Entrevista

El alcalde de Cáceres: "Si apareciera un yacimiento de litio al lado de la Sagrada Família, ¿lo explotaríamos?"

Luis Salaya ha ganado protagonismo tras decir que el mineral de las minas cercanas a la ciudad extremeña no se aprovecharán para hacer una factoría en Martorell

Luis Salaya

Luis Salaya / SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Miguel Ángel Muñoz

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En el foco mediático nacional después de haber asegurado que el litio de Cáceres no se aprovechará para hacer una factoría en Martorell, el alcalde socialista de Cáceres, Luis Salaya (1988), defiende su ‘no’ a la mina y asegura que ninguna ciudad europea permitiría la perforación de un yacimiento junto a un edificio insigne o sagrado como la Sagrada Familia.

-¿Puede exponer brevemente las razones por las que Cáceres debe posicionarse en contra de la mina? La primordial es que no se puede plantear una mina a cielo abierto de esas características y de ese tamaño a 800 metros del casco urbano. Pondría en serio riesgo la forma de vida en la ciudad y, sobre todo, tendría un coste altísimo de puestos de trabajo en el sector turístico.

-¿Hay alguna razón para aceptar el proyecto? No la hay. La importancia estratégica del litio para la transición ecológica es obvia. Por eso insisto en que se siga la vía del litio de la otra posible mina, la de Cañaveral, también en la provincia de Cáceres, que no tiene los problemas que se plantean en la ciudad. Los contra son inmensamente superiores a los no, sobre todo cuando hablamos de un proyecto que solo generaría 195 puestos de trabajo.

-La empresa minera que quiere explotarla, Infinity Lithium, no dice lo mismo. Habla de 1.000 empleos. Es que eso no es cierto. Mezcla los 195 puestos que crearía la explotación (que ni siquiera tendría yo tan claro) con unos supuestos 805 empleos indirectos. Eso significaría, entre otras cosas, que cada puesto directo crearía cuatro indirectos, lo cual no es en absoluto realista. Es una estimación muy generosa de una empresa que está pensando en vender su producto y hacer creer que es viable para cotizar mejor en bolsa.

-Hay un discurso extendido desde Moncloa en torno a la importancia del sector automovilístico en España y que su sostenimiento pasaría, en gran medida, por el litio de Extremadura. ¿Cree que debemos ser solidarios con el Estado? Creo que Extremadura hará una aportación al sector automovilístico con el litio de Cañaveral. En cualquier caso, comparto que esa industria es importante. También me alegro cuando se anuncian proyectos que pueden mantener muchos puestos de trabajo en Cataluña. Y lo hago entre otras cosas porque en Catalunya hay muchos extremeños, y muchos hijos y nietos de extremeños. Lo que pasa es que se está planteando un debate viciado cuando mezclamos los problemas de industrialización de Extremadura con el problema de la mina de litio de Cáceres. El problema de esta explotación es que generaría un daño irreparable para la economía local, entre otras cosas por su cercanía al casco urbano. 

-La semana pasada usted mantuvo que no permitiría que se sacrifique el futuro de Cáceres por el desarrollo industrial de otras zonas del país. En Extremadura ha existido históricamente este discurso (léase los desencuentros entre Ibarra y Pujol). ¿Teme que tras esas declaraciones le tilden de anticatalanista? No soy anticatalanista. Creo en Extremadura y creo en España como proyecto común. No soy ni anticatalanista ni anti ningún territorio. Ibarra rompía cristales para que la gente mirara, y estos días hemos conseguido una cosa importante, y es que al menos España sepa que tenemos un problema muy grave con un proyecto muy dañino. Hemos conseguido hacer ruido, y eso está bien. Y desde luego si alguien en Catalunya se ha sentido ofendido por mis declaraciones, no tuve intención ni mucho menos. Pero tenemos que defender la necesidad de un desarrollo industrial de nuestra región, y que no se sacrifique el futuro de nuestra ciudad por ningún otro interés. Con un desarrollo territorial equilibrado ganamos todos. El problema que tiene Extremadura es que no se ha apostado por nosotros, no que se haya apostado por otros territorios.

-¿Cree que con la fuerza de Seat, de Iberdrola, de Infinity Lithium, será posible no instalar la mina? Sí. Los proyectos mineros encuentran dos obstáculos: la oposición ciudadana y el daño ambiental. Esa mina tiene los dos ingredientes y pone en riesgo la salud. Si la oposición ciudadana sigue firme, el proyecto no saldrá adelante, entre otras cosas porque ahora mismo tiene todas las de perder: se quiere implantar en un terreno donde según el Plan de Urbanismo no es legal que se implante.

