora, viajar al extranjero. 

Basta un test PCR negativo realizado 72 horas antes de llegar al destino para subirse a un avión y poner rumbo a cualquier país europeo, también es posible viajar a Australia, Japón, Reino Unidos, Singapur o Corea del Sur, destinos considerados “seguros” por las autoridades francesas. 

La Semana Santa se acerca y mientras no se anuncien nuevas restricciones destinadas a frenar los viajes de ocio es probable que los franceses elijan poner rumbo a sus países vecinos, privilegiando las regiones y ciudades con menos restricciones. 

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado mes de enero 117.000 franceses viajaron a España. Esta cifra supone una bajada del 75% en comparación con enero de 2020, pero, frente a los 50.000 alemanes y 22.000 italianos llegados a territorio español en el mismo periodo, pone de relieve la predilección de los turistas galos por viajar al otro lado de los Pirineos.

Este miércoles, preguntado por la falta de coherencia de las medidas destinadas a limitar los desplazamientos y frenar la curva de contagios, el ministro francés del Interior, Gérard Darmanin, aseguró que las normas de los viajes internaciones serán estudiadas para evitarlos. Hasta ahora, se desconoce cuándo, cómo y dónde. 

Ante una eventual llegada masiva de franceses a la península, la Embajada de Francia en España ha “desaconsejado rotundamente viajar [al país] por razones de ocio", recordando a sus conciudadanos que en caso de tener que realizar el desplazamiento "los viajeros siempre deben cumplir las normas".

Reino Unido: prohibido moverse

Los británicos han debido renunciar al sueño de una Semana Santa en las costas mediterráneas o en cualquier lugar del extranjero. Las restricciones de movimiento continúan desde enero en todo el país, debido a la tercera ola de covid. Hacer turismo interior no es posible, hoteles y restaurantes siguen cerrados. Además de eso, el control de las fronteras es cada vez más férreo. Los viajes internacionales, que no sean estrictamente justificados e indispensables, están prohibidos. Actualmente hay una treintena de países (prácticamente todos los de América del Sur y Suráfrica) en la llamada ‘lista roja’ del gobierno. Los residentes en el Reino Unido que retornen desde uno de ellos deben pasar 14 días de cuarentena en un hotel, pagado de su bolsillo, además de hacerse una serie de test.

A sabiendas de que los ciudadanos están ansiosos por salir de vacaciones y para evitar posibles tentaciones en Semana Santa, el gobierno ha aprobado la aplicación de multas de 5.000 libras (5.813 euros) a todo el que trate de saltarse la prohibición de dejar el país, a partir del lunes 29 de marzo. La duración de la medida es por el momento indefinida. El Ejecutivo ha puesto en marcha un grupo de trabajo, para que determine de qué forma los británicos podrán volver a realizar viajes internacionales de manera segura. Las autoridades esperan disponer de unas primeras conclusiones el 12 de abril, pero es muy improbable que la situación cambie antes de finales de junio e incluso podría prolongarse durante el verano.

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