Esade preve que hasta 800.000 personas estén afectadas por ertes hasta junio

La pandemia está agudizando las brechas o diferencias de protección en el mercado laboral español. El 'Informe Económico y Financiero 2021' realizado por Esade en colaboración con Banco Sabadell y presentado este martes constata que la mayoría de las medidas del Gobierno se han dirigido a proteger a los trabajadores vulnerables mediante ertes y a garantizar liquidez a las empresas. Pese a ello "la irrupción de la pandemia a afectado negativamente al empleo de forma desigual, con un aumento de la brecha entre trabajadores indefinidos y temporales y con una mayor protección por ertes de estos últimos", según el estudio. El Estudio de Esade duda de que el mantenimiento de los ertes pueda seguir siendo el principal instrumento para amortiguar los efectos de la pandemia y capaz de impulsar la recuperación.

El informe de Esade prevé que entre 600.000 y 800.000 personas continúen afectadas por ertes en el primer semestre del año en lo que va a suponer un gasto "no contemplado" en los Presupuestos Generales del Estado. Desde la institución privada de enseñanza superior consideran que aunque los erte han sido una herramienta "indispensable" para "mitigar" el aumento del desempleo, no son una medida que se pueda extender indefinidamente. Por ello, aconsejan instrumentos que permitan y fomenten la "reasignación" de trabajadores en erte a sectores con más actividad y perspectivas de crecimiento.

Según el director de EsadeEcPol, Toni Roldán, y Josep Comajuncosa, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade, los riesgos a los que se enfrenta la economía, tanto a escala española como europea y global se han centrado fundamentalmente en la canalización de ayudas a las empresas y en minimizar el impacto en el empleo, ya que el incremento de la deuda, aunque sigue siendo una amenaza, está actualmente aparejado a unas condiciones financieras de pago "asumibles", han afirmado. Ambos expertos prevén que "pese al contexto particularmente difícil para hacer previsiones", la recuperación de los niveles de crecimiento del PIB no se producirá hasta finales del 2022.

La extensión en tiempo y número de los ertes, la gestión de los fondos europeos y de las potenciales quiebras empresariales son los principales retos que se le plantearán a la economía española durante el 2021, según el informe. El camino hacia la recuperación en España será más complejo que en otras economías, debido a la "excesiva" dependencia del sector servicios, a las dificultades para el control de la pandemia, y a un número muy alto de pequeñas empresas con dificultades financieras, afirma el análisis de estos expertos, que reconocen que, "aunque el impacto negativo en la economía ha sido severo y generalizado, no todos los sectores, empresas y colectivos la han sufrido de igual manera, circunstancia que ha contribuido no solo a agrandar la brecha entre los países del norte y el sur de Europa y entre las empresas grandes y las pymes, sino también la laboral, la de género y la educativa".

Recuperación

Pese al repunte de la economía española durante el tercer trimestre de 2020, gracias al crecimiento de la demanda privada y a la evolución del sector exportador, el posterior aumento de los contagios y la consiguiente restricción a la movilidad provocó que España acabara con una caída del 11% del PIB. El déficit público se situó en un 12% del PIB a nivel global, 11 puntos por encima del nivel de principios del 2020, mientras que en EEUU, Canadá y Japón se disparó a niveles del 17%-18%, mientras que la media en la zona euro fue del 10% (con España, Francia e Italia, por encima de esa media). El informe prevé un crecimiento global para el 2021 en torno al 5,2%, el mismo que estima de media para la Zona Euro. En los Estados Unidos se espera que éste sea de un 3,1% y, de un 8,2%, en China. 

El análisis del estudio de Esade ahonda en la visión imperante actual de abordar la situación económica más desde los grandes indicadores y de la conveniencia de las medidas de apoyo de los sectores productivos que de incrementar los recursos para mitigar impacto social de la pandemia. Las rentas del trabajo representan solo el 45% de todas las rentas en Catalunya, mientras que las rentas del capital se sitúan en torno al 44%. En España, la distribución es 47% frente al 42%, y en la UE-15 de 48% frente al 40%.