-Dicen los expertos que España puede ser un referente en la movilidad eléctrica teniendo en la ciudad de Cáceres la segunda mina de litio más grande de Europa. Es la versión de la empresa, que es la única que asegura que ese litio está ahí en esas cantidades. Pero en cualquier caso:¿Si apareciese un yacimiento de litio junto al parque del_Retiro o de la Sagrada Familia, lo explotamos? Cuando planteamos una mina de esas características y de ese inmenso tamaño a 800 metros de un casco urbano estamos hablando de algo que hace muchas décadas no permite ninguna ciudad europea.

-Otra polémica se cierne en torno a que la construcción de una fábrica de baterías se levantará en Badajoz con el litio de Cáceres. En esto prefiero no meterme mucho. Cáceres está abierta a todos los proyectos empresariales y a dar facilidades a cualquiera que desee implantarse. Ahora bien, cuando hablamos de la fábrica de baterías y de la mina de litio hay que tener en cuenta que en ningún caso sería beneficioso para la ciudad. Y eso habría que hablarlo con el alcalde de Cañaveral, que es el que tiene el litio que se puede extraer. Porque a todos los efectos, en Cáceres es como si no lo tuviéramos porque su explotación haría a la ciudad casi inhabitable.

-¿Y si la fábrica de baterías para vehículos eléctricos de Seat-Volkswaen e Iberdrola se pusiera aquí, usted aceptaría la mina? Eso es ciencia ficción. Porque nunca, ni una sola vez, se ha planteado instalar esa planta en Cáceres. Nunca estuvo en las quinielas. Aunque se plantee ahora desde algunos sectores esa dicotomía para hacer creer que el problema es que no se implanta la fábrica aquí. No es así: el problema que tenemos en Cáceres es que se quiere instalar una inmensa mina que provocaría explosiones con polvo tóxico durante mucho tiempo. Es un debate tramposo.

-¿Y qué le dice a quienes le achacan falta de capacidad negociadora para instalar aquí la Seat? Que no, que no, que no. Que jamás se planteó. Y por esa vía se preguntó. El de Cáceres es un proyecto extractivo que nunca traería aparejada una industria automovilística.

-¿Por qué no hacer la mina en otro lugar fuera de Cáceres? Porque es donde está el litio. Ojalá hubiese aparecido 30 kilómetros más alejado y estaríamos hablando en otros términos.

-¿Se ha sentido alguna vez coaccionado por Infinity Lithium? No.

-¿Y por miembros de su gobierno, que le hayan dicho:_‘Luis, mira a ver si tenemos alguna posibilidad’? En absoluto.

-¿La Junta de_Extremadura apoya la mina? La Junta apoya la decisión que tome Cáceres, que está más que tomada.

-Sí, pero como la Junta ha concedido los permisos de investigación (bien es cierto que solo del 35% del terreno) se genera ahí una duda entre la ciudadanía. Sí. Por intentar simplificarlo: con el permiso de investigación concedido el proyecto no es viable porque prohíbe la perforación en más de un 60% del terreno y la zona donde no se permite perforar es la parte central. La Junta ha dicho:_investiguen lo que quieran, pero no toquen el suelo. Con ese criterio no habrá mina.

-¿Y ahora, qué? Ahora se pondrá el foco en la declaración de impacto ambiental, pero el proyecto no tiene posibilidad de salir adelante. Estamos viviendo más una campaña publicitaria de una empresa que cotiza en bolsa y que no quiere que se desplomen sus acciones que una iniciativa viable, aunque no hay que bajar la guardia en ningún caso. Usted ha confesado que le asusta la presión de Europa.

-¿Existen mecanismos legales para que el proyecto salga adelante? Creo que no existen. Existe un proyecto difícil que desde luego está hablando de un material que tiene un interés estratégico para España y Europa, pero confío en que esto acabe siendo un mal sueño.

-Para terminar, ¿cree jocoso ese planteamiento de hacer parecer a los cacereños unos mojigatos, incapaces de ponerse de acuerdo en tres asuntos como la mina, el centro budista y la Cruz de los Caídos? Ese es el planteamiento que intentan colocar la empresa y las consultoras de comunicación que trabajan para ella. Pero cualquiera que viva en Cáceres sabe que son tres proyectos diferentes; que no ha habido ninguna iniciativa para retirar la Cruz y que el centro de Buda no encuentra resistencia ciudadana. Por eso, vincular estas tres cuestiones es una falta de respeto a Cáceres y de hacernos ver como una ciudad de broma.

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