Monedas digitales

El Banco Central Suizo defiende la privacidad para el uso de las criptomonedas

Un informe de la entidad mantiene que las tecnologías distribuidas como 'blockchain' incorporan costes añadidos

Las monedas digitales deberían ser según esta institución capaces de gestionar saldos pero no las transacciones

Bitcoin

Bitcoin / economia

Eduardo López Alonso

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El Banco Central Suizo defiende que el uso de las monedas digitales debe ser similar al del dinero convencional. Por ello aboga por la privacidad de las transacciones hechas con monedas digitales, que pueda llegar a registrarse un gasto, por ejemplo, pero nunca a qué se ha destinado ese activo. En unos momentos en los que los bancos centrales miran de reojo el auge de las criptomonedas y la revalorización del bitcóin como valor refugio y precios superiores al oro, un informe publicado este martes por el Banco Central Europeo sienta un nuevo punto de vista y una defensa clara de un modelo de moneda digital muy próximo al del dinero en efectivo en términos de defensa de la privacidad.

Por otra parte, el Banco Central Suizo considera que la utilización de la tecnologías blockchain o de registros distribuidos (DLT, en inglés) solo "aumenta los costes de transacción y no proporciona beneficios tangibles a la hora de desarrollar una moneda para un banco central". La defensa de alternativas a blockchain se incluye en un informe que analiza el auge de las criptomonedas minoristas y propone que éstas monedas digitales se basen en el token o recompensa que permita en último término la salvaguarda de la identidad en las transacciones. Esa moneda digital requeriría del usuario una especie de billetera virtual (wallet) y una firma digital autorizada para su uso. Pero no controlaría los tráficos de activos.

Según el informe, "si un banco central decide emitir una CBDC minorista, proponemos una CBDC basada en tokens que combina la privacidad de las transacciones con el cumplimiento de los derechos de los consumidores". Para los expertos del Banco Central Suizo, es moneda digital basada en tokens o derechos a servicios, "no competiría con los depósitos de los bancos comerciales, sino que replicaría el efectivo físico, limitando así los efectos en la estabilidad financiera y los riesgos de política monetaria".

Para la cofundadora de la European Blockchain Convention, Victoria Gago, el elemento destacado del informe del Banco Central de Suiza es que reconoce que el dinero digital es necesario actualmente pero defiende también la conveniencia de la defensa de la privacidad en su uso. Es de destacar, analiza Gago, que un banco central defiende que las criptomonedas se basen en tokens (servicio) y no en cuentas, y que este dinero digital se parezca mucho al dinero físico en términos de privacidad (puedo comprar algo y nadie sabe qué). El sistema 'token paid' permite mantener la privacidad del dinero, algo estratégico para Suiza en términos de país. A nivel tecnológico, analiza el informe como se debe afrontar la firma digital, el sistema de billetera virtual o 'wallet' y el banco central controlaría exclusivamente movimientos pero nunca en qué se gasta ese dinero digital.

Para el Banco Central Suizo, el objetivo debe ser "garantizar que los bancos centrales no tengan que interactuar directamente con los clientes o retener cualquier información sobre ellos, simplemente manteniendo un lista de monedas gastadas. La autenticación se delega a los bancos comerciales que ya cuentan con la infraestructura necesaria. Los protocolos de retiro y depósito llegan al banco central a través de un banco comercial como intermediario. Desde el punto de vista del cliente, el proceso es análogo a retirar efectivo físico de un cajero".

Según Gago, cualquier moneda digital que planee un banco central sin esa defensa de la privacidad chocará de lleno con las suspicacias de los usuarios, ya que supone de hecho controlar el gasto de los consumidores, información que atenta a la esfera íntima y otorga demasiado poder a la institución. Sin embargo, Gago reconoce que el universo actual de las criptomonedas requiere la tutela o garantías de un banco central ante la proliferación de alternativas que solo son instrumento de alto riesgo y orientados a la especulación. Otra cuestión es bitcóin, que por su propia naturaleza finita, altos costes de generación e imposibilidad de manipulación de su precio escapa del control de bancos centrales y consolida su papel como activo defensivo en momentos como el actual de elevado gasto público y generación desaforada de dinero.

Para el Banco Central Suizo, la eficiencia y la rentabilidad, junto con una mejora de la usabilidad causada por el cambio de autenticación a autorización, hace que este esquema de criptomoneda de uso anónimo sea el más adecuado. El banco central sería el garante del valor, como en el caso del dinero convencional. Aunque el sistema suizo no se basa en bases de datos distribuidas, asegura que "podría integrarse fácilmente con tales tecnologías si lo requieren las infraestructuras de los mercados financieros en el futuro".

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