Nickel: un paquete de tabaco y una tarjeta de crédito

La banca que fuma y juega no es una descripción muy exacta del negocio de Nickel, aunque su actividad se realiza en los estancos y las administraciones de loterías. Lo cierto es que en la misma operación en la que alguien puede comprar un paquete de tabaco o un boleto del Euromillón también puede suscribir una tarjeta de crédito, porque Nickel sí es un banco. El factor diferencial es que utiliza esos establecimientos licenciados por el Estado para llevar a cabo la distribución de sus productos bancarios. El fenómeno es nuevo en España, justo ahora comienza su implantación, pero ya tiene una cierta tradición en Francia. Nickel es una filial de BNP Paribas que se expande como quema la pólvora.

“En Francia ha tenido un éxito tremendo, gracias al efecto inclusión financiera que produce. Hay mucha gente que no tiene acceso a los servicios bancarios porque las entidades cobran más por tener una cuenta corriente. Y hoy si no tienes un sitio donde domiciliar recibos y no tienes una tarjeta para pagar no puedes hacer pagos ni compras”, explica Javier Ramírez, consejero delegado de Nickel en España.

En su país de origen hay más de 6.000 puntos Nickel, lo que permite que los servicios financieros lleguen hasta la Francia vacía, que también existe. “Nuestro objetivo es llegar a la España vacía, que podamos estar en cualquier pueblo pequeño, igual que en los barrios de ciudades que se están quedando sin sucursales. Damos más de 45.000 altas de cuentas mensuales en Francia. Somos la entidad financiera de la zona euro que más cuentas abre al año”.

Una cuenta en cinco minutos

Nickel se presenta como una alternativa a la banca tradicional: “es disruptiva e innovadora porque te permite abrir una cuenta y tener una tarjeta Mastercard y abrirla en cinco minutos en un estaco o establecimiento de lotería, solo con tu DNI o pasaporte”, explica Ramírez. Presta servicios financieros básicos. Es una cuenta con un IBAN español registrado en el Banco de España. Se puede ingresar y retirar efectivo, cambiar la tarjeta, domiciliar recibos, solicitar certificado de cuenta o hacer otro tipo de operaciones relacionadas y llevar a cabo el seguimiento de las operaciones a través de una app para el móvil.

Todo ello se paga con una suscripción anual de 20 euros que aporta el cliente, más 50 céntimos por las operaciones comerciales como ingresar y sacar dinero. En su estructura cuenta con un ‘call center’ de atención al cliente. “Puedes llamar de forma gratuita y ser atendido en español. Es un aspecto diferencial de un servicio financiero de cercanía”, explica Ramírez.

La firma ha comenzado ya su desarrollo en España. Hay más de 500 establecimientos, entre estancos y loterías, que han solicitado ser banco y han sido aprobados ya por el Banco de España. “Los estamos montando y los vamos abriendo progresivamente. Funcionan ya más de 200. Nuestro objetivo es alcanzar los 1.000 a finales de año, repartidos por toda la geografía”, explica su consejero delegado. En Catalunya son ya 35 los puntos de atención financiera. El objetivo para España es alcanzar 700.000 clientes y 3.000 puntos de venta funcionando en el 2022. "Si conseguimos ese despliegue al cabo de dos años ya tendríamos beneficios", avanza Ramírez.

Formación financiera

El Banco de España impone sus criterios: que sea un establecimiento estable, que la persona no tenga ningún problema fiscal y que no tengan antecedentes penales. Además, exige formación financiera al estanquero o administrador. “Y esa formación la damos nosotros. Tenemos una plataforma ‘online’ y para ser un punto Nickel tienes que haber pasado por esa formación y haberla superado. Contamos también con un equipo presencial que va punto de venta por punto de venta para formar a los responsables de los establecimientos en el manejo de los instrumentos, como el TPV y el sistema, además le ofrecemos formación financiera y la relacionada con el blanqueo de capitales", detalla Ramírez.

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