efectos de la pandemia

La economía catalana cayó en 2020 al nivel de cuatro años atrás

El PIB se desplomó el año pasado el 11,5%, una décima más de lo estimado inicialmente

Negocios cerrados en una calle de Barcelona, el pasado 30 de julio

Negocios cerrados en una calle de Barcelona, el pasado 30 de julio / periodico

Agustí Sala

Agustí Sala

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La economía catalana retrocedió en 2020 cuatro años como consecuencia de la crisis surgida a raíz del coronavirus. El producto interior bruto (PIB) se desplomó el año pasado un 11,5%, una décima más de lo que se había estimado inicialmente, según los datos del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat). El conjunto de todo lo producido durante el ejercicio pasado ascendió a 224.125 millones de euros, al nivel de 2016, con lo que se esfumaron de un plumazo más de 25.000 millones, el equivalente al gasto corriente anual de la Generalitat. En el cuarto trimestre, la caída en tasa interanual fue del 9% frente al 9,6% del trimestre anterior, con una ligera recuperación del consumo, según los mismo datos.

En todo caso, la cifras revelan el impacto de la crisis, que se tradujo en la pérdida de PIB equivalente al crecimiento acumulado de los anteriores cuatro ejercicios, según las cifras del Idescat. El desplome sin precedentes en tiempos de paz registrado en Catalunya el año pasado supera en cinco décimas al del conjunto de España (11%).

A lo largo de 2020, el Govern ya auguró que la economía catalana sufriría la mayor caída desde la Guerra Civil, y en octubre incluso empeoró sus previsiones económicas y estimó que el PIB podría ceder este año entre un 10% y un 12% por la evolución desfavorable de la pandemia. El estallido de una tercera ola confirmó los pronósticos menos optimistas.

Del 9,6% al 9%

Catalunya comenzó el año con un primer trimestre en el que el PIB cedió un 5,6 %interanual, al verse afectado solo por 15 días del estado de alarma. En el segundo trimestre, con la mayor parte del confinamiento genera, el impacto fue un desplome del 21,6 %. En los últimos dos trimestres, las caídas fueron del 9,6% y del 9% interanual, respectivamente.

La demanda interna experimentó el año pasado un descenso del 9,5%, principalmente a causa de "la intensa disminución del consumo de los hogares", en un contexto de restricciones de la movilidad, la actividad y reducción del empleo e incertidumbre económica. Este desplome solo se vio compensado parcialmente por el consumo de las administraciones públicas, con un aumento del 5,1% para paliar los efectos de la crisis. De hecho, el Govern estimó que el coste presupuestario como consecuencia del coronavirus superó los 5.100 millones, entre el aumento del gasto y la minoración de ingresos. La inversión, por su parte, se desplomó el 13,6%. Las exportaciones disminuyeron el 22,6% y las importaciones el 18,7%

Por sectores, los servicios fueron de los más penalizados, por el peso del turismo y la hostelería y su aportación al conjunto dela economía, con una caída del 11,7%. La industria y la construcción descendieron el 9% y el 15,4%, respectivamente). El sector agrario se redujo el 2,6%.

Como consecuencia de la evolución de la crisis, la economía catalana cedió cinco décimas más que la media española por factores como el mayor peso del sector turístico. Uno de los factores positivos es que en el último trimestre del año se registró una ligera mejoría respecto al tercero, al aumentar la demanda interna, el consumo de las administraciones y las exportaciones, si bien la economía continúa muy por debajo de los niveles de 2019, es decir, del la etapa inmediatamente previa a la pandemia.

De cara al ejercicio actual, la última previsión oficial del Govern es que la economía puede crecer este año entre el 4,5% y el 7,7 %, gracias a la demanda externa y la recuperación parcial del consumo. En todo caso, el registro que marque definitivamente dependerá del proceso de vacunación y de la rapidez con la que se vaya restableciendo una cierta normalidad.